Hoy conocemos el trabajo de investigación desarrollado por expertos del Instituto de Tecnología de Georgia (Estados Unidos), en el que se ha desarrollado un sensor que se instala en la boca para medir la ingesta de sodio, lo que sería de ayuda para aquellas personas que quieran realizar un seguimiento de la cantidad total de sodio que ingieren a través de su alimentación, así como recibir consejos sobre la planificación de las comidas en base a la cantidad de sodio que ya se haya consumido.
El dispositivo se basa en una membrana elastomérica ultrafina transpirable que integra un sensor y un sistema electrónico flexible miniaturizado, con tecnología Bluetooth con un alcance de hasta 10 metros, para poder informar de forma inalámbrica y a través de una aplicación en el teléfono móvil, del consumo realizado de sodio. Se planea que el prototipo actual que podéis ver en la fotografía se miniaturice para que pueda ser instalado en una pieza dental de forma discreta y sin que moleste al portador.
Los expertos comentan que al poder monitorizar el sodio ingerido en tiempo real, se podría ayudar a las personas a controlar la cantidad que ingieren de este elemento y aprender a cambiar sus hábitos alimenticios y su dieta en general. El dispositivo se ha creado a partir de la preocupación por la población que sufre problemas como la hipertensión, para que puedan controlar perfectamente la ingesta de sodio, evitando que aumente la presión arterial y, por ende, las posibles complicaciones cardíacas.
De momento se han realizado pruebas con tres voluntarios adultos que durante una semana utilizaron este dispositivo para el control de la ingesta de sodio, en este tiempo siguieron una dieta normal y habitual, consumiendo tanto alimentos sólidos como líquidos. Los expertos comentan que la clave para el desarrollo del sistema intraoral fue la sustitución de componentes electrónicos tradicionales de plástico y metal por componentes biocompatibles y ultrafinos conectados mediante un circuito de malla. Se asegura que el sensor es cómodo de llevar y los datos se transmiten al dispositivo sin ningún problema, datos que posteriormente podrían ser controlados por profesionales sanitarios.
El sensor controla la ingesta diaria de sodio en tiempo real, dependiendo de lo consumido, en el dispositivo móvil aparecerían consejos a fin de no superar los valores máximos diarios recomendados de la ingesta de sodio. Como decíamos, ahora el siguiente paso es poder miniaturizar el dispositivo y eliminar una pequeña batería que debe recargarse diariamente para su funcionamiento, para ello se baraja la posibilidad de alimentarlo inductivamente, utilizando un sistema que pudiera obtener la energía de forma inalámbrica.
Inicialmente el proyecto surgió como objetivo a largo plazo para poder producir un sistema de sabor artificial que permitiera apreciar el dulzor, el amargor, la salinidad y el pH, aunque después se ha trabajado en una línea diferente con los resultados obtenidos mencionados. Sin duda, es un avance interesante que ayudaría a las personas a controlar el consumo de sal de un modo más eficaz, podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de la página web del Instituto de Tecnología de Georgia, y en este artículo publicado en la revista científica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.