En casa de nuestra familia hay costumbre de hacer decenas de crêpes, pues cuando nos juntamos muchos, es habitual ponerlos en el centro de la mesa con un montón de platillos alrededor en los que hay distintos ingredientes, tanto salados como dulces, con los que rellenarlos. Ahora lo hacemos con mucha menos asiduidad, pero era como hacer una comida temática a base de crêpes, y siempre surgía alguna nueva y deliciosa combinación. El caso es que desde hace un tiempo, en estas reuniones familiares suelen sobrar crêpes, por lo que una solución para no tener que acabar aborreciéndolos o tirándolos, es congelarlos.
Como es posible que os encontréis con el caso de que hagáis una tanda de crêpes y no la terminéis de una vez o que queráis aprovechar que os ponéis a cocinarlos para hacer de sobra y tenerlos guardados, nos parece que os interesará saber cómo congelar crêpes una vez que están hechos. Por cierto, si os estáis preguntando si se pueden guardar los crêpes en la nevera o frigorífico y cuánto tiempo, pues decir que sí, que conviene taparlos muy bien con film transparente o en un táper con tapa hermética, y que se pueden conservar unos dos o tres días.
Lo cierto es que para quienes gustan las crepes para desayunar de vez en cuando, para hacer algunos postres ocasionalmente, para hacer una cena rápida e informal… Puede ser preferible tener estas finas tortitas congeladas que hacer la masa cada vez que apetecen y tener que tirar parte de ella o de las tortitas que terminan estropeándose en la nevera. Así que vamos a contaros cómo preparar las crepes para congelarlas, es muy fácil y sencillo.
El material necesario es papel vegetal y bolsas de congelación (con cierre tipo cremallera, como las bolsas Ziploc). En nuestro caso, al utilizar hojas de papel vegetal en lugar de rollo, en lugar de cortarlo del tamaño de las crepes doblamos el papel formando medio rombo, de modo que nos sirve para separar dos crepes.
El sistema o la forma en que coloquéis las crepes cubriéndolas y separándolas totalmente con papel vegetal puede adaptarse a vuestro gusto o necesidades, pero si es importante que queden bien aisladas para que al descongelar queden perfectas. Una vez que las crepes están bien colocadas y separadas con el papel vegetal, se pueden introducir en la bolsa y cerrarla extrayendo el máximo de aire posible.
El siguiente paso es introducir la bolsa en el congelador, y listo, las crepes se congelarán y se podrán conservar así unos dos o tres meses, mejor no dejarlas más. Tampoco conviene apilar demasiadas crepes en una bolsa para que la descongelación sea más sencilla. Llegado este momento, bastará con sacar la bolsa de crepes del congelador para dejarla en el frigorífico hasta que estén descongeladas.
Para disfrutar de unas crepes como recién hechas, después de haberlas congelado, bastará con pasarlas por la sartén caliente unos segundos, aunque dependiendo de cómo las vayáis a servir, pues si se van a hornear con algún relleno (en plan canelones), no será necesario este paso previo. Esperamos que este consejo para congelar las crepes caseras os resulte útil.