Os va a encantar la receta dulce que hoy compartimos con vosotros, es una tarta que podréis preparar en cualquier época del año y que se puede adaptar fácilmente al estilo de alimentación o a las necesidades de muchas personas, ya que es una tarta de queso y chocolate que no lleva huevos, ni harinas y se puede hacer con queso sin lactosa. Además, es muy fácil de hacer y apenas hacen falta tres ingredientes, así que tomad nota de esta receta de Tarta semifría de queso fresco y chocolate.
Se trata de una tarta muy ligera y que puede considerarse saludable, pues se puede elaborar con queso descremado y eligiendo un chocolate con un alto porcentaje de cacao, de modo que tendrá poco azúcar. Luego, dependerá de cada uno con qué se quiere endulzar, si con un ingrediente saludable como son los dátiles, si con un edulcorante sin calorías o con un sirope de sabor delicioso, aunque menos saludable, como es el jarabe de arce.
Sobra decir que podéis tomar como referencia esta receta de tarta semifría de chocolate y queso y hacerla con una base crujiente de galleta o de avena, y también podéis añadir gelatina si no queréis que sea una tarta semifría. Para ello, bastará con disolver un poco de gelatina en la leche y dejar reposar en la nevera, sin llevarla al congelador. En cualquier caso, os va a quedar un postre delicioso y si queréis, saludable, para poder disfrutarlo más a menudo.
Ingredientes (Molde 16-18 cm.)
- 500 gramos de queso fresco tipo Burgos
- 1 vaina de vainilla
- 100 gramos de sirope de dátiles o de arce (u otro endulzante o edulcorante al gusto)
- 30 gramos de leche
- 150 gramos de chocolate al 72 o al 85%
- 20 gramos de cacao puro en polvo.
Elaboración
Pon en un bol o en el vaso del robot de cocina el queso fresco, abre la vaina de vainilla con la punta de un cuchillo bien afilado y recoge con la misma el interior de la vaina, las diminutas y aromáticas semillas. Incorpóralas al recipiente del queso.
Añade a continuación el sirope de dátiles o el endulzante elegido, dependiendo de si se quiere aportar sabor o sólo dulzor, si se desea que sea saludable, el sirope de dátiles es una de las mejores opciones. Tritura hasta obtener una crema fina y homogénea.
Trocea el chocolate haciendo trozos más o menos iguales en tamaño, añade la leche y fúndelo en el microondas poniéndolo en tiempos de 30 segundos. Antes de que se funda totalmente, empieza a batirlo con la espátula, el propio calor fundirá el chocolate por completo.
Mezcla poco a poco la mezcla de queso fresco con el chocolate fundido e incorpora el cacao puro en polvo, de este ingrediente puedes variar la cantidad según cómo te guste la intensidad de sabor del chocolate. Bate hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Cubre la base de un molde desmontable con papel vegetal y coloca en el interior del aro una tira de acetato. Vierte la mezcla de la tarta de queso y chocolate, dale unos golpes contra la mesa de trabajo para asentarla y tápala con una tapa de silicona o similar.
Refrigera la tarta hasta que esté bien fría y después pásala al congelador, déjala unas tres o cuatro horas o el tiempo necesario para que esté medianamente congelada, el tiempo dependerá de la potencia del congelador, entre otras cosas.
Acabado y presentación
Retira la tarta del congelador unos 10 minutos antes de servir. Prepara el chocolate para decorar, por ejemplo, raspando con el pelador de vegetales una tableta de chocolate, y repártelo por toda la superficie. Después, retira el aro del molde y pasa la tarta a una bandeja de presentación, finalmente retira el acetato y lleva la tarta o semifrío de chocolate y queso a la mesa para cortar y servir en porciones. ¡Buen provecho!