Algunas empresas de la industria alimentaria incluyen en las etiquetas de sus productos el mensaje “sin azucares añadidos”, pero ¿hasta qué punto es verdad este mensaje? Si un consumidor cree en este tipo de publicidad y no lee las etiquetas, podría estar consumiendo alimentos que sí incluyen una forma de azúcar que ha sido añadida, por ejemplo, pasta de dátiles, concentrado de zumo de manzana, jarabe de remolacha azucarera, etc.
Esta es la práctica que denunció Foodwatch Holanda al Comité del Código de Publicidad (RCC) de los Países Bajos, organismo que ahora ha pedido a empresas y minoristas como Kellogg’s, Starbucks, Albert Heijn, Jumbo, Hipp, Urban Fruit y Cawston Press, que retiren el mensaje de los productos denunciados por ser falso y un claro fraude al consumidor. Según se indica en el Registro de la UE en materia de nutrición y declaraciones de propiedades saludables, el mensaje “sin azucares añadidos” sólo se puede utilizar si el producto no contiene azúcar o cualquier otro ingrediente que se utilice para endulzarlo, por lo que estas empresas incumplían claramente las condiciones al hacer uso de la mencionada leyenda.
Productos como el Crunchy Muesli de Kellogg’s con albaricoques y semillas de calabaza, o el Muesli con almendras, anacardos y coco, contienen un 14% y un 15% de pasta de dátiles respectivamente, un añadido que se utiliza de forma inequívoca, según Foodwatch, por su carácter endulzante. En ninguno de los dos productos aparece este ingrediente en la parte frontal del envase, y el contenido en azúcar no es algo despreciable, ya que supone un añadido de entre 12 y 16 gramos de azúcares por cada 100 gramos de producto.
Kellogg’s argumentó que utilizaba esta pasta de dátiles para unir los cereales con otros ingredientes, apuntando que se trata de azúcares naturales. Sin embargo, el RCC confirmó la queja realizada por Foodwatch, indicando que el nivel de dulzura agregado era demasiado elevado para que únicamente tuviera la finalidad de dar estructura al producto. Por ello, se ha pedido a la empresa que elimine el reclamo “sin azúcares añadidos” en los productos indicados que se comercializan en los Países Bajos y en otros países europeos. Claro que, este organismo no tiene autoridad para prohibir lo que se haga fuera de los Países Bajos, deberán ser las autoridades competentes de cada país, o la Unión Europea, la que obligue a eliminar el reclamo “sin azúcares añadidos”.
Otros ejemplos que se pueden mencionar son unas galletas con trocitos de manzana para niños de la empresa Hipp que contienen un 18% de concentrado de zumo de manzana para endulzarlas, la mermelada de manzana del minorista Albert Heijn que contiene como ingrediente principal un concentrado de remolacha azucarera, con lo que la mermelada tiene nada menos que un 61% de azúcares. También mencionan un zumo de tomate de Cawston Press que, a pesar del mensaje “sin azúcares añadidos”, tiene glucosa en sus ingredientes con el claro objetivo de endulzarlo. Se utilizan seudónimos del azúcar para endulzar los productos, es un modo de engañar a los consumidores con una información falsa, y no vale decir que los ingredientes utilizados son naturales. Como ya sabemos, más de la mitad de los productos que podemos encontrar en un supermercado contienen azúcares añadidos, pero, ¿están incluidos en esta cifra los productos que se anuncian con el mensaje “sin azúcares añadidos” sin ser verdad?
En algunos casos, concretamente en dos, los fabricantes pudieron justificar que utilizaban estos añadidos sin que tuvieran una finalidad edulcorante, por ejemplo, la empresa Peijnenburg argumentó que utiliza zumo concentrado de manzana en unas barritas de cereales para preservar la textura, fusionar los ingredientes y evitar la humedad, y el Comité del Código de Publicidad de los Países Bajos lo consideró válido debido a la reducida cantidad del concentrado que se utilizó y con la que no violaba la legislación. En este caso, la organización de consumidores no está de acuerdo y anunció que apelaría el veredicto.
Como bien sabemos o como todos deberíamos saber, esto mismo ocurre con muchos productos procesados y ultraprocesados que se comercializan en nuestro país, por lo que también deberíamos denunciar que se utilice el mensaje “sin azucares añadidos” en los productos alimenticios que esconden el azúcar en las etiquetas con otros nombres que los consumidores no saben reconocer. Las organizaciones de consumidores españolas deberían meterse de lleno en este tema y denunciar aquellos productos que integran ingredientes cuya función es endulzar aumentando el contenido en azúcares, ya que con ello, se está perjudicando la salud de la población.
Merece la pena leer este documento de la UE relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos, en él podemos leer: “Solamente podrá declararse que no se han añadido azúcares a un alimento, así como efectuarse cualquier otra declaración que pueda tener el mismo significado para el consumidor, si no se ha añadido al producto ningún monosacárido ni disacárido, ni ningún alimento utilizado por sus propiedades edulcorantes. Si los azúcares están naturalmente presentes en los alimentos, en el etiquetado deberá figurar asimismo la siguiente indicación (contiene azúcares naturalmente presentes)”
En este artículo de Foodwatch Holanda se habla de cada producto denunciado, preguntándose ¿qué hay de verdad en la reducción voluntaria de azúcar prometida por la industria alimentaria durante años?