Durante los últimos años han aparecido diferentes aplicaciones que permiten adquirir, a través del teléfono móvil, aquellos alimentos que no han comercializado tiendas de alimentación, cafeterías, panaderías, restaurantes, etc., a un precio mucho más económico, algo que los establecimientos agradecen, ya que en muchas ocasiones los productos terminan en la basura, con la consiguiente pérdida de recursos y dinero. Podemos citar como ejemplos Lunchie, Too Good to Go, o PareUp, entre otras.
Hoy conocemos el lanzamiento de una nueva app denominada Food for All (Comida para todos), desarrollada por un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), con la que se asegura que se podrá comprar la comida sobrante de los restaurantes hasta un 80% más barata. Según los investigadores, un estudio publicado en el año 2013 estimó que el 84% de los alimentos que se preparan en un restaurante terminan en la basura, la verdad es que suena algo exagerado.
El desperdicio de recursos para producir la comida y el impacto ambiental que ello supone, las pérdidas económicas, la cantidad de personas que viven con una economía deprimida y otras muchas razones, obligan a plantearse el desarrollo de un sistema que minimice estos impactos. Se puede hablar de la donación de los alimentos a organizaciones no humanitarias, pero en muchos casos estas organizaciones no pueden pasar todos los días a recoger la comida por la logística, el gasto del transporte y almacenamiento, etc., pasan un par de veces por semana, por lo que el resto de días no queda más remedio que desechar la comida sobrante.
Su funcionamiento y dinámica es similar a la de las aplicaciones que antes hemos citado, los usuarios acceden a la lista de establecimientos cercanos que tienen comida sobrante, y cada uno ofrece sus menús con descuentos que oscilan entre el 50% y el 80% del precio de venta al público. En las ofertas no se ofrecen especificaciones concretas, se anuncian comidas como pizza, sándwich, ensalada, etc., sin describir composición u otras particularidades, la razón de ello es la de diferenciar entre clientes habituales de los que quieren comer a un buen precio sin importar mucho de qué se trata mientras esté bueno y sea apto para el consumo. Con ello se logra captar a los clientes con una economía más deprimida, se reduce el desperdicio de alimentos y las pérdidas económicas.
Los creadores de la app Food for All han lanzado la aplicación en fase beta y en ella participan 30 restaurantes de la ciudad de Boston. Su funcionamiento es muy sencillo, los usuarios navegan conociendo las ofertas de los restaurantes más cercanos a su ubicación, seleccionan el pedido y realizan el pago, posteriormente deben recoger la comida en el restaurante antes del cierre. Parece que la experiencia ha sido positiva, y ahora, los responsables de la app quieren recaudar fondos para poder extender el radio de acción de Food for All y abordar diferentes ciudades del país, empezando por Nueva York.
Los investigadores de la Universidad de Harvard creen que, dado que cada vez más personas son conscientes del grave problema del desperdicio alimentario, no tendrán muchos problemas en conseguir los 50.000 dólares que necesitan, aunque quizá será más complicado de lo que han pensado, sobre todo sabiendo que se lanzan aplicaciones similares y no solicitan este tipo de financiación. Esto se refleja en el dinero que han logrado recaudar hasta el momento, de acuerdo que faltan todavía 43 días de campaña en la plataforma de micromecenagzo Kickstarter, pero la experiencia muestra que en la mayoría de los casos, los primeros días marcan si la campaña tendrá o no éxito.
Lo cierto es que este tipo de iniciativas son de agradecer, son interesantes y beneficiosas para todo el mundo, debemos luchar contra el desperdicio alimentario en todos aquellos eslabones de la cadena alimentaria en los que se generan, en favor de los recursos naturales del planeta y de la seguridad alimentaria de las próximas décadas. A través de la página web de la app podréis conocer más detalles sobre su funcionamiento.