El día de hoy va a ser un día muy recordado en el mundo de la gastronomía, aunque lo será mucho más el próximo 27 de octubre de 2018, pues será la fecha en la que se sirva la última cena en el Restaurante Sant Pau de Carme Ruscalleda. Así lo han anunciado sus propietarios, el matrimonio Carme Ruscalleda y Toni Balam, en un comunicado de prensa: “¡No nos jubilamos! Vamos a reinventar nuestros compromisos profesionales y a darle más recorrido, contenido y futuro a nuestro departamento COCINA ESTUDIO”.
El Restaurante Sant Pau, situado en la localidad barcelonesa de Sant Pol de Mar, es uno de los que están en el ‘Olimpo de las Estrellas’. Se destaca de ello también que es la única mujer que dirige una cocina de un restaurante con tres estrellas Michelin, y no sólo eso, también tiene dos estrellas Michelin en su Restaurante Sant Pau de Tokio, las mismas que luce en el Restaurante Moments del Hotel Mandarín de Barcelona, que actualmente está dirigido por su hijo Raül Balam.
Pero no, Carme Ruscalleda no se jubila aunque acabe de cumplir 66 años. Cuenta que lleva 50 años compartiendo vida y trabajo con su marido, 30 de ellos con el Restaurante Sant Pau, y lo cierran porque ha llegado el momento de realizar una reflexión lícita y natural, y poder contar ‘una historia de éxito y de vivencias extraordinarias al frente del Sant Pau de Sant Pol de Mar’. Carme Ruscalleda y Toni Balam no cortan el cordón umbilical que les une a la cocina y a la gastronomía, mencionan como prueba de ello, el actual acuerdo que tienen con Joël Robuchon en el Hotel Metropole de Monte-Carlo (Mónaco), donde han abierto un restaurante pop-up para servir cenas durante los meses de julio y agosto.
Esto significa que seguirán aceptando proyectos y colaboraciones que les apasionen, pero sin la carga de ser empresarios, entre otras cosas. Recordemos que Carme Ruscalleda y Toni Balam empezaron trabajando en la tienda familiar de la chef, que poco a poco convirtieron en un lugar de disfrute gastronómico más gourmet, y el 1 de julio de 1988 nació el Restaurante Sant Pau. El matrimonio reconoce que son emprendedores y que se entregaron a un trabajo exigente y disciplinado, pero que la historia de éxito es fruto de mucho más, ‘de la complicidad familiar, del magnetismo inspirador de la cultura culinaria local y del Maresme, y del staff profesional que nos acompaña’.
Carme Ruscalleda cierra el Restaurante Sant Pau, en el que también participan de forma activa su hija Mercè Balam y su marido Albert Rovira, y serán ellos quienes se queden con parte de ese templo de la gastronomía, y su objetivo es convertirlo en un ‘bar’, pero seguro que con más de una sorpresa. Otra parte del Sant Pau seguirá perteneciendo al matrimonio Balam-Ruscalleda porque será la Cocina Estudio en la que seguirán investigando, desarrollando y evolucionando.
Cataluña pierde un tres estrellas Michelin, algo que preocupará a unos cuantos, especialmente a los que viven estas cosas como otros viven el fútbol u otros deportes. Pero en realidad eso no es lo importante, los amantes de la gastronomía y admiradores de la chef, podremos, de algún modo, seguir disfrutando de ella. Y el matrimonio, según explican en esta entrevista, nunca han estado interesados en ser ricos, no son esclavos de las guías ni de nadie, quieren ser libres, alejarse de las cadenas de oro. Pues adelante, y a disfrutarlo.
Ya estamos preparados para conocer nuevos proyectos que llevarán a cabo, entre ellos, un poco al margen de los fogones, está la publicación de un libro titulado ‘Felicidad’, que se estima que saldrá a la venta en septiembre, y el próximo año realizarán una exposición en el Palau Robert de Barcelona que no nos podremos perder.