Hoy conocemos una iniciativa para promover el consumo de casquería denominada Organuary, promovida por la Public Health Collaboration, organización sin ánimo de lucro que desarrolla su actividad en el Reino Unido, con el propósito de intentar mejorar la salud pública a través de la información, la puesta en marcha de campañas y la implementación de consejos con este cometido. Esta organización considera que sería beneficioso incluir en la dieta los órganos de origen animal al menos dos veces por semana, con ello se ayudaría a mejorar la salud y el medio ambiente.
Teniendo en cuenta que la ganadería industrial es uno de los factores que se asocian al calentamiento del planeta, algo apuntado en el informe “Cambio Climático y Tierra” publicado el año pasado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y que según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la carne roja fresca es probablemente cancerígena y la carne roja procesada es un alimento cancerígeno, sorprenden los consejos sobre el consumo de casquería que proporciona la organización Public Health Collaboration, que persigue empoderar a la comunidad médica sobre la ciencia y las soluciones de la salud.
Recordemos que la casquería, despojos, menudencias o menuts, son las partes comestibles de los animales destinados a proporcionar carne, que no están comprendidas en el término ‘canal’, véanse las criadillas, los riñones, las gallinejas, las carrilladas, el corazón, las asaduras, los callos, el morro, las mollejas, etc. La organización comenta que los productos de casquería son algunos de los alimentos más ricos en nutrientes del planeta, citan como ejemplo el corazón, indicando que es rico en zinc, selenio, hierro y CoQ10 (Coenzima Q10), sustancia antioxidante que es 10 veces más potente que la vitamina E. Señalan los beneficios de los diferentes despojos que se pueden comprar por su aporte en vitamina B12, ácido fólico, cobre, colágeno, etc.
La organización asegura que el consumo de este tipo de carnes tiene potenciales beneficios ambientales, ya que pueden ayudar a reducir el desperdicio alimentario y las emisiones asociadas a la producción de ganado, ya que al aprovechar toda la carne del animal, se necesitaría producir menos. Hablando de Reino Unido, comentan que la huella de carbono de la ganadería es 2’5 veces menor que la media mundial, ya que el ganado se alimenta hasta en un 90% de pasto y el 85% del agua que consume procede de la lluvia, por lo que si se incrementa el consumo de productos de casquería, esta huella se reduciría aún más.
El reto que lanza Organuary es incluir las vísceras en la dieta a lo largo del presente mes, recuperando la tendencia de antaño cuando este tipo de carnes eran el pilar de las dietas, algo que no ocurre en la actualidad y que raramente aparece en la mesa de los consumidores. Con los despojos, asegura que se minimiza el desperdicio, se maximiza la nutrición y se favorece al medio ambiente, da la impresión de que se trate de una alternativa a Veganuary, organización que promueve el veganismo y que propone seguir la dieta vegana a lo largo del mes de enero.
En la página que promueve el consumo de casquería proporcionan diferentes argumentos respaldados con estudios, por ejemplo, explican que la FAO estima que el ganado representa el 14’5% de los gases de efecto invernadero globales, pero citan esta investigación reciente en la que se concluye que si se consumen vísceras dos veces por semana, se podrían reducir los gases de efecto invernadero globales del ganado a 12’5%. Puede parecer una cantidad pequeña, pero a nivel mundial supone la reducción de 994 millones de toneladas métricas anuales.
Proporcionan información nutricional de este tipo de carnes, lo que aporta cada órgano y otras partes, e incluso una colección de recetas de cocina con diferentes tipos de despojos. Como en el caso de Veganuary, se solicita la participación de la población suscribiéndose a la iniciativa y comprometiéndose a secundarla, para ello se pide el email, a través del que se reciben todo tipo de consejos, recetas y otras informaciones relacionadas con la casquería.
Leyendo toda la información, nos hace pensar que quizá detrás de la iniciativa se encuentra la industria cárnica y que, en cierto modo, forma parte de la campaña del sector ganadero de la Unión Europea, para que no se culpe a la carne de la crisis climática, algo de lo que hablábamos aquí. En este artículo podemos conocer las declaraciones de Robert Verkerk, fundador y director científico de la Public Health Collaboration, hablando de la propuesta de Veganuary que, según comenta, vende la idea de que hacerse vegano salvará el planeta, algo que es erróneo. Argumenta que las dietas veganas son deficientes en nutrientes que sí brindan productos como los despojos, esto refuerza nuestra percepción de que detrás de esta puesta en escena se encuentra la industria cárnica.
Son muchos los estudios que apuntan la necesidad de reducir la producción de carne y productos lácteos en un 50% para el 2050 por muchos motivos, por las emisiones de gases de efecto invernadero, por salud, por la pérdida de biodiversidad, por la gran cantidad de recursos que se destinan a la ganadería (tierras, agua, energía, etc.), etc. Nombrar un par de estudios a favor de la casquería no anula los cientos de investigaciones realizadas (incluida la del IPCC), que apuntan como urgente reducir la producción y consumo de carne.
Si queréis conocer más detalles de Organuary, por qué nace la iniciativa, sus propuestas, sus argumentos, etc., os recomendamos acceder a su página oficial.
