Varias organizaciones de consumidores europeas han participado en un estudio desarrollado el pasado otoño, cuyos resultados muestran que la Unión Europea debe proteger mejor a los consumidores de la acrilamida de los alimentos. La Organización Europea de Consumidores (BEUC), entidad que representa a las organizaciones de consumidores nacionales independientes en Bruselas, a partir de los resultados obtenidos ha pedido a la Comisión Europea que reduzca los niveles de referencia actuales de esta sustancia catalogada como compuesto orgánico cancerígeno, formada a partir de la cocción de alimentos que contienen asparagina y azúcares reductores a una temperatura superior a 120º C.
Para este estudio en el que han participado diversas organizaciones de consumidores, incluida la OCU en España, se tomaron más de 500 muestras de productos alimenticios que se sabe que contienen acrilamida para cuantificar el nivel de este compuesto, galletas, cereales para el desayuno, café, patatas chips, etc. De los productos analizados, los más problemáticos son las galletas, un tercio de las muestras superaban los niveles máximos de acrilamida, destacando que casi dos de cada tres marcas de galletas para bebés superan estos valores, por lo que no son productos recomendables para los pequeños (tampoco lo son por su contenido en azúcar y grasas).
BEUC solicita a la Comisión Europea que presente los valores máximos de referencia para la acrilamida presente en las patatas chips, pero también para los chips vegetales elaborados con zanahorias, chirivías o remolachas, ya que estos productos contienen casi el doble de la acrilamida que las patatas chips, lamentablemente, estas versiones de aperitivos son percibidas como más saludables, pero no lo son, ni por el contenido en acrilamida ni por su proceso de elaboración, recordad que hace unos días os hablábamos sobre ello, los chips de vegetales no son más sanos que las patatas fritas.
Recordemos también que en 2017 los Estados miembros de la UE votaron la aprobación de un reglamento para reducir la presencia de acrilamida en los alimentos, posteriormente, en 2018 este reglamento entró en vigor estableciendo los valores de referencia más bajos de acrilamida en las distintas categorías de productos. Desde abril del año pasado, las empresas alimentarias debían proporcionar pruebas de que han tomado las medidas oportunas para reducir la presencia de acrilamida, aunque no se han fijado unos niveles máximos de acrilamida en determinados alimentos, algo con lo que se comprometió la CE a partir de que entrara en vigor el nuevo reglamento el año pasado.
Por esta razón, se pide de nuevo a la Comisión Europea que establezca límites vinculantes a fin de obligar a los fabricantes a que presten más atención a esta sustancia cancerígena y que reduzcan su contenido. BEUC comenta que muchos padres dan a sus hijos galletas y otros productos cuyo nivel de acrilamida supera los valores de referencia aconsejados, pero se considera que este nivel debería reducirse aún más para proteger a los niños, ya que son los más vulnerables a los efectos de la acrilamida por su menor peso corporal.
El estudio ha revelado que las patatas chips no son tan saludables como debieran, por lo que hasta que se establezcan limites obligatorios de la presencia de esta sustancia, se deberían definir los valores de referencia indicativos para estos snacks. Merece la pena recordar que en una investigación del 2017 realizada en el Reino Unido, se comprobó que una de cada cinco marcas de patatas chips contenían niveles peligrosos de acrilamida, resultados que en su momento ya comentamos que se podían trasladar a otros países comunitarios y así se confirma en este nuevo estudio de las organizaciones de consumidores.
En el estudio de BEUC se analizaron 532 productos, en la mayoría de las categorías alimentarias se cumplía con los puntos de referencia establecidos por ley. Se constató que las patatas chips analizadas estaban dentro de los valores de referencia, pero algunas al límite, la mayoría de las muestras de café instantáneo rozaban el límite de los valores establecidos, las galletas y obleas son los productos que, según BEUC, necesitan una revisión, ya que una tercera parte de las muestras tenían valores de acrilamida por encima de los niveles de referencia. En este enlace (Pdf) podéis conocer las principales conclusiones del estudio realizado.
Foto 2 | Kate Ter Haar
1 comentarios
Pues vamos listos. No nos protegen del glifosato y nos van a proteger de otros productos químicos. Me da que no. A no ser que unos cuantos eurodiputados saquen tajada. Entonces podeis darlo por hecho.