Recientemente se ha aprobado una ley en el Estado de Mississippi (Estados Unidos), que prohíbe a las compañías productoras de alimentos vegetales utilizar terminología propia de la carne en los productos que comercializan. Con la nueva ley, comercializar «hamburguesas vegetarianas» tendrá pena de cárcel y una multa de 1.000 dólares. Esta ley es similar a otras que se pretenden impulsar en otros Estados del país y parece claramente la respuesta o un contrataque del lobby de la industria cárnica, que ve como la demanda de alimentos vegetales alternativos a la carne crece sin parar.
Lógicamente los fabricantes de productos alimenticios con ingredientes vegetales y las organizaciones que las representan han reaccionado, Upton’s Naturals y Plant Based Foods Association han interpuesto una demanda para impugnar esta ley sin sentido que, de momento, aunque se ha aprobado no ha entrado en vigor. Quienes están a favor de esta nueva reglamentación aclara que la finalidad no es impedir que las empresas comercialicen alimentos veganos o vegetarianos, sino que se informe claramente al consumidor de lo que está adquiriendo, siguen empeñados en manifestar que los consumidores pueden confundirse si se utiliza terminología propia de la industria cárnica.
La industria cárnica tiene mucho peso e influencia, así se demuestra al conseguir que en Estados Unidos se aprueben leyes de este tipo, y eso a pesar de que este tipo de prohibiciones violan el derecho a la libertad de expresión de la Primera Enmienda a la Constitución estadounidense. Recordemos que está ocurriendo algo similar con la industria de las bebidas vegetales, la industria láctea no quiere que se utilicen términos de productos lácteos para describir las bebidas vegetales, argumentando que los consumidores confundirían los productos, de ello hablábamos aquí.
Las compañías dedicadas a la producción de alimentos vegetales comentan que no existen evidencias de que los consumidores se confundan a la hora de adquirir alternativas a la carne con descriptivas cárnicas, esto es algo de lo que ha hablado en varias ocasiones el Good Food Institute (GFI), organización que trabaja con investigadores, inversores y empresarios para el desarrollo de proyectos alimentarios innovadores, seguros y respetuosos con el medio ambiente. El instituto considera que esta ley ha traspasado la barrera de los poderes estatales, es un abuso injustificado, un intento del lobby de la carne de frenar a una industria cuyo crecimiento es espectacular y acorde a la creciente demanda de los consumidores de opciones más saludables y más sostenibles.
Los demandantes argumentan que las etiquetas son bastante claras, nadie puede pensar que unas hamburguesas o unas salchichas elaboradas con materia prima vegetal contengan carne, al contrario, la descriptiva vegetariana lo dice todo y los consumidores saben perfectamente lo que compran. De hecho, compran estos productos precisamente porque buscan alternativas a la carne que sean más saludables y sostenibles.
No hay que olvidar que en Europa ocurre algo parecido, el pasado mes de abril la Comisión de Agricultura del Parlamento de la Unión Europea, propuso prohibir el uso de términos cárnicos en los alimentos vegetales comunitarios, apuntando que estos términos debían ser utilizados en alimentos de origen animal. Se sugerían cambios de nombres, por ejemplo, que la hamburguesa vegetal pasara a llamarse “disco vegetal”. Sobre este tema, el pasado mes de mayo la Vegan Society envió una carta a la UE, advirtiendo que impedir que los productos veganos usasen nombres asociados a la carne, violaba los derechos humanos fundamentales de los veganos.
Quienes han promovido la ley comentan que protegerá a los ganaderos de tener que competir con otros productos que no se obtienen a partir de partes de animales comestibles. Claro, que Mississippi no es el primer estado en aprobar una ley de estas características, recordemos que, en mayo del año pasado, en el Estado de Missouri, se aprobó un Proyecto de Ley que determinaba que la carne de cultivo no era carne, por lo que las empresas que se dedican a la producción de la denominada ‘carne vegetal’ y ‘carne de cultivo’, no podrían utilizar dicho término, ya que sus productos no derivan de la ganadería tradicional. La reacción no se hizo esperar, en agosto de 2018 el Good Food Institute y la American Civil Liberties Union presentaron una demanda contra esta ley a fin de paralizar dicha legislación por considerarla anticonstitucional y engañosa. De momento, no se ha promulgado una sentencia, veremos si se aprueba o se desestima.
Como decíamos, cada vez son más los Estados del país que están considerando poner en marcha leyes similares, leyes que, por supuesto, son avaladas por los ganaderos y todas aquellas personas que creen que su modelo de negocio está amenazado ante la creciente popularidad de los alimentos sustitutos de la carne. Sin embargo, y a pesar del gran crecimiento de este segmento, representa tan sólo una pequeña fracción de la demanda de carne, de hecho, según los datos, el año pasado la demanda y venta de carne creció en Estados Unidos.
El sector cárnico teme que en un futuro a medio plazo su negocio se vea seriamente afectado y antes de que esto suceda, harán lo imposible por frenar al segmento de los alimentos vegetales alternativos, intentos que serán infructuosos porque el consumidor es cada vez más consciente de la situación y de nada servirán estas artimañas para impedir el uso de términos propios de la industria de la carne. Veremos que sucede con esta ley, es de suponer que si la demanda de la ley de Missouri prospera y llega a buen puerto, sentará presente en la demanda interpuesta en Mississippi.
A través de este enlace (Pdf) podréis leer la nueva ley, y en este artículo de Good Food Institute, podréis conocer más detalles de la noticia.
Foto 1 | Hamburguesa vegana con remolacha, aguacate y Sriracha mayoo