A raíz de la información proporcionada en un artículo publicado en la página del USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos), podemos llegar a pensar que este departamento avala el uso de antibióticos en animales de granja con fines no terapéuticos. Recordemos que organizaciones como la FAO, la OMS y un gran número de investigadores independientes, explican que utilizar estos fármacos con el propósito de prevenir enfermedades, mejorar el rendimiento, el engorde de los animales y las malas prácticas en la crianza animal, provoca que las bacterias patógenas generen una resistencia a los antibióticos, lo que destruye un valioso recurso para la salud humana y animal, poniéndose en riesgo la seguridad alimentaria.
El USDA comenta que la resistencia a los antibióticos es un proceso que se produce de forma natural en las bacterias, aunque se trata de un tema complicado y existen muchos factores que contribuyen al desarrollo de la resistencia en los entornos agrícolas. Explica que es la única agencia del gobierno estadounidense, concretamente la división del ARS (Servicio de Investigación Agrícola) la que se encarga de investigar, desarrollar y transferir soluciones a este problema. Este organismo lleva a cabo varios proyectos de investigación relacionados con la comprensión de cómo se genera la resistencia, las posibles alternativas a los antibióticos y los problemas de seguridad alimentaria que pueden surgir.
El USDA comenta que la resistencia a los antibióticos es un proceso natural y que, además, se da en todas partes, se han encontrado bacterias resistentes a los antibióticos en todo tipo de suelos independientemente de la presencia de animales de pastoreo, en granjas avícolas donde nunca se han utilizado estos fármacos, se ha demostrado que el ganado que se ha criado sin antibióticos tiene niveles similares de bacterias resistentes a los mismos que los animales criados de forma convencional, es decir, utilizando los fármacos.
La agencia habla de cómo dar solución a este problema, cita proyectos en los que se ha demostrado que el compostaje de estiércol porcino, disminuye la concentración de genes de resistencia a antibióticos en el estiércol, que utilizando un proceso denominado carbonización hidrotermal, proceso químico para la conversión de compuestos orgánicos a carbonos estructurales, elimina estas bacterias resistentes y sus genes. Se habla del desarrollo de vacunas y herramientas de diagnóstico para prevenir enfermedades en los animales que habitualmente necesitan tratamientos con antibióticos.
Pero no dice ni una sola palabra sobre la necesidad de dejar de utilizar los fármacos en las explotaciones animales, tal y como recomiendan muchas entidades, como vemos, parece que las explicaciones se dirigen a no nombrar la prohibición del uso de antibióticos como una medida que puede evitar el desarrollo de la resistencia. Estados Unidos al igual que otros países como la India, considerada uno de los promotores en el desarrollo de superbacterias resistentes a los antibióticos en la avicultura, desoyen la petición lanzada por la FAO de no utilizar estos fármacos para promover el crecimiento de los animales de granja.
Recordemos que actualmente, en Estados Unidos las políticas sobre el uso de antibióticos en los animales se limitan a una serie de recomendaciones de carácter voluntario, se ha obviado poner en marcha una legislación que prohíba el uso de los antibióticos con fines no terapéuticos. Cierto es que esta resistencia es un fenómeno natural de evolución, en el que los microorganismos patógenos pierden la sensibilidad a los efectos de los fármacos, pero su uso hace que se acelere la adquisición de esa resistencia. Se puede realizar una comparativa con el calentamiento del planeta, también se trata de un proceso natural, pero la actividad del ser humano lo ha acelerado.
Esta resistencia provoca que las personas y los animales sufran enfermedades de mayor duración, que se produzca un aumento de la mortalidad, que se tengan pérdidas en la producción en el campo de la agricultura, la ganadería y la acuicultura, lo que conlleva a poner en riesgo la salud mundial, el medio de vida y la seguridad alimentaria. Pero sobre estas cuestiones, el USDA no habla, se centra en informar sobre el desarrollo de nuevas terapias por parte del ARS, es decir, nuevos antibióticos capaces de combatir infecciones resistentes. La agencia comenta que el ARS contribuye con su trabajo en la comprensión de la transmisión de la resistencia, así como el desarrollo de soluciones para proteger la salud humana, animal y ambiental.
Lo dicho, da la impresión de que existe poca voluntad para prohibir el uso de antibióticos con fines no terapéuticos, en lugar de ello, se habla de desarrollar nuevos fármacos que a la larga no harán más que incrementar la resistencia de las bacterias haciéndolas más peligrosas. Se necesitan prácticas higiénicas correctas en la producción alimentaria, el procesamiento y distribución de alimentos a fin de mantener su inocuidad y minimizar la transmisión de las bacterias resistentes a los antibióticos de animales a personas a través de la cadena alimentaria, al respecto, merece la pena retomar la lectura de este artículo sobre el papel de la agricultura y la ganadería en la prevención del desarrollo de la resistencia de las bacterias a los antibióticos.
A través de este enlace podréis conocer más detalles sobre lo que dice el USDA acerca de la resistencia a los antibióticos.
Foto 1 | Jennifer C.