Un grupo de investigadores del Quadram Institute Bioscience de Inglaterra ha desarrollado un nuevo método para detectar la adulteración del café, concretamente permite realizar la diferenciación entre el café Arábica y el café Robusta. Los expertos comentan que con la nueva técnica analítica, han detectado que se comercializa café Arabica 100% con un contenido del 10% de café Robusta, lo que supone un claro fraude al consumidor.
Los investigadores explican que el café Arábica cuesta el doble que el café Robusta, ya que requiere condiciones más exigentes de cultivo, tiene un sabor más complejo y contiene más sutilezas, además, su producción es menor que la del Robusta. Por eso la adulteración de este café con una variedad más económica resulta atractiva para quienes quieren aumentar sus ganancias. La diferenciación de los dos tipos de café una vez tostados y molidos es complicada, las catas no son del todo fiables para detectar la adulteración, y menos cuando se habla de una cantidad del 10% o inferior, por ello es necesario recurrir a los análisis químicos.
Los principales componentes de ambas variedades son similares, de ahí que el método analítico se centre exclusivamente en compuestos minoritarios que permiten proporcionar una “huella dactilar del café” para ambas variedades. La actual técnica analítica estándar se centra en la presencia del 16-O-metilcafestol (16-OMC), derivado del cafestol que se encuentra únicamente en la variedad Robusta y no está presente en ninguna de las variedades de la especie Arábica, pero lamentablemente se trata de un análisis caro y además tarda unos tres días en ofrecer resultados.
El nuevo sistema desarrollado por los investigadores del Instituto Quadram para detectar el 16-O-metilcafestol, permite reducir el coste del análisis y obtener resultados en sólo 30 minutos, lo que supone un ahorro significativo de tiempo y dinero. La técnica se basa en el uso de un espectrómetro de resonancia magnética nuclear (RMN), mediante el uso de ondas de radio e imanes potentes se logra obtener información detallada y precisa de la composición molecular de la muestra analizada.
Para caracterizar la huella digital RMN del café Arábica y del café Robusta, los científicos trabajaron con el Royal Botanical Gardens, Kew (Real Jardín Botánico de Kew, responsable de proporcionar las muestras que se debían analizar con una procedencia confiable. El método analítico desarrollado es muy fiable, logra detectar una adulteración del 1% de la variedad Robusta en un paquete que supuestamente debería contener café 100% Arábica. Otra característica interesante del sistema, es que es robusto y puede ser utilizado por personas no especializadas, lo que facilitaría su instalación para controlar las transacciones comerciales.
Los expertos comentan que se trata de un hito importante para detectar el fraude en el café, ya que el 1% es el límite aceptable por una posible contaminación accidental por trazas, superando ese límite se podría hablar de fraude con el propósito de obtener un mayor volumen de ganancias. En la investigación realizada, los expertos utilizaron la técnica en 60 muestras, detectando que seis de café tostado y molido etiquetado como 100% Arábica, contenían niveles significativos de la variedad Robusta que variaban entre el 3% y el 33%.
Por cierto, recordemos que hace algunos años se presentó un método para autentificar el denominado ‘café más caro del mundo’, el café Kopi Luwak. Como en el caso del sistema desarrollado por los expertos del Quadram Institute Bioscience, se desarrolló un análisis por CG-EM del contenido en metabolitos o moléculas que actúan como marcadores y que diferencian este café del resto de variedades del mundo, lo que servía para evitar el fraude y poner orden en este segmento de mercado.
Aunque el 90% de las muestras analizadas por el equipo fueron correctas, los resultados sugieren que algunos cafés pueden no ser tan buenos como se describen, de hecho, según los resultados obtenidos, se desprende que la prevalencia del fraude en todo el sector puede establecerse entre un 5% y un 20%. El fraude es algo que afecta al consumidor, que paga un precio superior por un producto de menor calidad, pero también afecta a los pequeños productores de café y especialmente a los de países en vías de desarrollo.
Los investigadores comentan que una mayor vigilancia en el comercio del café permitirá proteger a los consumidores y garantizar que los productores reciban un precio justo por sus productos. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página web del Quadram Institute Bioscience, y en este otro publicado en la revista científica Food Chemistry.
Foto 1 | John Jones
Foto 2 | David Joyce