COAG acaba de publicar el IPOD de enero de 2020 (Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos), indicador que nos informa del precio de venta en el campo de algunos alimentos básicos, y el precio que los consumidores pagamos por ellos en el mercado. Con estos datos podemos conocer el margen que aplican los intermediarios, con diferencias que, en ocasiones, son claramente abusivas y especulativas.
En esta ocasión, el IPOD general se ha establecido en un 4’15%, lo que supone una reducción de 30 décimas respecto al mes de diciembre, lo mismo que se redujo en diciembre respecto a noviembre, lo que muestra que está imperando la contención de precios. Aún así, seguimos observando alimentos que se han señalado por superar la barrera imaginaria del 500%. De nuevo, y por segundo mes consecutivo, las patatas destacan en el indicador, según los resultados que refleja, los consumidores hemos pagado 7’35 veces el valor de las patatas en el campo.
En origen las patatas se cotizaron a 0’17 euros, lo que supone un aumento de dos céntimos respecto al mes de diciembre, y en el mercado el precio medio aumentó cinco céntimos, estableciéndose una media de 1’25 euros por kilo. La diferencia porcentual origen/destino alcanzó el 635%, lo que indica que en la trayectoria del campo a la mesa las patatas multiplicaron 7’35 veces su precio en origen, como ya hemos comentado.
En segundo lugar se clasifican las cebollas con una diferencia porcentual origen/destino del 620%, prácticamente la misma diferencia reflejada en diciembre. En el campo el precio se mantuvo en 0’20 euros/kilo, y en el mercado el precio medio fue de 1’44 euros (un céntimo menos que en diciembre), lo que quiere decir que los consumidores hemos pagado 7’20 veces el valor de las cebollas en origen.
El tercer puesto en este ranking de las diferencias de precio especulativas es para el repollo, con una diferencia porcentual del 558%. En el campo, el kilo de repollo se cotizó a 0’19 euros (un céntimo más que en diciembre) y en el mercado, el precio medio se estableció en 1’25 euros. Como se puede comprobar, la subida del precio en el campo se traslada a los consumidores en la mayoría de productos, por lo que los intermediarios mantienen sus márgenes.
Los ajos se clasifican en cuarta posición con un 554% de diferencia porcentual origen/destino, como ya hemos comentado en muchas ocasiones, es un producto que suele aparecer con una diferencia de precio por encima de la barrera imaginaria del 500%, siendo un habitual en el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos. En origen, su precio se estableció en 0’82 euros por kilo, en el mercado los consumidores pagamos una media de 5’36 euros por kilo, lo que supone que los ajos multiplicaron 6’54 veces su valor en su trayecto del campo a la mesa.
En penúltima posición aparecen las naranjas con una diferencia porcentual del 532%, algo menor que la reflejada en diciembre. En el campo, el kilo de naranjas se cotizó a una media de 0’25 euros, y en el mercado el precio medio por kilo se estableció en 1’60 euros, lo que indica que hemos pagado 6’32 veces el valor de las naranjas en origen. Finalmente, el indicador destaca las mandarinas con una diferencia porcentual del 509%. En el campo, el precio medio por kilo de esta fruta fue de 0’32 euros, y en el mercado el precio medio fue de 1’95 euros, lo que indica que las mandarinas han multiplicado por 6’09 su precio en el trayecto origen/destino.
Los datos no son tan buenos como se esperaría, pero tampoco tan malos como se han registrado en el mismo periodo de años anteriores. Por cierto, se habla de eliminar las monedas de un céntimo y dos céntimos argumentando que se debe redondear el precio de los productos, si la medida que baraja la UE sale adelante, probablemente los consumidores y los productores serán los más perjudicados porque los intermediarios no van a redondear a la baja.
A través de la página oficial de COAG podréis conocer más detalles sobre el IPOD de enero de 2020.
1 comentarios
Pues, teniendo en cuenta que, la mayoría de las veces, las patatas que nos están vendiendo son patatas viejas procedentes de Francia, que han estado meses almacenadas y que son de mala calidad, es un abuso, un robo, una gran tomadura de pelo los precios que nos cobran.