Poco a poco se va ampliando la lista de países que introducen el etiquetado de origen para la leche, otros como Italia, Grecia, Finlandia, Lituania y Portugal, lo han solicitado a la Comisión Europea queriendo secundar el ejemplo de Francia, recordemos que este país puso la medida en marcha este mismo mes a modo de prueba durante un plazo de dos años, etiquetando además el origen de la carne procesada y los productos lácteos.
Grecia notificó a la Comisión Europea que quería etiquetar el origen de la leche, los productos lácteos y la carne de conejo, Finlandia notificó su intención de etiquetar el origen de la leche y el aguamiel, Italia notificó su intención de etiquetar el origen de la leche y los productos lácteos, finalmente Portugal y Lituania anunciaron que pondrían en marcha el etiquetado de origen en algunos productos lácteos. Como ya comentamos en su momento, desde el anuncio de Francia se ha producido un efecto dominó y parece ser que lo más probable es que este tipo de identificación termine introduciéndose en la UE.
Pues bien, esta semana se ha anunciado que Portugal introducirá el etiquetado de origen en la leche, el Ministro de Agricultura de ese país ha explicado que será un etiquetado obligatorio que cuenta con el beneplácito del sector. Los consumidores van a poder saber con certeza de dónde procede la leche que se comercializa en los supermercados y así elegir si prefieren tomar leche producida en el país o si no les importa el país en el que se haya producido. La Confederación Nacional de Agricultura de Portugal se muestra satisfecha con el anuncio, considerando que es una medida justa y positiva para productores y consumidores.
Como es de esperar, es una medida que no agrada a la industria agroalimentaria de la Unión Europea, en más de una ocasión este sector ha argumentado que este tipo de medidas tienen un impacto negativo en el mercado que pasa factura a productores y consumidores. También se ha argumentado que se trata de una medida proteccionista que puede causar la fragmentación del mercado único en el sector de los alimentos y las bebidas. Para crear más alarma, incluso se ha asegurado que la introducción del etiquetado de origen obliga a realizar complicados y costosos cambios que repercuten en el precio de los alimentos.
Estos argumentos no convencen, y los distintos países se tiran a la piscina, no se puede argumentar que el hecho de querer saber de dónde proceden los alimentos que se adquieren sea una medida proteccionista. Con la identificación del país de origen se permite a los consumidores tomar decisiones informadas, que tengan más confianza e incluso que se mejore la seguridad del producto, adiós a las mezclas y a otras adulteraciones que se pueden realizar. Merece la pena recordar que la leche está entre los 10 alimentos con mayor riesgo de fraude en Europa, por lo que para muchos esta medida es todo un acierto.
La Confederación Nacional de Agricultura de Portugal comenta que un consumidor que es consciente de las preocupaciones sociales del país, podrá optar por adquirir el producto nacional, esto quizá si se puede considerar proteccionista, pero la realidad es que es necesario mirar por los propios intereses y serlo un poco. Por ejemplo, si hablamos de frutas, ¿por qué vamos a comprar naranjas de Sudáfrica si tenemos unas magníficas naranjas nacionales? Compramos calidad y además se contribuye a mantener el tejido económico agrario, de lo contrario comemos peor calidad, favorecemos la caída de los precios y la desaparición del cultivo nacional, y eso sin hablar del impacto medioambiental.
Por cierto, antes hemos citado a Italia, ese país ha anunciado esta semana que en un plazo de unos tres meses entrará en vigor el etiquetado de origen en los productos lácteos a modo de prueba y durante un periodo de dos años que finalizará en marzo de 2019. Portugal se convierte en el segundo país de la Unión Europea en adoptar esta medida que ha requerido autorización comunitaria y que, según leemos aquí, ha tardado cinco meses en llegar.
De todos modos, hay que decir que aunque el Ministro de Agricultura haya anunciado el etiquetado de origen de la leche en Portugal, la medida debe ser examinada por el Consejo de Ministros y no se ha aclarado si se aplicará únicamente a la leche o también a los productos lácteos elaborados y ligeramente procesados, algo que se dará a conocer en breve. Posiblemente en las próximas semanas tendremos noticias de otros países que adoptan la medida, ¿la solicitará España?
Foto | Yaniv Ben-Arie