Garantizar el abastecimiento alimentario mundial es uno de los grandes retos que se deben abordar a corto y medio plazo, contar con un adecuado suministro alimentario para una creciente población es vital, pero según los investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido), los hongos patógenos amenazan la seguridad alimentaria mundial, por lo que hay que prestarles una especial atención, así se concluye en una reciente investigación.
Los expertos explican que los hongos patógenos compiten con nosotros por nuestros propios cultivos, por ello, consideran que es necesario crear conciencia sobre este creciente problema, ya que nos enfrentamos a un futuro amenazado por patógenos conocidos, sus nuevas variantes y nuevas enfermedades. Los investigadores aseguran que en la actualidad, las infecciones por hongos superan a las de bacterias y virus combinados, de hecho, aseguran que desde mediados del siglo XX las enfermedades causadas por los hongos y oomicetos se han ido agravando hasta el punto de convertirse en una potencial amenaza para la seguridad alimentaria mundial.
Las prácticas agrícolas modernas y el cambio climático han incrementado el riesgo, los hongos y otras enfermedades migran hacia otros lugares donde antes no podían establecerse, el estudio realizado resume los principales desafíos y brechas de conocimiento existentes, siendo esta investigación necesaria para poder comprender mejor la amenaza de estos patógenos en los cultivos emergentes y no sólo los que se destinan a la alimentación humana. En el estudio se apunta que en un mundo cada vez más interconectado es necesario estar preparado con sistemas agrícolas que sean robustos, capaces de hacer frente a las enfermedades y plagas que podrían afectar a la producción de alimentos, sea a nivel individual como país o a nivel mundial.
Los investigadores consideran necesario que la agricultura sea menos dependiente de los fungicidas, incluidos aquellos que se utilizan también para tratar ciertas infecciones en los seres humanos, la razón es que igual que las bacterias, los hongos pueden generar una resistencia que podría pasar de los cultivos a los seres humanos. En el estudio se habla de la necesidad de desarrollar nuevos fungicidas, con un modo de acción complejo que reduce el riesgo de que los patógenos puedan desarrollar esa resistencia. De hecho, los expertos de la Universidad de Exeter han descrito el desarrollo de un nuevo fungicida que tiene la capacidad de proteger los cultivos de los hongos y evitar que se vuelvan más resistentes.
Lo cierto es que ya hace varios años que los expertos de esta universidad investigan la evolución de hongos y otros microorganismos en relación a la seguridad alimentaria, cada nuevo estudio muestra que el problema se agrava y los cálculos realizados hace 10 años se quedan cortos con los realizados en la actualidad. Recordemos que otros estudios han vaticinado un aumento de las micotoxinas en alimentos como el maíz debido al cambio climático, un ejemplo es esta investigación realizada por expertos de la Universidad de Wageningen RIKILT, donde se desarrollaron modelos predictivos de los posibles escenarios climáticos, en base al aumento de las temperaturas en las próximas décadas. El resultado mostraba un incremento considerable de la contaminación por aflatoxinas B1 en el maíz, micotoxinas generadas por mohos y hongos en los cultivos durante la producción o durante el almacenamiento de los alimentos.
En definitiva y como leemos aquí, las previsiones no son buenas, de ahí que se haga hincapié en la necesidad de trabajar para poder garantizar la seguridad alimentaria mundial, mostrando aquellas brechas de conocimiento y desafíos asociados a las enfermedades fúngicas a los que se enfrenta la humanidad. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la revista científica Nature Food.
Foto | Jordi Payà