Da la impresión de que la industria cárnica augura un futuro sombrío para el actual modelo de producción de carne, esto se puede deducir al comprobar que esta industria está invirtiendo en las compañías que trabajan en el desarrollo de la denominada carne de laboratorio o ‘carne limpia, segura y sostenible’, como la definen sus creadores. Como ya hemos explicado anteriormente, se trata de producir carne a partir de células de carne de vacuno, de aves, etc., sin necesidad de matar a un animal para obtener el alimento.
A principios de mes podíamos saber que el Grupo PHW, uno de los productores más importantes de Europa de aves de corral, se asociaba a la startup israelí Supermeat, dedicada a la investigación y producción de carne de pollo in vitro, hoy podemos saber que Tyson Foods, el procesador de carne más grande del mundo, ha decidido invertir en la carne de laboratorio, concretamente en el trabajo que desarrolla Memphis Meats, empresa creada por un grupo de investigadores, expertos en salud y amantes de la cocina que trabajan con el objetivo de contribuir en el desarrollo de un sistema alimentario que sea más eficiente y mejor para el planeta y sus habitantes.
Como ya explicaba Josh Tetrick, CEO de la empresa estadounidense Hampton Creek, la carne de laboratorio puede ser una oportunidad para las compañías cárnicas convencionales, por tanto, no es extraño que veamos que estas grandes compañías invierten en lo que se podría considerar su competencia, quizá en un futuro a medio plazo estas grandes compañías de producción de carne tradicional se renueven y conviertan la producción de carne de laboratorio, cultivo, in vitro… en su actividad principal.
Claro, que este no es el único movimiento realizado por Tyson Foods, hace unas semanas esta compañía invirtió en Beyond Meat, una empresa que trabaja en la producción de alimentos sustitutivos de la carne basados en las proteínas vegetales. Con la inversión de Tyson Foods en Memphis Meats se puede decir que esta compañía reafirma su compromiso de alejarse de su modelo de producción tradicional, al menos eso es lo que parece, aunque quizá lo que pretendan es controlar con el tiempo los dos negocios. Se podría tratar de un símil a lo ocurrido con buena parte del mercado de los alimentos ecológicos, mercado que está controlado por grandes compañías que no quieren que se etiqueten los alimentos que contienen materias primas transgénicas, algo de lo que hablábamos aquí.
Tyson Foods se suma así a otros inversores de la empresa, uno de ellos casualmente es la corporación multinacional Cargill, dedicada a la compra-venta de mercancías agrícolas, incluida la carne, siendo el principal proveedor de carne de muchas compañías. Con estas inversiones y según leemos aquí, Memphis Meats va a poder acelerar su actividad y lanzar mucho antes los productos que desarrolla al mercado, recordemos que en el año 2016 esta empresa presentó una albóndiga elaborada con carne de cultivo que fue el ingrediente estrella de una receta italiana cocinada por el chef Dave Anderson. Los expertos que formaban un panel de cata y la probaron, comentaron que el aroma y el sabor eran idénticos a los de una albóndiga tradicional.
Las inversiones que está realizando el sector de la carne tradicional está acelerando el desarrollo de la producción de carne de laboratorio, para algunos es una buena noticia, ya que se trata de una solución capaz de revolucionar la industria de la alimentación, haciéndola más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. En la producción de carne se requerirá un 99% menos de tierra, un 90% menos de agua y se emitirá un 90% menos de gases de efecto invernadero, a esto hay que añadir que no será necesario matar animales, la carne no contendrá pesticidas, antibióticos o restos de sustancias similares.
Según los datos facilitados por la FAO, un 40% de los alimentos que se cultivan en el planeta se destinan a la alimentación animal, los pronósticos auguran que esa cifra podría incrementarse hasta el 60% en las próximas dos décadas debido a que la demanda de carne crece año tras año, sobre todo por las nuevas clases medias de los países emergentes. Con una creciente población, la limitación de recursos como el agua y la tierra, los problemas como el calentamiento del planeta y el cambio climático, etc., se valoran las soluciones como la carne de cultivo, sobre todo porque es prácticamente imposible cambiar la dieta de la población para que deje de comer carne. La solución pasa por los productos innovadores que ofrecen empresas como Memphis Meats.
No será extraño que en los próximos meses conozcamos nuevas inversiones del sector cárnico tradicional en estas nuevas empresas. Por cierto, merece la pena recordar que Mark Post, creador de la primera hamburguesa elaborada con carne cultivada en un laboratorio, auguraba hace un par de años que la carne de laboratorio podría provocar el fin de la ganadería tradicional tal y como la conocemos, parece que sus conclusiones están cada vez más cerca de hacerse realidad.