Ahora que se acercan las fiestas y vamos a cocinar platos especiales, a menudo siguiendo recetas de libros, de reconocidos cocineros o de blogs de cocina, es fácil que a la hora de leer los ingredientes haya información algo confusa, por ejemplo, que se indiquen los ingredientes en tazas, cucharadas, copas… En Gastronomía y Cía siempre apostamos por pesar los ingredientes cuando es necesaria la precisión para que el resultado sea perfecto, también hemos hablado del uso de las cucharas y las tazas para medir los ingredientes, pero ¿qué sucede con las copas?
Un ingrediente muy habitual en las recetas de cocina tradicionales de nuestra cultura culinaria es el vino, por ello, es muy fácil encontrar platos que para su elaboración requieren de un vasito o una copa de vino. El problema es saber a qué cantidad se refiere, ¿cuánto es un vaso o una copa de vino en una receta de cocina?
No creemos que haya una única respuesta correcta, pues ni siquiera hay total acuerdo en cuanto a la cantidad de vino que se debe servir en una copa para beber. No obstante, sí hay algunas cantidades generalizadas y son las que os vamos a comentar para que tengáis una idea de cuánto vino tenéis que añadir a la receta que queréis preparar y que tiene entre sus ingredientes una copa o un vaso de vino.
En principio hay que diferenciar entre los distintos tipos de vino, aunque básicamente se clasifican en dos grupos, por un lado, los vinos blancos, rosados, tintos y espumosos, y por otro lado los vinos dulces y generosos. A la hora de llenar la copa para beber vino, del primer grupo se suelen servir unos 150 mililitros, mientras que los vinos dulces y generosos suelen servirse en copas más pequeñas y la cantidad es de 90 mililitros.
Así que, a la hora de incorporar una copa de vino a la receta que estamos cocinando, si es un vino tinto, blanco, rosado o espumoso (cava, champán…), pondremos 150 ml. y si es un vino dulce o generoso como Oporto, Pedro Ximénez, Jerez, Manzanilla… pondremos 90 ml. Lo cierto es que generalmente no variará mucho la receta si se va de unos mililitros la cantidad de vino que se añada, lo que será importante es cocinarlo adecuadamente. Sobre el alcohol residual o el alcohol que quedará en el plato una vez que se ha cocinado con vino, hablaremos próximamente.
Ahora bien, hay un detalle que también merece la pena tener en cuenta, pues hemos hablado principalmente de copas, pero antiguamente los vinos se tomaban y se incluían en las recetas haciendo uso de un vaso de vino, de hecho, este tipo de vaso se ha utilizado tradicionalmente como un medidor para otros ingredientes. Y si hacemos una revisión de las distintas tablas de equivalencias de cucharas, tazas, vasos y demás, encontramos que en general, un vaso de vino equivale a 100 ml. de vino.
Con estos datos ya podéis haceros una idea de cuánto vino se debe añadir a una receta si la unidad de medida es una copa o un vaso. De todas formas, no hay que preocuparse en exceso para que la cantidad sea exacta, ¿cómo hacían nuestras abuelas? Lo importante es que se cocine a la temperatura y el tiempo adecuado para que el alcohol se evapore al máximo, y lo que quede, que sea el sabor del vino.
Foto 1 | Marteen
Foto 2 | Marco Verch
3 comentarios
¡Qué idiotez!
¿Por qué M.Angeles?
Muchas gracias. Justo venía buscando esto. ¡Un saludo!