El Comité de Auditoría Ambiental de la Cámara de los Comunes del Reino Unido ha elaborado un informe en el que analiza el crecimiento de la industria del café y el negocio de las cafeterías, y el volumen de vasos desechables que se utilizan cada año. Según sus datos, en la actualidad se han cuadruplicado las cafeterías con respecto a los datos del año 2000, y uno de cada cinco consumidores visita este tipo de establecimientos, lo que supone el uso de miles de millones de tazas desechables, lamentablemente sólo se recicla el 0’25% de estos recipientes.
El informe determina que alrededor de unas 500.000 tazas desechables se utilizan a diario en el Reino Unido, siendo un auténtico desastre medioambiental, ya que prácticamente su totalidad va a parar a la basura. La investigación analiza cómo se puede reducir el volumen de desechos, reciclarlos y reutilizarlos, determinando que el método de gestión de residuos más interesante es la prevención. Pues bien, los parlamentarios del Reino Unido están pidiendo que se aplique un impuesto en las tazas de café desechables de 25 peniques (28 céntimos de euro), este gravamen sería una herramienta de transición que podría acabar prohibiendo los vasos desechables en un plazo de cinco años.
El informe apunta que algunos grandes minoristas de café ofrecen un descuento de 25 peniques si los clientes traen su propia taza, pero el conocimiento de esta medida y su aceptación es muy baja, sólo un 1% de los clientes la utilizan. Por tanto, se considera que la evidencia demuestra que es más efectivo un impuesto que un descuento, algo que podría reducir en un 30% el uso de los vasos desechables. A raíz de los resultados de este informe presentado a finales de diciembre del año pasado, el Comité de Auditoría Ambiental recomendó el mencionado impuesto al Gobierno, destinando el dinero recaudado a la inversión en instalaciones de reprocesamiento para garantizar que las tazas desechables restantes se reciclan.
Hay que decir que estos vasos no se pueden reciclar por los canales habituales, ya que su composición (cartón y polietileno) es difícil de separar y, por tanto, las fábricas de papel no las aceptan. Los expertos apuntan que el tema de los vasos desechables es sólo la punta del iceberg en lo que se refiere a los problemas relacionados con el reciclaje de envases. El informe es bastante completo, en él se trata este problema a conciencia y desde todos los puntos de vista, ofreciendo además posibles soluciones, siendo el impuesto una de ellas.
A raíz de este informe, los diputados del Reino Unido han solicitado una serie de medidas, el mencionado impuesto de 25 peniques por taza desechable, introducir una prohibición del uso de este tipo de envases si no se cumple en un plazo de cinco años el objetivo de que todas las tazas para llevar sean perfectamente reciclables, gravar a las cadenas de cafeterías para deshacerse de estos envases o poner en marcha un mejor etiquetado que eduque a los consumidores, entre otras. Algunos diputados han comentado que los productores y distribuidores de tazas de café desechables no han tomado medidas para rectificar el problema, por lo que es necesario que el gobierno actúe y tome cartas en este asunto.
Los diputados comentan que las tazas de café desechables son un problema de desperdicio evitable, si el Reino Unido no puede confiar en su sostenibilidad futura, el gobierno debería prohibirlas. Cierto es que algunas cadenas han llevado a cabo iniciativas para el reciclado de las tazas, pero son una gota de agua en un océano, siendo insuficientes para poder afrontar el problema. Algo que molesta es el hecho de hacer creer durante años a los consumidores que los envases son ampliamente reciclables cuando en realidad no lo son.
También sería necesario centrar la atención en la industria del agua envasada, recordemos que en el mundo se compra un millón de botellas de plástico por minuto, un material que a pesar de ser muy reciclable, no se recicla lo suficiente, ni mucho menos, el 91% de las botellas no son recicladas porque a la industria no le interesa trabajar con RPet (Pet reciclado) y este es un grave problema medioambiental que debería ser igualmente abordado, ya que el peligro que supone el plástico para los océanos y el medio ambiente en general está sobradamente constatado.
Según explican aquí, algunas cadenas, como Starbucks, han anunciado que van a poner en marcha un gravamen de cinco peniques por cada taza desechable durante un periodo de tres meses en una veintena de cafeterías londinenses, el dinero recaudado se destinará a realizar un estudio sobre cómo cambiar el comportamiento del consumidor y animar al uso de tazas reutilizables. Pero no hay que engañarse, este tipo de acciones no son las más adecuadas, es necesario cambiar el modelo de negocio, prohibir este tipo de envases o recipientes y buscar otras alternativas, aplicar un impuesto se podría evitar yendo directamente a la fuente del problema, ya que parece que los gravámenes son mano de santo y solucionan todos los problemas, y no es así.
A través de este documento (Pdf) podéis leer el informe del Comité de Auditoría Ambiental y sacar vuestras propias conclusiones.
Foto 1 | Keiichi Yasu
Foto 2 | bsustainability