¿Por qué aumenta el consumo de bebidas vegetales y desciende el consumo de leche?, ¿cuál es el perfil de los consumidores que han hecho este cambio en su dieta?, ¿qué motiva a la sociedad a cambiar la leche por bebidas de soja, avena, arroz, almendra…? No tenemos la respuesta, porque no hay una sola, hay tantas como personas. Pero de lo que estamos seguros es de que en más casos de los que se pueda imaginar, se debe simplemente al seguimiento de una moda y no sólo en Estados Unidos o España, también en muchos otros países.
Las bebidas vegetales existen desde hace tanto tiempo… pero pasaban desapercibidas para la mayoría de consumidores, en buena parte porque sólo se podían encontrar en tiendas de dietética y en otras tiendas especializadas. Y es que estos productos alimenticios tenían un público objetivo que hoy se ha difuminado, en principio, las bebidas vegetales (a menudo mal llamadas ‘leche vegetales’, en contra de lo que está luchando la industria láctea), estaban dirigidas a personas con alergia a la proteína de la leche de vaca, a intolerantes a la lactosa y a personas que llevan un estilo de vida y alimentación vegana.
Pero hoy en día, quienes más consumen las bebidas vegetales son personas que creen que son más saludables que la leche o simplemente detractores de la leche por motivos éticos, entre otros. Y es que, de un tiempo a esta parte, se ha extendido la idea de que la leche y los productos lácteos son malos para los adultos (es falso), por lo que el sector de la industria láctea ha sufrido un cambio muy drástico, pues de ofrecer un alimento imprescindible (que no lo es) para incorporar un aporte óptimo de calcio en la dieta, ha pasado a ser suprimido de la cesta de la compra de miles de familias.
Es importante destacar que muchas personas han captado un mensaje equivocado sobre este tipo de bebidas alternativas a la leche, básicamente deben saber que nutricionalmente son muy pobres, vale que son más bajas en calorías (algo que atrae a muchos consumidores), pero también son muy poco nutritivas, pues su composición suele ser de más de un 90% de agua (que se paga a precio de oro), por eso muchos fabricantes añaden los nutrientes sintéticos, vitamina D, calcio, ácido fólico, vitamina A… el problema es que estos suplementos no siempre son asimilados por el organismo con la efectividad con la que se asimilan los nutrientes reales.
Y quizá es aún más importante tener consciencia de que ha crecido tanto el mercado de las bebidas vegetales, que muchas de las que se pueden encontrar no son nada saludables, muchas bebidas vegetales se han convertido en productos ultraprocesados, con una lista de ingredientes más cercana a la de un preparado de ‘yatekomo’ que a la de unas legumbres cocidas en conserva, que únicamente llevan la legumbre, agua y sal. Seguramente lo habéis podido comprobar en vuestro supermercado habitual, la variedad de bebidas vegetales es enorme, pero por la calidad nutricional y del producto en general, se salvan muy pocas.
El caso es que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado 44 bebidas vegetales centrándose en las más consumidas y que se pueden encontrar en los comercios a las que acuden la mayoría de consumidores, así que han elegido nueve bebidas de almendras (tres de ellas ecológicas), nueve bebidas de arroz (tres ecológicas), 17 de avena (siete ecológicas) y nueve bebidas de soja (tres ecológicas). El principal objetivo de esta organización es determinar qué productos son mejores y cuáles ofrecen una mejor relación calidad/precio, y para ello, examinaron el etiquetado, la composición nutricional y la presencia o no de contaminantes. Hicieron pruebas de uso, de estabilidad de la bebida, del rastro del vaso, etc. También se llevó a cabo una cata para evaluar el sabor, el aroma, el color… y se tomó nota del precio.
El problema es que las conclusiones sólo están disponibles para los socios de la OCU, así que si lo sois y os interesa conocer qué bebidas vegetales ha valorado mejor esta organización, podéis acceder a su web. El resto de usuarios, sólo podrá ver qué marcas han analizado y el precio, que no siempre coincide con el que cada uno pague en su supermercado, pues imaginamos que hacen una media. De todas formas, más pronto que tarde liberarán la información. Pero tampoco es necesario disponer de los resultados de la OCU para saber cómo elegir una bebida vegetal de calidad.
Si lo que se requiere es una bebida cuyos valores nutricionales sean lo más parecidos a los de la leche de vaca, hay que elegir la bebida vegetal de soja. Recordad que sobre esto se han hecho diversos estudios, y en este post podéis leer el último del que os hablamos. Fue un estudio realizado por investigadores canadienses que compararon las bebidas de soja, de almendras, de coco y de arroz, y concluyeron que la bebida de soja es la mejor de las bebidas vegetales.
Si simplemente se quiere tomar una bebida vegetal por añadir un producto alternativo a la bebida de origen animal, sin preocupar el aporte nutricional porque se cubren las necesidades con la dieta, es imprescindible leer el etiquetado para elegir la bebida que tenga menos ingredientes, sin azúcares añadidos, sin grasas añadidas y sin aditivos. Por ejemplo, una buena bebida vegetal de soja únicamente debe estar compuesta de agua, habas de soja y normalmente añaden algo de sal. Así que vigilad etiquetados porque muchas añaden fructosa, azúcar, estabilizantes, aromas…
Y si lo que se busca es una bebida vegetal más saludable y nutritiva y con buen sabor, lo mejor es hacerla en casa, con un mayor porcentaje de avena, almendra, soja, arroz, avellanas, anacardos, coco… que las comerciales y a un precio más económico. Actualmente disponemos de muchos utensilios y accesorios de cocina que hacen que sea muy fácil y rápido elaborar bebidas vegetales, desde una simple bolsa como esta, a un extractor de vegetales.
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