Hace unas semanas Foodwatch (Países Bajos) presentaba a los candidatos del Premio al Producto Alimenticio más Fraudulento del Año 2018, como ya os comentamos, se trata de una versión muy similar al concurso que se celebra anualmente en Alemania que denominamos Premio a la Mentira Publicitaria más Insolente del Año. En la versión de los Países Bajos se presentan ocho candidatos, tres más que en Alemania, el resto de la dinámica del concurso se desarrolla igual.
Recordemos que los productos candidatos a alzarse con este premio en los Países Bajos por considerarse un claro fraude al consumidor eran una salsa de tomates cherry de la marca Jumbo, unos caramelos de regaliz y miel Venco Honing Drop, el agua Glacéau Smartwater de Coca-Cola, el jarabe de jengibre Conimex de Unilever, el puré de boniato de los supermercados Albert Heijn, los bollos de mantequilla de la marca Vomar y el aceite de oliva especial para asar y hornear de Aldi. Pues bien, ya hay veredicto, el agua Glacéau Smartwater de Coca-Cola ha ganado el Premio al Producto Alimenticio más Fraudulento del Año 2018.
O sea, que Glacéau Smartwater de Coca-Cola ha logrado un doblete, ya que fue el producto ganador en el concurso celebrado en Alemania y ahora en el que se ha celebrado en los Países Bajos. En las votaciones participaron unas 12.000 personas, un 30% consideró que el producto de Coca Cola merecía recibir el premio, recordemos que este agua que se anuncia como inspirada en las nubes, se somete a un proceso industrial que se considera un sinsentido.
Se trata de un agua de manantial que se somete a un proceso de evaporación, posteriormente se recoge el agua condensada (que prácticamente se puede decir que es agua destilada) y se le añaden diferentes electrolitos como el potasio, el calcio, el magnesio, etc. El procedimiento permite que, en teoría, el agua tenga un sabor diferente al resto de variedades de agua mineral que se comercializan en el mercado. Foodwatch Países Bajos argumentaba lo mismo que su sede alemana, que se trata un agua que no es mejor que otras aguas minerales, pero que tiene la particularidad de que multiplica su precio por siete.
En segundo lugar se han clasificado con un 16% de los votos los caramelos de regaliz y miel Venco Honing Drop, caramelos que se presentan como el fruto de la pasión por el regaliz de una empresa que lleva 135 años trabajándolo. Al mirar la lista de ingredientes de este producto, se destaca que tan sólo contiene un 0’3% de miel y que, para suplir la falta de miel, se han utilizado otros ingredientes más económicos, azúcar, gelatina y almidón. Al final, el caramelo contiene 150 veces más azúcar que si se hubiera utilizado exclusivamente miel como cabría esperar.
Finalmente, el tercer producto clasificado con un 14% de los votos ha sido el aceite de oliva especial para asar y hornear de Aldi, producto donde la publicidad destaca únicamente el aceite de oliva, a pesar de que sólo contiene un 21% de esta grasa vegetal, el resto lo forman otros aceites y grasas vegetales. Foodwatch destacaba como curiosidad que para confundir aún más al consumidor que no lee las etiquetas, este aceite se comercializa junto a otros que sí son aceites de oliva virgen extra 100%.
Sobre el producto ganador de esta edición de los premios Het Gouden windei 2018, la delegación de Foodwatch en los Países Bajos comenta que, en esta ocasión, los votantes han querido destacar el marketing publicitario y toda la parafernalia creada en torno a un producto que no vale lo que se paga. En definitiva, el agua Glacéau Smartwater de Coca-Cola se lleva dos premios y, por supuesto, la compañía no los querrá recibir, veremos si cambia su discurso del agua o lo mantiene.
Podéis conocer más detalles de la votación y los premiados a través de este artículo publicado en la página de la organización de consumidores.