En el año 1995 se creó el primer informe sobre el Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura (SOFIA) elaborado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) con el propósito de proporcionar a los responsables políticos, a la sociedad civil y a quienes están relacionados con el mundo de la pesca y la acuicultura, un documento de orientación sobre el volumen de capturas, la situación de los recursos pesqueros, el consumo de pescado, la situación de la pesca ilegal, los efectos del cambio climático en la pesca y la acuicultura, etc.
El informe se proporcionó en 1995, 1997 y 1999, posteriormente se presentó otro en el año 2000 y empezó nuevamente a presentarse con carácter bienal. El nuevo informe Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura 2018 realiza un análisis exhaustivo en base a las estadísticas oficiales de la FAO sobre pesca y acuicultura, que permite tener una idea de la situación. Según el documento, la producción pesquera mundial en 2016 alcanzó un volumen de 171 millones de toneladas, de las que un 47% correspondieron a la acuicultura, aunque esta cifra se incrementa hasta el 53% si se excluyen los usos no alimentarios del pescado, por ejemplo, la elaboración de harina y aceite de pescado. Con estas cifras, la FAO concluye que la acuicultura ha sido la desencadenante del impresionante crecimiento continuo del suministro de pescado para el consumo humano.
En el siguiente gráfico podéis ver cómo la producción de peces de acuicultura se dispara en el año 2000 y muestra un crecimiento vertiginoso que se aleja de la producción de pesca de captura que, a partir de ese año, más o menos se estabiliza. En 2016, la pesca de captura se estableció en 90’9 millones de toneladas, lo que supone una reducción respecto a los dos años anteriores. El documento proporciona datos sobre las capturas de la pesca continental por especies comerciales y datos sobre la producción mundial de la acuicultura, mostrando volumen y especies.
El análisis ofrece información sobre los pescadores y acuicultores empleados a nivel mundial por regiones, el número total de embarcaciones de pesca en el mundo, destacando que la cifra se mantiene sin cambios desde el año 2014 y estimándose en un total de 4’6 millones. Proporciona datos sobre la situación de los recursos pesqueros y qué se hace con el pescado capturado, los porcentajes que se destinaron al consumo en fresco directo, el volumen destinado a los diferentes tipos de conservas. La parte más preocupante del informe es la tendencia mundial de la situación de las poblaciones marinas, apreciándose que la sobre explotación crece año tras año y crece también el número de especies que son biológicamente insostenibles.
Según el informe, hasta un tercio de las poblaciones de peces del mundo son capturadas de forma insostenible y están en situación de sobrepesca, es por ello que Oceana, la mayor organización internacional que se dedica a la protección de los ecosistemas marinos, a la conservación de los océanos y de las especies marinas amenazadas que en ellos habitan, ha dado la voz de alarma y llama la atención especialmente por los datos proporcionados sobre la situación de la población de peces en el Mar Mediterráneo y el Mar Negro. Siendo las zonas con los mayores niveles de sobrepesca del mundo.
Se confirma que la presión pesquera es cada vez más insostenible, como decíamos, un tercio (33’1%) de los stocks se encuentran en estado de sobrepesca, siendo una cifra que crece año tras año, suponiendo graves problemas para el ecosistema marino y la seguridad alimentaria de millones de personas. Lo cierto es que esta no es una información desconocida, hablando del Mar Mediterráneo, recordemos este estudio del JRC (Centro Común de Investigación de la UE), en el que se advertía que el nivel de sobrepesca era muy elevado y se corría el riesgo de alcanzar un punto de no retorno, es decir, no se podrían recuperar los recursos marinos. Según este estudio, el 93% de las poblaciones pesqueras del Mediterráneo están sobreexplotadas, algunas en un punto de agotamiento. En este estudio no sólo se hablaba de la sobreexplotación, también de otras amenazas como la contaminación o el cambio climático, factores que contribuyen en la pérdida de la población de peces.
Desde hace tiempo Oceana manifiesta su preocupación por la falta de acciones políticas decisivas que logren detener la sobrepesca en aguas comunitarias, algo que ocurre desde hace años, ha reclamado en varias ocasiones que se lleve a cabo un cambio que permita una gestión más sostenible y responsable de los recursos pesqueros. Volviendo al nuevo informe de la FAO, la organización lo considera desalentador, ya que demuestra que queda mucho trayecto por recorrer hasta lograr la gestión sostenible de los océanos. La sobrepesca y el uso de artes pesqueras destructivas, la degradación de los hábitats marinos, la contaminación y la visión a corto plazo han reducido significativamente la cantidad de pescado salvaje.
El Mar Mediterráneo y el Mar Negro son las áreas que más sobrepesca sufren de todo el mundo, acumulando un 62’2% de las poblaciones, le sigue el Pacífico sudoriental con un 61’5% y el Atlántico sudoccidental con un 58’8%. Como comenta Oceana, “Nadie desea que un mar tan cercano a muchos de nosotros deje de proporcionar alimento y empleo a quienes dependen de él. Es un escándalo que debería desencadenar acciones políticas inmediatas”, ¿reaccionarán los políticos de la Unión Europea ante este nuevo informe de la FAO?
El informe de 250 páginas al que podéis acceder a través de este enlace (Pdf), es una radiografía detallada sobre la situación y estado de la pesca y acuicultura en el mundo. A continuación, os transcribimos un resumen de las principales conclusiones obtenidas por los expertos de la FAO:
-Se prevé que la producción, el consumo y el comercio de pescado a nivel mundial aumenten, pero a una tasa de crecimiento que se ralentizará con el tiempo.
-A pesar de la disminución de la producción de la pesca de captura en China, las previsiones indican que la producción mundial de la pesca de captura subirá ligeramente gracias a un incremento de la producción en otras zonas si los recursos se gestionan de manera adecuada.
-Se prevé que el aumento de la producción acuícola mundial, aunque crezca a un ritmo menor que en el pasado, cierre la brecha entre la oferta y la demanda.
-Todos los precios subirán en términos nominales al tiempo que descenderán en términos reales, aunque permanecerán elevados.
-El suministro de pescado comestible se incrementará en todas las regiones, pero se prevé que el consumo de pescado per cápita descienda en África, lo cual suscita preocupaciones en relación con la seguridad alimentaria.
-Se espera que el comercio de pescado y productos pesqueros aumente más lentamente que en la última década, pero que la proporción de la producción de pescado que se exporta se mantenga estable.
