Como comentábamos ayer en el post “Las abejas deben estar protegidas para garantizar el futuro de la alimentación humana”, hoy se celebra el Día Mundial de las Abejas 2018 (World Bee Day 2018), celebración que fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el año pasado y que tiene como cometido crear conciencia sobre la importancia que tienen estos insectos polinizadores en el desarrollo sostenible, la alimentación y el bienestar humano.
Con motivo de esta celebración, la FAO ha publicado el vídeo titulado “Imagina un mundo sin abejas”, vídeo que nos recuerda a este post de principios de 2016 titulado ‘¿Cómo sería nuestra alimentación sin las abejas?’, en el que destacábamos la campaña puesta en marcha por Greenpeace para intentar salvar a las abejas. El vídeo muestra una visión muy resumida de lo que ocurriría si desaparecieran estos polinizadores, no podríamos disfrutar de una gran variedad de alimentos nutritivos, la salud humana y la del planeta se degradarían, etc.
Lo cierto es que no se trata de una teoría absurda o algo que podría ocurrir dentro de cientos o miles de años, la desaparición de estos y otros polinizadores puede ser una realidad a corto o medio plazo si no se adoptan las medidas necesarias para evitarlo. La FAO advierte que casi el 35% de los polinizadores invertebrados, y en especial las abejas, junto a un 17% de polinizadores vertebrados aproximadamente, están en peligro de extinción a nivel mundial. Las causas ya las hemos mencionado en anteriores ocasiones, las prácticas agrícolas intensivas, el uso de productos fitosanitarios peligrosos para los polinizadores, la invasión de otras especies exóticas, plagas y enfermedades, el cambio climático o la pérdida de biodiversidad. entre otras.
Todas estas cuestiones son destacadas en la celebración del primer Día Mundial de las Abejas 2018, la FAO invita a todos los países a promover acciones que ayuden y protejan a estos polinizadores y sus hábitats para que la humanidad se pueda seguir beneficiando de su actividad. Por ello, se han puesto en marcha acciones como la creación del Código Internacional de Conducta para la Gestión de Plaguicidas, marco que define las mejores prácticas que pueden ayudar a disminuir la exposición de los polinizadores a los pesticidas.
El vídeo advierte que la humanidad tiene un gran problema si esto sigue así, pero todo el mundo puede hacer algo para proteger a los polinizadores. A nivel de población son acciones sencillas, como el cultivo de plantas con flor, evitar el uso de insecticidas, educar a las próximas generaciones sobre el valor y la importancia de las abejas y demás polinizadores, su implicación en el sistema alimentario actual, así como todos los beneficios que nos brindan. El mensaje de la FAO es claro, “El futuro de la alimentación depende de nosotros”, pero añadiríamos que especialmente depende de gobernantes y empresas, ya que son quienes pueden llevar a cabo acciones efectivas para preservar a las abejas.
Merece la pena destacar que los principales factores que están diezmando a la población de abejas son el conjunto de los antes citados tal y como explicaba la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea), no se puede hablar de una sola causa en la pérdida de colonias de abejas, cierto es que algunos afectan más que otros y también hay que tener en cuenta el tipo de abeja. Así, las abejas domésticas que polinizan los cultivos y producen miel, tienen más probabilidades de sufrir las consecuencias de las prácticas agrícolas, así como las prácticas de gestión de la apicultura. En cambio, las abejas silvestres son más vulnerables al cambio de la climatología y el hábitat, a esto hay que sumar otro tipo de medidas que se deben aplicar con otros polinizadores como mariposas, aves, murciélagos, etc.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura considera que celebrar cada 20 de mayo el Día Mundial de las Abejas, ayudará a captar la atención sobre el papel esencial que desempeñan las abejas y otros polinizadores y como ayudan a mantener saludables a las personas y el planeta. Será una oportunidad para que Gobiernos, organizaciones, sociedades civiles, empresas y ciudadanos promuevan acciones que protejan y ayuden a los polinizadores y sus hábitats, incrementen su abundancia y diversidad, apoyando el desarrollo sostenible de la apicultura.