La Comisión Europea ha presentado un conjunto de nuevas reglas para el plástico de un solo uso con el propósito de reducir la cantidad de desechos plásticos que terminan en los océanos. Son medidas que se dirigen a 10 productos específicos de usar y tirar como, por ejemplo, los platos, vasos y cubiertos de plástico, las pajitas, las botellas de bebidas elaboradas con PET (polietileno tereftalato), etc.
La CE asegura que son reglas proporcionales que se adaptan a las exigencias según el producto plástico a fin de obtener los mejores resultados. Donde existan alternativas disponibles y asequibles, se prohibirán los productos de plástico de un solo uso en el mercado, para los productos que no cuenten con alternativas, la acción se centrará en limitar el uso a través de una reducción nacional de consumo mediante requisitos de diseño y etiquetado, obligaciones de gestión y limpieza de residuos, etc. Hay que destacar que en el caso de las botellas PET, se exigirá que para el año 2025 el reciclaje alcance el 90%.
Curiosamente, antes de presentar estas reglas, la Federación Europea de Aguas Embotelladas anunciaba cuatro compromisos con el fin de reducir los desechos plásticos para el año 2025, uno de ellos era recuperar el 90% de todas las botellas PET, coincidiendo con la exigencia realizada ahora por la CE. También se comprometía a utilizar un 25% de RPet (Pet reciclado), a llevar a cabo innovaciones, a invertir más en la investigación de materiales plásticos no basados en fósiles, a invertir más en el diseño ecológico, y a apoyar iniciativas que fomenten la correcta clasificación y eliminación de envases. Esto nos hace sospechar que la federación ya conocía las intenciones de la CE.
Quizá este objetivo lo tenga relativamente fácil gracias a la nueva tecnología de reciclaje de plásticos PET desarrollada por la spin-off Ioniqa, junto a Unilever e Indorama Ventures, que permite recuperar el material plástico (PET) y convertirlo en un nuevo material transparente de grado virgen. Este proceso se puede repetir indefinidamente, siendo un bucle de reutilización continua que permite cumplir con las reglas de la economía circular. El material obtenido del reciclaje es de gran calidad y se elimina uno de los problemas existentes en el sector, pues el PET reciclado (RPet) no lo querían utilizar los fabricantes por razones estéticas.
Sobre los objetivos establecidos para la reducción del consumo, los estados miembros deberán reducir el uso de envases de plástico para alimentos y los vasos desechables de bebidas, para ello podrán optar por establecer objetivos nacionales de reducción, poniendo a disposición productos alternativos en el punto de venta, o asegurando que los productos de plástico de un solo uso no puedan proporcionarse de forma gratuita. Sobre los productos como las bolsas plásticas de aperitivos o el plástico que se utiliza para envolver alimentos, las bolsas ligeras de plástico, etc., deberán someterse a la responsabilidad ampliada de los productores, que deberán hacerse cargo de los residuos y de su gestión.
Sobre los requisitos de etiquetado, determinados productos requerirán un etiquetado claro y estandarizado que indique cómo deben desecharse y cuál es el impacto ambiental negativo del producto con el fin de concienciar y sensibilizar a los consumidores. Hablando de sensibilización, los países de la UE estarán obligados a llevar a cabo la tarea de concienciar sobre los efectos negativos del vertido de plásticos, informar de los sistemas de reutilización disponibles y las opciones de gestión de residuos, aunque resulta curioso que no se haya abogado por un sistema de depósito y retorno de envases a nivel europeo.
Según el tipo de producto del que se trate, las medidas serán más o menos estrictas, dejándose en manos de cada país miembro la aplicación de las mismas. Esto puede resultar incoherente, deberían ser unas medidas que se aplicasen por igual en todos los países. Según las reglas presentadas, cada país podrá determinar si aplica un porcentaje de reutilización, una determinada fiscalidad o la prohibición de uso. Aunque hemos hablado de productos plásticos en el ámbito alimentario, en las reglas se citan otros como las toallitas húmedas, los globos, las toallitas sanitarias, las colillas de cigarrillos o los aparejos de pesca.
Es un paso más en la lucha para reducir el plástico de un solo uso, algo que debe celebrar tras años de reivindicaciones, pero es sólo un paso, quedan mucho otros que hay que dar y que son necesarios para acabar con el impacto medioambiental que causan los productos de usar y tirar. Ahora, las propuestas de la Comisión Europea deberán trasladarse al Parlamento Europeo y posteriormente al Consejo de Ministros para su aprobación. La Comisión Europea insta a las demás instituciones a que traten el tema con la máxima prioridad a fin de poder ofrecer resultados efectivos para los europeos antes de las elecciones que se celebrarán en mayo de 2019.
Sorprende que la CE meta prisa, es toda una novedad, sobre todo sabiendo que es el organismo que más peca de lentitud y retraso en sus tareas. Podéis conocer las nuevas reglas para reducir los residuos plásticos a través de este artículo publicado en la página web de la Comisión Europea.
Foto 1 | Todd Morris
Foto 2 | Jesse Wagstaff
Foto 3 | Complete Merchandise