La EFSA ha realizado una evaluación de la seguridad de las catequinas del té verde y de otras bebidas similares a raíz de las preocupaciones sobre los posibles efectos negativos que este antioxidante polifenólico puede tener para el hígado. Según los resultados, las catequinas son generalmente seguras si se obtienen de las infusiones, pero pueden plantear problemas de salud si se consumen como suplemento, determinando que una dosis de 800 miligramos o más por día, puede provocar problemas de salud.
Las catequinas son antioxidantes polifenólicos presentes en algunas plantas y actúan como metabolitos secundarios, compuestos químicos sintetizados por las plantas que cumplen funciones que no son esenciales para ellas. Estas sustancias proporcionan un característico sabor astringente y amargo al té, además, tienen propiedades saludables interesantes, de ahí que sea tan ampliamente recomendado y consumido.
La EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) explica que aunque se han realizado estudios mostrando los beneficios de estos compuestos, también se han recogido informes que advierten sobre sus posibles efectos perjudiciales, preocupaciónes planteadas por los países nórdicos tras encontrar varios casos de daño hepático asociado al consumo de productos con base de té verde.
Los expertos de la EFSA analizaron una de las catequinas más abundantes en el té verde, el galato de epigalocatequina (EGCG), un antioxidante que está presente en una concentración muy elevada debido al proceso de elaboración al que se someten las hojas. En la evaluación realizada se analizaron los posibles vínculos entre el consumo de galato de epigalocatequina a través de infusiones de té verde o a través de suplementos, con el daño hepático.
Según los resultados, con las infusiones no existen indicios, a nivel general, de que el compuesto pueda provocar daños en el hígado, incluso si el consumo es elevado (aunque algunas investigaciones advierten que no es recomendable abusar del té verde). Se destaca que en algunos casos el daño hepático causado es debido a reacciones raras e impredecibles, pero se trata de algo minoritario. Por ello, la conclusión a la que se llega es que las infusiones de té verde elaboradas con agua caliente, y las bebidas de té verde instantáneas y listas para su consumo, son seguras.
Sobre los suplementos nutricionales, los investigadores de la agencia comentan que en base a los estudios realizados con seres humanos bajo supervisión médica, una dosis diaria de 800 miligramos de galato de epigalocatequina podría asociarse a algunos síntomas iniciales de daño hepático. Con dosis inferiores no se constataron estos indicios, pero no se ha podido identificar una dosis segura con los datos disponibles, tema pendiente para la EFSA.
Sobre los suplementos, destinados generalmente a las personas adultas, la EFSA comenta que el contenido en catequinas del té verde varía entre los 5 y los 1.000 miligramos, mientras que si se ingieren infusiones, el contenido en catequinas varía entre los 90 y los 300 miligramos, aunque los adultos que consumen mucho té verde, pueden llegar a ingerir hasta 886 miligramos de media al día.
La EFSA recomienda que se realicen nuevas investigaciones sobre los efectos de las catequinas del té verde, poner en marcha un etiquetado que sea más claro y transparente para los productos que se comercializan y que se basan en esta variedad de té, especialmente en los suplementos y en relación al contenido de catequinas y a sus posibles efectos para la salud. Ahora, habrá que enviar el informe realizado a la Comisión Europea para que decida los pasos que se deberán seguir en cuanto a la gestión del riesgo. A través de este artículo publicado en la revista científica EFSA Journal podréis conocer todos los detalles de la investigación.
Foto 1 | Manabu Itoh
Foto 2 | Barta IV