A pesar de que la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) y otras agencias como el ECDC (Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades) o el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos de Alemania (BfR) manifiestan que no existen evidencias de transmisión del COVID-19 a través de los alimentos, la población europea y el mundo en general manifiesta su preocupación sobre una posible transmisión del virus a través de los alimentos.
En este sentido, para proporcionar más confianza y un protocolo que destierre completamente esta percepción que tienen algunos ciudadanos franceses, la Agencia Francesa para la Seguridad y Salud Alimentaria, Ambiental y Ocupacional (Anses), ha elaborado un estudio informando que el coronavirus (COVID-19) es sensible a las temperaturas de cocción de los alimentos.
Cierto es que no existen evidencias de que el virus se pueda transmitir a través de lo que comemos, pero existe la posibilidad de que una persona infectada con el coronavirus esté manipulando o preparando alimentos y los termine contaminando a través de lo que sí se sabe que es la principal vía de transmisión, las gotitas respiratorias generadas al respirar, toser o estornudar.
La agencia francesa reunió a un grupo de expertos para que investigara y analizara la posibilidad de transmisión del COVID-19 a través de los alimentos, sean de origen animal o vegetal. Se llegó a la conclusión antes comentada, apuntando que cuando una persona consumiera un producto contaminado por el virus, podría contagiarse y sufrir una infección en el tracto respiratorio a través de la masticación. No es que exista una clara evidencia de esta situación, pero tampoco existen datos que descarten la posibilidad, por lo que, para prevenir, la agencia francesa informa sobre cómo garantizar que los alimentos sean inocuos.
Los expertos del ANSES comentan que igual que otros coronavirus conocidos, el COVID-19 es sensible a las temperaturas de cocción, un tratamiento térmico a 63 grados centígrados durante un periodo de cuatro minutos reduciría significativamente la posibilidad de transmisión alimentaria. Esta regla se aplicaría al resto de coronavirus, recordemos que se trata de una familia de virus que incluyen diferentes subfamilias y géneros, cuya transmisión se produce de forma común a través de las secreciones respiratorias.
Por tanto, la agencia francesa comenta que cocinar correctamente los alimentos y seguir las prácticas de higiene al manipularlos y prepararlos, son las medidas más efectivas para prevenir la contaminación de los alimentos por el virus SARS-CoV-2, ya que facilita dividir por 10.000 la posible contaminación de un producto alimenticio. Merece la pena recordar que, hasta la fecha, no existe ningún informe sobre un posible contagio a través de los alimentos, razón por la que la EFSA no está implicada en la respuesta a la pandemia del coronavirus.
De todos modos y tal como han comentado otras agencias como la EFSA, la ANSES explica que estará atenta a los resultados de nuevos estudios e investigaciones que pudieran cambiar esta evaluación y conclusión preliminar. Podéis conocer todos los detalles de la evaluación realizada por los expertos de la agencia francesa a través de este artículo en su página oficial.