En alguna ocasión nos ha comentado algún lector que no podemos llamar salsa pesto a cualquier salsa si no está hecha con albahaca, piñones, parmesano (pecorino o grana padano), aceite de oliva virgen extra… es decir, si no es el tradicional pesto genovés, a pesar de que se elabore básicamente igual pero sustituyendo algunos ingredientes, por ejemplo, la albahaca por rúcula, los piñones por avellanas… ¿vosotros qué opiniáis?
Tengamos en cuenta que el término ‘pesto’ procede del genovés ‘pestare’, y significa, pisar, machacar o triturar en un mortero. Entonces, las salsas pesto que se elaboran en fábricas por otros procedimientos (con maquinaria industrial), ¿tampoco se podrán llamar así? Sabemos también que en Italia hay otras salsas pesto tradicionales bastante distintas, como el pesto rojo o el pesto trapanese. En fin, lo que nos parece a nosotros es que, en la actualidad, efectivamente, hay demasiada manga ancha a la hora de denominar algunas elaboraciones culinarias (tema del que hablaremos en otro momento), lo vemos de la mano de los chefs más influyentes, pero ¿puede esto hacer que se pierda la esencia y la tradición?
Probablemente no, porque también estamos en un momento en el que se estudia más que nunca la cocina, se sabe que lo más importante es tener una buena base de conocimiento y cultura culinaria, y saber ejecutarla para, después, desarrollar una cocina más personal, y no sólo a nivel profesional, también en casa. Dicho esto, vamos con el recetario dominical, y es que hemos preparado un recopilatorio con doce recetas con salsa pesto poco tradicionales, pero tan sabrosas que las volveréis a hacer. Ya sabéis que para ver las recetas paso a paso sólo tenéis que pulsar en el nombre de la receta que aparece sobre la foto.