Según una investigación realizada por expertos del Centro de Investigación de Dietas y Actividades del Reino Unido (Centre for Diet and Activity Research (CEDAR)), obligar a los restaurantes de comida rápida a informar sobre el contenido nutricional del menú alentaría a estos establecimientos a mejorar la calidad de la comida que sirven, lo que se traduce en beneficios para la salud de los clientes.
Los investigadores analizaron la información nutricional que proporcionaban 100 cadenas de restaurantes populares del Reino Unido a través de sus páginas web y físicamente, en los establecimientos, entre marzo y abril del año pasado. De todos ellos, 42 proporcionaban algún tipo de información nutricional de sus menús a través de la web, y sólo 13 ofrecían esta información en los restaurantes. Tras analizar y cotejar la información, se comprobó que los menús ofrecidos con la información nutricional eran más saludables, tenían un 45% menos de grasas y un 60% menos de sal, en comparación con el menú del resto de cadenas de restaurantes de comida rápida.
Los expertos concluyen que el etiquetado del menú se asocia con el servicio de comida más saludable, por lo que consideran que sería buena idea instaurar la obligación de que los restaurantes informasen sobre el contenido nutricional, algo que serviría de ayuda a los clientes y que creen que, probablemente, obligaría a las cadenas de restauración a reformular sus productos. Los investigadores comentan que se trata del primer estudio realizado en Reino Unido en el que se han analizado las diferencias del contenido nutricional de los menús de los restaurantes, que informan o no, sobre el contenido en grasas, azúcares, sal y calorías.
Las conclusiones parecen bastante obvias e incluso predecibles, pero los expertos consideraban necesario realizar el estudio para poder aportar pruebas que avalasen la necesidad de introducir en la legislación que los restaurantes proporcionasen la leyenda nutricional, ya que en Reino Unido, el etiquetado nutricional de los menús tiene carácter voluntario en virtud del Acuerdo de Responsabilidad de Salud Pública suscrito en el año 2011, y como ya hemos comentado, en la mayoría de ocasiones las iniciativas voluntarias sirven de poco o nada.
De todos modos, hay que recordar que en países como Estados Unidos y concretamente en Nueva York, se instauró en 2008 la obligación de proporcionar la leyenda calórica en los menús de las cadenas de comida rápida. Cinco años después, una investigación realizada por expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York y del Langone Medical Centre, determinaba que la información nutricional no influía en la elección de los consumidores siendo una información ignorada. Con esto queremos decir que quizá se mejore la calidad de la comida con la información nutricional obligatoria, pero son productos alimenticios que siguen aportando una gran cantidad de grasas, azúcares, sal y calorías, además, se podría dar el caso de que los productos no se reformulasen y que siguieran siendo consumidos tal y como se concluía en el mencionado estudio.
Cierto es que una mala alimentación es uno de las principales causas de sufrir sobrepeso y obesidad, así como enfermedades derivadas como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y el cáncer. Dado que los menús que sirven en las cadenas de comida rápida suelen ser calóricos, con mayor contenido en grasas, sal y azúcar, la introducción de la información nutricional con carácter obligatorio sería según la investigación del CEDAR, un paso más en la lucha contra la obesidad y otras enfermedades asociadas a una mala alimentación. Quizá, lo que resultaría más efectivo sería limitar de forma obligatoria el contenido en grasas, sal, azúcares y calorías, reducir las raciones o cambiar la oferta de los establecimientos, recordemos que ahora se pueden utilizar alternativas vegetales que imitan el sabor de la carne.
Ya veremos si el Gobierno del Reino Unido considera estos resultados y decide cambiar el carácter voluntario de la inclusión de la leyenda calórica y nutricional por el carácter obligatorio. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página del CEDAR, y en este otro publicado en la revista científica PLoS ONE.
Foto 1 | Kanesue
Foto 2 | McDonaldsCorp