En los Países Bajos y en Alemania se han retirado y destruido millones de huevos de las estanterías de los centros comerciales y almacenes por contener un alto nivel de un ingrediente presente en insecticidas cuyo uso está prohibido en la producción de alimentos para consumo humano por riesgo de toxicidad. El ingrediente en cuestión es el fipronil, habitualmente presente en insecticidas utilizados para combatir las plagas de ácaros, garrapatas, piojos, etc., y que se suele aplicar en animales que no están destinados a la alimentación humana.
Esta sustancia ha sido considerada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como altamente tóxica, ya que puede causar eczemas y provocar daños en los riñones, el hígado y las glándulas tiroideas si se ingiere en grandes cantidades en un plazo prolongado. Los expertos indican que los adultos pueden consumir tres huevos que contengan esta sustancia por semana sin que les afecte, ya que el contenido de fipronil no es muy elevado, pero en el caso de los niños se recomienda un consumo cero.
Casi 180 granjas avícolas holandesas han sido clausuradas temporalmente, según comenta la Nvwa, Autoridad de Seguridad Alimentaria holandesa que el pasado 26 de julio puso en marcha una investigación en las granjas ante la sospecha de la presencia del insecticida, aunque el punto de partida inicial para el estudio fue la identificación a principios de año de una compañía de servicios para el tratamiento de plagas en las aves de corral que utilizaba insecticidas con este ingrediente.
En las pruebas realizadas en las granjas se ha detectado la presencia de fipronil en la sangre, en los excrementos y en los huevos de las aves, y aunque de momento se ha concretado la presencia de esta sustancia en Alemania y en los Países Bajos, parece ser que algunas partidas de huevos podrían haber sido adquiridas por Polonia, el Reino Unido y Francia, pero de momento no se ha detectado que se estén comercializado huevos contaminados en estos países. Sin embargo, no se comenta nada sobre la posibilidad de que los huevos se hayan utilizado para la elaboración de otros productos alimenticios, pudiendo estar el insecticida presente en ellos.
Se sospecha que los insecticidas ilegales se han estado utilizando durante al menos un año en granjas de los Países Bajos, pero no hay modo de comprobarlo y tampoco se puede saber si estos huevos posiblemente contaminados han sido exportados a otros países. Por el momento se han dado a conocer los lotes de huevos que tenían un nivel elevado de fipronil para que los consumidores los eviten, considerando que representan un grave riesgo de salud pública. Aunque se habla de unas 180 granjas, en realidad todavía se está estimando el número de granjas que han sido afectadas por el problema, ya que actualmente unas 600 se encuentran bajo investigación.
Varias cadenas de supermercados han retirado los huevos identificados por los códigos procedentes de los Países Bajos, por ejemplo Lidl y Aldi, a esto hay que sumar que casi un millón de huevos que debían ser exportados esta semana a Alemania, han sido retenidos y retirados por las autoridades fronterizas, por lo que se puede deducir que han sido millones de huevos los que han alcanzado el mercado de algunos países comunitarios. De hecho, se cree que antes del 22 de julio casi tres millones de huevos procedentes de las empresas en las que se han utilizado insecticidas con fipronil, han sido enviados a Alemania. En Bélgica también ha salpicado este escándalo alimentario, numerosos productores de ese país han tenido bloqueadas sus producciones a la espera de los resultados de las inspecciones.
En los Países Bajos existen casi mil granjas de gallinas ponedoras que producen más de 11.000 millones de huevos al año, la mitad de esta producción se exporta a Alemania, dado que a principios de año ya se sospechó del uso ilegal del insecticida, se ha criticado a la Autoridad de Seguridad Alimentaria holandesa por el manejo deficiente de la situación, ya que al principio los responsables de esta agencia comentaron que no existía peligro alguno, pero como podemos comprobar, posteriormente se ha emitido una alerta advirtiendo del riesgo del consumo de los huevos.
En la página de la Nvwa se ha publicado una relación de los códigos de los huevos que no deben ser consumidos, así como una relación de preguntas y respuestas sobre el fipronil, qué es, cómo afecta a la salud, qué ocurre con los alimentos procesados que contienen los huevos contaminados, qué precauciones se deben tomar, el tipo de huevos que pueden contener la sustancia, de producción industrial, tradicional o ecológica, si se puede consumir el pollo que haya sido expuesto a la sustancia, etc. De lo que no se habla es de las precauciones y acciones que deben llevar a cabo las empresas que han utilizado los huevos en la elaboración de otros alimentos, tampoco se ha dado a conocer la relación de las empresas implicadas en el problema o las que han recibido los huevos en el último año para la elaboración de otros alimentos.
Podéis conocer todos los detalles de este nuevo escándalo alimentario europeo con los huevos a través de la página oficial de la Nvwa.
1 comentarios
Los defensores del TTIP y del CETA estaran celebrandolo a lo grande.