La Comisión Europea anunciaba recientemente la puesta en marcha de una consulta pública, a nivel comunitario, que se mantendrá hasta el próximo 17 de noviembre, sobre cómo construir una cadena de suministros alimentarios más justa, invitando a ciudadanos, agricultores y cualquier parte interesada a compartir sus puntos de vista sobre el actual funcionamiento de la cadena de suministros.
Posiblemente, para muchos esto puede parecer una puesta en escena un tanto absurda, no es posible que ahora la Comisión Europea hable de que existen indicios de que el valor añadido en la cadena de suministro de alimentos no se distribuye adecuadamente en todos sus niveles. Cita como ejemplo las diferencias del poder de negociación de los operadores más pequeños, como por ejemplo los agricultores y pequeñas empresas ante las grandes compañías e intermediarios. Esto es algo que la CE conoce desde hace muchos años, recordemos que en el año 2008 se anunció que Europa vigilaría el precio de los alimentos, los movimientos especulativos y sus repercusiones en el mercado, algo que no se materializó.
En el año 2009, el Parlamento Europeo propuso la creación de una base de datos europea del precio de los alimentos, con esta medida se pretendía mostrar a los ciudadanos comunitarios los movimientos especulativos que se estaban realizando con los alimentos y las consecuencias que estos tenían para productores y consumidores, ¿sirvió para algo?, evidentemente no. En definitiva, si vamos realizando un histórico del tema sobre los últimos 10 años, comprobaremos que se ha hablado en varias ocasiones de los problemas que afectan a la cadena de suministros de alimentos, así como de las medidas que se podían adoptar.
A lo largo de los últimos años y en el caso de España, hemos estado realizando un seguimiento del IPOD (Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos), indicador cuyo histórico podéis consultar aquí y en el que se pueden conocer el precio de 25 alimentos básicos en la cesta de la compra, tanto en origen (el campo) como en el destino (los consumidores). Se puede comprobar que el hundimiento de los precios en origen y el encarecimiento en el mercado ha sido una tónica destacada, en muchas ocasiones sin que existan causas justificadas, como una escasa producción, una amplia demanda frente a una oferta ajustada, etc., apuntando que la situación eran movimientos especulativos de los intermediarios.
Pero este es uno de muchos problemas que la CE conoce y, por supuesto, también conoce las soluciones, desde hace años se pide una legislación que regule los márgenes comerciales de los productos agroalimentarios, tanto a nivel nacional como a nivel comunitario, algo que ha sido ignorado y que ha permitido que la cadena de suministros sea desequilibrada e injusta. Ahora la Comisión Europea nos sorprende con este anuncio invitando a ciudadanos y agricultores a que compartan su opinión, es decir, lo que han denunciado durante años recibiendo largas como respuesta.
Phil Hogan, Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la UE, comenta que los agricultores son el primer eslabón de la cadena de suministros y sin ellos no habrá alimentos que procesar, vender y consumir. El comisario comenta, además, que a pesar de esta realidad, se observa que este eslabón es el más débil y el que más sufre las prácticas comerciales desleales. La CE está interesada en evaluar el nivel de transparencia del mercado en toda la cadena de suministro y dónde puede mejorarse teniendo en cuenta que es necesario que exista cierto grado de competencia. Se considera que esta consulta ayudará a evaluar y juzgar si es necesario que se introduzcan mecanismos complementarios de transparencia en el mercado comunitario, algo que lamentablemente suena a chiste, ya que estas declaraciones se han pronunciado en anteriores ocasiones, aunque es verdad que en esta ocasión la situación ha cambiado al pedir la participación de las partes interesadas.
Esta consulta se ha diseñado para basarse en las conclusiones del Grupo de Trabajo sobre los Mercado Agrícola (AMTF) establecido por el comisario el año pasado. En su momento la AMTF realizó una serie de recomendaciones para poder abordar este desequilibro en la cadena de suministros, por ejemplo, acabar con las prácticas financieras desleales mediante legislación, incrementar la transparencia en la cadena, proporcionar un mayor apoyo financiero a los agricultores, etc. Estas medidas a día de hoy siguen siendo consideradas, barajando si podrá fortalecer el papel de los agricultores en la cadena alimentaria, por lo que se deduce que seguirán estando sobre la mesa sin que se apliquen hasta que se acabe la consulta presentada.
En definitiva, se vuelve a marear la perdiz con este tema, dando la impresión de que se da largas a soluciones propuestas hace años que habrían aliviado la situación. Podéis conocer el anuncio realizado a través de este artículo publicado en la página web de la Comisión Europea.
Foto 1| thebittenword.com
Foto 2 | James Almond