En el mes de abril nos hacíamos eco de un informe de la consultora Nielsen en el que se concluía que las bebidas vegetales estaban incrementando de forma significativa su cuota de mercado. En los últimos cinco años, la venta de la denominada “leche de almendras” había experimentado un crecimiento del 250%, mientras que la venta de leche de vaca ha estado cayendo año tras año, incluso habiendo reducido su precio con el fin de recuperar cuota de mercado.
Pues bien, parece que a la industria láctea estadounidense no le hace ninguna gracia que estas bebidas alternativas se describan como “leche de”, y pide a la FDA que haga cumplir la normativa de identidad de la leche 21 CFR § 131.110 (Pdf), algo similar a lo que se determina en el Reglamento CE 1308/2013 (Pdf) de la Unión Europea, en el que se protege el uso de los términos lecheros, aunque no tan elaborado y proteccionista. 34 legisladores apoyan a la industria láctea y han redactado un documento que ha sido enviado a la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos), solicitando el cumplimiento de dicha normativa.
En ella se describe qué es la leche, cómo se obtiene, a qué procesos se somete, qué métodos se utilizan para analizar su composición, etc. En base a la definición que se le da a la leche, fabricantes y legisladores consideran que el uso del término “leche” por los fabricantes de bebidas alternativas, confunde a los consumidores, perjudica a la industria láctea y además se trata de una violación de la normativa de identidad de la leche. Por tanto, se solicita que se abra una investigación y se tomen las medidas oportunas contra aquellos fabricantes de bebidas alternativas que utilizan el término mencionado en las descripciones. Hay que aclarar que, aunque en el envase no se lee la palabra leche, ésta aparece en el etiquetado de los ingredientes o en otros enunciados hablando de sus propiedades.
Parece ser que en el año 2015 se desestimaron las alegaciones de una empresa láctea contra un fabricante de bebidas alternativas por utilizar la descriptiva ‘leche de soja’, el argumento era que inducía a error a los consumidores y violaba las normas de la FDA (lo mismo que ahora expone la industria láctea). El juez desestimó dichas alegaciones considerando que un consumidor con sentido común, no confundiría la soja con la leche de vaca. A esto hay que añadir que el juez consideró que el hecho de que exista una normativa federal de la identidad de la leche, no implica la exclusión categórica del uso del término por otras empresas, haciendo referencia a los fabricantes de bebidas alternativas.
Evidentemente, las normas evitan que una empresa ofrezca un producto como si fuera leche si no cumple con la definición regulatoria de la leche. En este caso, el juez explicó que el fabricante no anunciaba su producto como “leche de soja”, lo que implica que no existe intención de engañar o confundir al consumidor. No importa si la industria láctea estadounidense no quiere que la industria de las bebidas alternativas utilice la designación leche, aunque se deje de utilizar, el segmento seguirá creciendo imparable, ya que cada vez son más los consumidores que quieren adquirir alimentos más sanos, naturales y que se hayan obtenido de forma respetuosa con el medio ambiente.
El juez consideró que al designar a la bebida a base de soja como “leche de soja” no violaba las leyes federales, ahora se pronuncia nuevamente considerando que no existen justificaciones en ese documento enviado a la FDA. En el 2015 el Tribunal consideró que “leche de soja” y otros términos relacionados cumplían con los requisitos de un nombre común. Los fabricantes de bebidas alternativas sí están obligados a describir con precisión sus productos para que no haya duda de las materias primas con las que se han elaborado y que no guardan similitud con la leche de vaca. Se volvió a reafirmar que resultaba inverosímil que un consumidor pudiera confundir una de estas bebidas alternativas con la leche de vaca.
Esto no ocurre en Europa, ponemos como ejemplo la bebida de avellanas que tenemos en la despensa, si leemos todo lo que aparece en el envase, podremos comprobar que el término ‘leche’ no aparece ni una sola vez, explicando claramente que se trata de una bebida elaborada con avellanas y otros ingredientes. No ocurre lo mismo con la carne, recordemos que no hace mucho hablábamos de la solicitud realizada por dos europarlamentarios a la CE, pidiendo con carácter urgente una legislación para que los alimentos vegetarianos sustitutos de la carne dejaran de utilizar términos propios de los productos cárnicos, de ello hablábamos aquí.
Según explican aquí, la Federación Nacional de Productores de Leche ha estado presionando a la FDA para que tome medidas y evite que la industria alternativa utilice el término “leche” en el etiquetado, hay que decir que desde hace algunos años, el sector lácteo ha estado solicitando esta medida, pero parece que la FDA no hace mucho caso al respecto. Como cabía esperar, se cita como ejemplo la regulación de la Unión Europea, y en cierto modo se invita a secundar su ejemplo. Por cierto, recordemos que en el caso de los derivados lácteos ocurre lo mismo, en abril hablábamos sobre una sentencia de un Tribunal alemán en la que se concluía que el ‘queso de soja’ no es queso, y no se puede designar como tal, algo en lo que también se pronunció la Comisión Europea explicando que la designación ‘queso’ no puede ser utilizada para un producto que no está realmente elaborado con leche animal.
Si sumamos el crecimiento de las bebidas vegetales y la pérdida de cuota de mercado que está sufriendo la industria láctea, es lógica esta reacción, pero como ya hemos comentado, aunque se dejará de utilizar el término, el mercado de las bebidas vegetales seguirá creciendo y no habrá sido porque se haya beneficiado de la reputación de “leche” para comercializar sus productos. Para algunos, la leche de vaca tiene los días contados, consideran que se está poniendo fin a su reinado en las últimas décadas como bebida beneficiosa para la salud por su contenido en proteínas y calcio. A medida que los consumidores han aprendido que la leche no es la única fuente de calcio, y han recabado información acerca de los efectos negativos del consumo de productos lácteos para la salud y el medio ambiente, han empezado a sustituir la leche de vaca por la bebida vegetal.
A través de este enlace (Pdf) podréis leer la carta que se ha enviado a la FDA con los argumentos expuestos para que se deje de utilizar el término ‘leche’ por la industria de las bebidas aletrnativas.
Foto 1 | Breville USA
Foto 2 | JeepersMedia