El desacuerdo entre los gobiernos de la UE deja aparcada la decisión de ampliar o prohibir la licencia para el uso del glifosato en los países de la Unión Europea. Ya es la segunda vez que se manifiesta un desacuerdo, la propuesta que envió la Comisión Europea para seguir utilizando el herbicida durante nueve años más y casi sin restricciones, no ha conseguido obtener la mayoría necesaria en la votación de los Estados miembros. Recordemos que ayer comentábamos que la decisión sería tomada por los representantes de los gobiernos de la UE en el Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos.
De momento no se sabe cuándo se volverá a celebrar una nueva reunión de este comité, por otro lado la CE no puede presentar una nueva propuesta o una prórroga técnica permitiendo que se pueda seguir utilizando el glifosato hasta una nueva resolución. Este nuevo aplazamiento se puede considerar una evidencia de que existe una oposición al uso del producto fitosanitario en suelo comunitario, la CE ha hecho todo lo posible para que se aprobara, pero con dos intentos fallidos, algunos consideran que quizá otros gobiernos de los países comunitarios se sumen a la oposición para la ampliación del permiso.
La Comisión Europea no consigue el suficiente respaldo para reautorizar el herbicida, esto es algo que ha alegrado a varios grupos ecologistas como Greenpeace, que recomienda a la CE que se pare a pensar seriamente por qué su propuesta no consigue obtener el consenso necesario y que opte por cambiar de rumbo. El grupo ecologista recuerda que el IARC (Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS) consideró el año pasado que el glifosato es un probable agente carcinógeno para los seres humanos.
Sin embargo, recordemos que ayer hablábamos de un informe elaborado conjuntamente por la OMS y la FAO, en el que se concluía que era poco probable que el glifosato pueda provocar cáncer. Este dictamen lo emitía el JMPR, un organismo administrado conjuntamente por la OMS y la FAO, cuyo objetivo es el de evaluar el riesgo de los residuos de los plaguicidas en los alimentos y en el medio ambiente. Ni el informe favorable de la EFSA, ni este informe presentado a última hora por el organismo de la OMS y la FAO, han servido para que los países miembros cambiaran de opinión y aprobarán la ampliación del permiso para el uso del glifosato en suelo comunitario.
Otros grupos ecologistas consideran que la Comisión Europea no puede seguir presentando propuestas que no responden a las preocupaciones que suscita el glifosato, en su lugar debería reconocer que existen grandes problemas y olvidarse de la aprobación. Recordemos que el Parlamento Europeo votó poniendo de relieve su preocupación, aceptó ampliar el permiso pero con condiciones con las que no estaba de acuerdo la CE, como por ejemplo que el permiso se extendiera sólo siete años, la prohibición de todos los usos de herbicidas con el componente activo glifosato en áreas verdes privadas y públicas, incluyendo la pulverización en y alrededor de los parques públicos, parques infantiles y jardines, o la restricción de uso en los campos agrícolas poco antes del cultivo.
Para Greenpeace esta decisión fue un primer paso, pero insuficiente, consideró que los eurodiputados tienen la facultad de exigir fuertes restricciones en el uso del glifosato, pero estas no pueden proteger completamente a las personas y al medio ambiente. La alegría del lobby agroquímico por el informe presentado recientemente por el JMPR ha durado poco, la licencia de uso está a punto de expirar y según leemos aquí, si no se toma la decisión como máximo el 30 de junio, el glifosato dejará de estar autorizado en la Unión Europea. Quienes no quieren el glifosato en suelo comunitario parecen lanzar las campanas al vuelo, pero lo cierto es que es posible que finalmente se apruebe la ampliación del permiso, por lo que es preferible a esperar a que pase el 30 de junio.
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