Recientemente Italia ha cambiado su legislación introduciendo facilidades para la donación de alimentos a las organizaciones humanitarias por parte de las empresas alimentarias. Hasta hace poco, donar alimentos en ese país era complicado, ya que las empresas que querían donar los alimentos habiendo superado la fecha de consumo preferente o a punto de caducar, corrían el riesgo de violar las normas de salud y seguridad sobre la higiene y trazabilidad alimentaria y sufrir fuertes sanciones, por lo que para no arriesgarse, las empresas preferían evitar las donaciones.
Anteriormente las empresas estaban sujetas al denominado “principio de responsabilidad de ruta», debían proporcionar todas las garantías sobre la comida donada, que estuviera en buen estado de conservación, que se hubiera transportado y almacenado correctamente, etc. Incluso después de haber entregado los productos a una organización humanitaria, la empresa era responsable de todas estas cuestiones. En el año 2014 se modificó la legislación para que la responsabilidad se dividiera, algo que tenía sentido, ya que las empresas no podían asumir lo que hicieran las organizaciones con la comida que habían recibido.
Pues bien, ahora se ha aprobado la nueva ley contra el desperdicio alimentario en Italia (de la que podéis conocer más información aquí) que tiene como objetivo incrementar la recuperación y donación de excedentes alimentarios destinados a la asistencia de los más necesitados. Con la nueva legislación se pretende reducir en un 20% anual el desperdicio alimentario, reduciéndolo de cinco a cuatro millones de toneladas anuales. Hay que destacar que se estima que el volumen económico que alcanzan los alimentos que se tiran se cifran unos 12.000 millones de euros al año.
Recordemos que en marzo de este año nos hicimos eco de la aprobación de este Proyecto de Ley que, a diferencia de la legislación francesa que integra medidas como sanciones económicas o pena de prisión por tirar la comida, apuesta por los incentivos como medida que incremente la donación de alimentos a las organizaciones humanitarias. A las empresas que donen alimentos se les brindarán beneficios fiscales y se suprimirán las sanciones económicas por donar alimentos que hayan superado la fecha de consumo pero que todavía se pueden consumir.
Los legisladores creen que con esta medida se logrará recuperar hasta un millón de toneladas de alimentos que se destinarán a las organizaciones humanitarias. Según el Ministro de Agricultura italiano, se trata de un modelo de ley único en la UE, ya que fomenta y facilita la recuperación de alimentos en vez de castigar a quienes los desperdician. Además de la nueva ley, se ha preparado un paquete de medidas en el marco del Programa Nacional para la Prevención de Residuos, como un fondo de un millón de euros para desarrollar nuevos sistemas de envasado que mantengan más tiempo la vida útil de los alimentos, y una partida presupuestaria de tres millones de euros para el desarrollo y aprovechamiento de envases alimentarios reutilizables.
La nueva ley que contiene las reglas para la limitación de los residuos, el uso consciente de los recursos y la sostenibilidad ambiental, fue aprobada a principios de esta semana y trata diferentes temas, como la creación de una nueva etiqueta para la fecha de caducidad, la puesta en marcha de la promoción y sensibilización sobre el desperdicio alimentario entre la población, el uso de bolsas en los restaurantes para que los clientes se lleven sus sobras, la reducción de los impuestos de residuos, etc. Hay otras normas pero tratan otros temas que están relacionados con cuestiones como la donación de medicamentos y prendas de vestir.
Las medidas adoptadas por Italia para reducir el desperdicio alimentario siguen la estela de otras puestas en marcha en la Unión Europea, hay que tener en cuenta que unos 100 millones de toneladas de alimentos se desperdician cada año en la UE según datos del 2012, es de suponer que ahora se habrá reducido ese volumen, aunque sea ligeramente, con acciones como las adoptadas por Francia, por ejemplo. Cada vez hay más iniciativas europeas con el objetivo de reducir el enorme volumen de alimentos que se desperdician cada año, se puede citar la comercialización de frutas y verduras imperfectas por grandes supermercados, la creación de establecimientos como Wefood, cuya finalidad es comercializar todo tipo de alimentos que los supermercados convencionales y otras tiendas de alimentación que no pueden vender por ser productos a punto de caducar, tener el embalaje en malas condiciones, estar etiquetados incorrectamente, no cumplir con los estándares de mercado, etc., la creación de aplicaciones como Too Good to Go, que permite adquirir la comida sobrante de los restaurantes a precios muy asequibles. etc.
Por su parte, la Unión Europea puso en marcha el Proyecto REFRESH, cuya meta es reducir el desperdicio alimentario en Europa en un 30% para el año 2025. Según explica la Federación Europea de Bancos de Alimentos, hasta el 50% de la comida es desperdiciada en los hogares de la UE, restaurantes, supermercados y eslabones de la cadena de suministro de alimentos, siendo una situación que se debe abordar con carácter urgente, ya que se está perdiendo suficiente comida como para alimentar a todas las personas que pasan hambre en el mundo.
El Consejo de la UE solicitó a los Estados miembros que se centraran en este tema, pero de momento son pocas las iniciativas que conocemos por su parte. Italia de desmarca ofreciendo incentivos para que las empresas alimentarias estén predispuestas a donar los excedentes de alimentos y productos que estén próximos a caducar, pronto sabremos si esta estrategia resulta efectiva. Podéis conocer más detalles de la noticia a través de este artículo publicado en Secondo Welfare.
Foto 1 | Birmingham News Room
Foto 2 | Jeanne Menjoulet & Cie