Los productos elaborados con trufa se encuentran todo el año, pero quizá llaman más la atención cuando la trufa negra está de temporada, así que en estas fechas en el mercado encontramos con más facilidad quesos, pastas y otro tipo de productos condimentados con trufa de verano, trufa negra o aromatizantes. Evidentemente, hay distintas calidades, así que cada cual, dentro de sus posibilidades, puede comprar lo que le convenza, pero si no convence… mejor no comprar nada, pues siempre es mejor una buena pasta fresca que una mala pasta con ‘trufa’.
Pero a lo que vamos, a compartir con vosotros una sencilla receta de pasta con trufa que está para chuparse los dedos. Se trata de unos Tagliolini de trufa negra con yema escalfada y queso de cabra curado, además añadimos unas avellanas tostadas picadas que además de sabor, aportan el toque crujiente al plato. En menos de media hora podéis tener preparado este plato que es ideal para el fin de semana, así que tomad nota de la receta y recordad elegir una buena pasta para disfrutar.
Ingredientes (4 comensales)
- 300 gramos de tagliolini de trufa negra (pasta fresca)
- 4 yemas de huevo de corral
- 60-80 gramos de queso de cabra curado
- 16 avellanas tostadas
- c/n de sal
- c/n de aceite de oliva virgen extra
- c/n de aceite de trufa negra
- c/n de flor de sal negra.
Elaboración
Prepara todos los ingredientes para hacer la receta, una buena mise en place, por muy sencilla que sea la receta, facilita su elaboración y el éxito en el resultado. Como la pasta es fresca, la cocción será muy rápida y conviene tener todo preparado, también los utensilios que se vayan a necesitar.
Saca la pasta fresca del paquete, separa las yemas de las claras de los huevos, las claras las puedes guardar en la nevera o en el congelador para otra elaboración, las yemas deberán escalfarse muy brevemente, así que colócalas por separado en un cuenco o tacita.
Corta el queso de cabra curado en lonchas finas y rómpelas para después repartir por el plato. Pon las avellanas en el mortero y pícalas, o si lo prefieres, pícalas a cuchillo, pero sin dejarlas hechas polvo, que se encuentren tropezones al comer la pasta. Mezcla un poco de aceite de oliva virgen extra de sabor suave con aceite de trufa negra, el porcentaje puede variar según la intensidad del aceite de trufa y del gusto de cada uno, pues con este aceite se aderezará la pasta.
Pon una olla con abundante agua a calentar para cocer la pasta. Pon también un cazo pequeño con agua a calentar para escalfar las yemas de huevo. Cuando el agua de la pasta rompa a hervir añade sal y seguidamente la pasta, cuece hasta que esté al dente, el tiempo que indique el fabricante.
Para escalfar las yemas, una vez que el agua alcance los 65º C, incorpora la primera, déjala unos segundos, pues enseguida se formará una película superficial, entonces retírala con una cuchara perforada y colócala sobre papel de cocina absorbente. Repite la operación con el resto de yemas.
Escurre los tagliolini y aderézalos con el aceite mezclado, además de aportarles untuosidad y sabor, ayudará a que no se peguen.
Acabado y presentación
Sirve la pasta de trufa en los platos formando unos nidos y coloca en el centro del ‘volcán’ la yema de huevo escalfada. Reparte las lascas de queso curado, las avellanas picadas y unas escamas de sal negra sobre la yema. Termina con un hilo de aceite de trufa y recomienda a los comensales que antes de comer, rompan la yema y mezclen con los tagliolini. ¡Buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria