Algunas personas ya se habrán metido en una de esas dietas milagro a estas alturas del verano, época en la que entran las prisas para perder unos kilos intentando que el bañador o el bikini queden mejor. Pero esperamos que sean las menos, pues este tipo de dietas no van a aportar nada bueno, no se puede pretender cambiar en unas pocas semanas un cuerpo que se ha estado alimentando, a su manera, durante ocho o diez meses, o más.
Lo más preocupante son los perjuicios que acarrea el seguir una dieta milagro, que son muchos y pueden llegar a ser muy peligrosos. Seguro que habéis oído hablar de ello en reiteradas ocasiones, aunque a veces no se hace mucho caso a estos temas, pues no siempre se quiere escuchar la información que se recibe. Estamos seguros de que muchas personas que adoptan una de estas dietas que prometen perder peso rápidamente son conscientes de que no es lo más adecuado para la salud, pero piensan que por una vez…
Los profesionales de la nutrición y la salud alertan, como cada verano, que no se caiga en ninguna dieta que prometa resultados rápidos, que sea muy hipocalórica, que restrinja alimentos (no productos), que se componga de batidos y/o pastillas… las razones son muchas y deben tenerse en cuenta, no sólo el mencionado efecto yo-yo, que también, y sobre del que debe quedar claro que es una reacción que se da, no es un mito. Seguramente os ha pasado o conocéis a alguien que después de haber adelgazado X kilos, ha vuelto a su dieta habitual (o parecida) y no sólo los ha recuperado, sino que ha subido alguno más, y esto puede convertirse en un bucle peligroso.
Pero además, realizar una de las mencionadas ‘dietas milagro’ puede provocar pérdida de nutrientes y vitaminas esenciales para el organismo, pérdida de masa muscular, desórdenes en el metabolismo, efectos psicológicos negativos y puede llegar a desencadenar un trastorno del comportamiento alimentario (TCA), como la anorexia o la bulimia. Cada uno de estos riesgos hay que tomárselos muy en serio, pues en ello va la salud, aunque no se vea por fuera.
Debería poder hacerse algo contra este tipo de dietas que lo único que buscan es el beneficio económico, pero lo único que hacen organismos oficiales como AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición), es ofrecer información para reconocer una dieta milagro para evitarla, siendo conscientes de que cada año aparecen nuevas dietas de adelgazamiento que llegan a la población a través de revistas, internet, televisión e incluso en ocasiones, de comercios que en teoría deberían ‘vender’ salud.
Hace unos años que la AECOSAN (antes AESAN) presentó los tres grandes grupos de las dietas rápidas, os lo contamos en el post Dietas rápidas, pero os lo transcribimos de nuevo a continuación:
Dietas hipocalóricas desequilibradas: en estas se incluyen la dieta de la Clínica Mayo, Dieta «toma la mitad», Dieta Gourmet, Dieta Cero. Estas dietas provocan un efecto rebote que se traduce en un aumento de masa grasa y pérdida de masa muscular, existiendo una adaptación metabólica a la disminución drástica de la ingesta energética, que se caracteriza fundamentalmente por una disminución del gasto energético. Estos regímenes suelen ser monótonos, además de presentar numerosos déficits en nutrientes sobre todo si se prolongan por largos períodos de tiempo.
Dietas disociativas: Dieta de Hay o Disociada, Régimen de Shelton, Dieta Hollywood, Dieta de Montignac, Antidieta, etc. Se basan en el fundamento de que los alimentos no contribuyen al aumento de peso por sí mismos, sino al consumirse según determinadas combinaciones. No limitan la ingesta de alimentos energéticos sino que pretenden impedir su aprovechamiento como sustrato energético con la disociación.
Dietas excluyentes: se basan en eliminar de la dieta algún nutriente. Estas dietas pueden ser:
-Ricas en hidratos de carbono y sin lípidos y proteínas, como la Dieta Dr.Prittikin y la Dieta del Dr. Haas.
-Ricas en proteínas y sin hidratos de carbono: Dieta de Scardale, Dieta de los Astronautas, Dieta de Hollywood y la Dieta de la Proteína Líquida. Producen una sobrecarga renal y hepática muy importante
-Ricas en grasa: Dieta de Atkins, Dieta de Lutz. Se conocen como dietas cetogénicas. Pueden ser muy peligrosas para la salud, produciendo graves alteraciones en el metabolismo (acidosis, cetosis, aumento de colesterol sanguíneo, etc.).
Si en esta época del año habéis decidido que queréis perder peso, está bien, pero no tengáis prisa. Lo que tenéis que hacer es adquirir nuevos hábitos de alimentación para disfrutar de una dieta equilibrada, adelgazar no implica comer poco o pasar hambre, sino adaptar la ingesta de alimentos a las necesidades de cada uno. También es necesario adoptar una rutina de actividad física diaria, imprescindible para gozar de un estado de salud óptimo. Lo mejor es consultar a profesionales especializados para que ayuden a establecer una dieta equilibrada, basada en la Dieta Mediterránea, y el verano que viene veréis las dietas milagro como lo que son, un peligro para la sociedad.
Foto | Jules