El pasado mes de marzo ha sido atípico debido a la crisis sanitaria del coronavirus, por lo que también es atípico el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD), que se puede decir que engloba dos etapas diferentes, las dos primeras semanas de marzo antes del decreto del Estado de Alarma, y las dos semanas posteriores a este decreto. Se han producido cambios en los hábitos de consumo, fluctuaciones más pronunciadas en la demanda y en los precios, etc. Sin embargo, parece que la constante de los precios abusivos y especulativos se mantiene, al menos eso es lo que se puede pensar tras analizar los datos.
Como se puede observar en la tabla del IPOD, la diferencia de precio en el repollo alcanza el 782%, siendo el alimento que encabeza este particular ranking de las diferencias especulativas de precio. En el campo, el kilo de repollo se cotizó a una media de 0’17 euros, el mismo precio que en el mes de febrero, en el mercado el precio medio fue de 1’50 euros por kilo, lo que supone un incremento de nada menos que 33 céntimos por kilo. Estos datos muestran que los consumidores hemos pagado 8’82 veces el valor del repollo en origen.
Hay que decir que algunos productos alimenticios han visto incrementado su precio de venta en el mercado de un modo descomunal, algo marcado por el decreto del Estado de Alarma y en este caso, el Gobierno debería tomar cartas en el asunto y evitar la escalada de precios de frutas y verduras de un modo especulativo. Los intermediarios han aprovechado la situación y las inquietudes de los consumidores para ampliar márgenes en aquellos productos que han experimentado una notable demanda, se pueden citar, por ejemplo, el ajo, las mandarinas y las naranjas.
En segundo lugar se clasifican las alcachofas por superar la barrera imaginaria del 500%, en origen se cotizaron a 0’43 euros por kilo, es decir, 6 céntimos menos que en el mes de febrero, en el mercado, el precio medio fue de 3’51 euros. Aunque se ha reducido el precio de venta al consumidor en 11 céntimos, la diferencia porcentual origen/destino ha sido de un 716%, lo que indica que hemos pagado 8’16 veces el valor de las alcachofas en el campo.
En tercer lugar se clasifican las mandarinas con una diferencia porcentual origen/destino del 673%, en el campo el precio mejoró ligeramente (4 céntimos) y los citricultores percibieron 0’33 euros por kilo, en el mercado el kilo de esta fruta se cotizó a 2’55 euros, es decir, 80 céntimos más que en el mes de febrero, lo que indica que se ha pagado 7’73 veces el valor de las mandarinas en el campo. Se puede apreciar claramente una subida de precio desorbitada y especulativa en el mercado, aprovechando la mayor demanda del consumidor debido, probablemente, a las noticias que indicaban que la vitamina C podría ser beneficiosa contra el Covid-19.
Como cabría esperar, detrás de las mandarinas y en cuarto lugar, se colocan las naranjas con una diferencia porcentual origen/destino del 574%, otra fruta asociada a la vitamina C que también ha sufrido la especulación en el mercado, aunque en menor medida. En origen, el kilo de esta fruta se cotizó a 0’27 euros (2 céntimos más que en febrero) y en el mercado el precio medio se estableció en 1’82 euros, lo que supone un aumento de 27 céntimos por kilo. Estos datos indican que los consumidores hemos pagado 6’74 veces el valor de las naranjas en el campo.
Las lechugas se clasifican en quinto lugar en este ranking de las diferencias especulativas de precios, con una diferencia porcentual situada en un 562%. En origen, el precio medio por kilo se estableció en 0’21 euros, 3 céntimos menos que en febrero, y en el mercado el precio medio se estableció en 1’39 euros por kilo, lo que supone una bajada de 1 céntimo respecto al mes anterior, lo que indica que se ha pagado 6’62 veces su valor en el campo.
El ajo es el sexto producto de la clasificación con una diferencia porcentual origen/destino del 541%, claro, que es algo a lo que ya estamos acostumbrados, ya que se puede decir que es uno de los alimentos que siempre supera la barrera del 500% de diferencia a lo largo de todo el año. En origen, el kilo de ajos se cotizó a 0’88 euros (2 céntimos más que en febrero) y en el mercado el precio medio se estableció en 5’64 euros, lo que supone un aumento de 17 céntimos, lo que indica que hemos pagado 6’41 veces el valor de este alimento en el campo.
El penúltimo producto agrario destacado en el IPOD son las cebollas, que alcanzaron una diferencia porcentual del 532%. Su cotización en el campo fue de 0’22 euros por kilo (1 céntimo más que en el mes anterior), en el mercado el precio medio se estableció en 1’39 euros por kilo, lo que supone un aumento de 9 céntimos. Finalmente, en décima posición se clasifican las patatas con una diferencia porcentual del 529%. En el campo, el precio se incrementó en tres céntimos, comercializándose el kilo a 0’21 euros, en el mercado el precio medio fue de 1’32 euros, tres céntimos más que en febrero. Estos datos muestran que los consumidores hemos pagado 6’29 veces el valor de las patatas en origen.
COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) comenta que el precio de varios productos agrícolas y ganaderos se ha desplomado en origen, mientras que ha escalado notablemente en los mercados, sobre todo en las dos últimas semanas de marzo. Será interesante conocer el IPOD de abril, mes prácticamente completo en cuarentena, para comprobar si la tendencia de marzo se ha trasladado a abril, aunque quizá no ocurriría si el gobierno interviniera. Podéis conocer más detalles del IPOD de marzo de 2020 a través de la página oficial de COAG.