‘No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia’. Y bajo esta premisa, vamos a ir viendo algunos trucos de cocina que os van a gustar si tenéis este refrán en consideración y estáis de acuerdo en que merece la pena tener cuidado de ensuciar lo mínimo para, así, tener que limpiar menos después. Y empezamos viendo este truco para engrasar un molde con spray sin ensuciar la mesa de trabajo.
Debemos decir que cuando descubrimos los sprays de aceite de oliva para engrasar la sartén con una cantidad de aceite controlada o para aderezar una ensalada o cualquier otra comida, también controlando la cantidad de aceite que se adiciona, así como los sprays diseñados para engrasar moldes de bizcochos u otras preparaciones que se van a hornear, nos pareció de lo más interesante.
Pero a la hora de la verdad no nos pareció nada práctico, pues estos sprays suelen pulverizar lo que deseas y todo su alrededor, por lo que queda engrasado el molde, la sartén o la comida, y todo lo que la rodea (la encimera, normalmente), y después hay que limpiar esa grasa que, dicho sea de paso, es de lo más tedioso de limpiar en una cocina (hablamos de la materia grasa).
Nosotros renunciamos a utilizar los sprays para moldes, sartenes y demás, preferimos utilizar una brocha de cocina (a veces el mismo papel de la mantequilla), además, los sprays desmoldeantes no nos gustan. Pero, quizá, con el truco que vamos a compartir con vosotros, quizá la cosa cambie, ¿Cómo creéis que se puede evitar que el spray de aceite u otra grasa comestible ensucie la mesa de trabajo?
Pues lo tenéis sobre estas líneas, el truco es colocar el molde en la puerta del lavavajillas, éste se limpiará sólo cuando se ponga el lavavajillas en marcha, una vez lleno de vajilla para lavar, por supuesto. La idea la vimos en un post del blog The Kitchn, y su autora comentaba también que este truco se podía utilizar cuando se tienen que espolvorear moldes con harina o cuando se espolvorea azúcar glas sobre algún postre.
Pero en este caso no estamos de acuerdo, porque seguro que tanto parte de la harina, como del azúcar glas o de cualquier otro ingrediente en polvo, acaba en el suelo en el momento en el que se cierra la puerta del lavavajillas. Además, el efecto de dejar los restos de espolvorear y que se conviertan en suciedad en la puerta del lavavajillas no nos parece nada atractiva. ¿Qué opináis vosotros?
Foto 1 | AMagill
Foto 2 | Christine Gallary