A principios del año pasado la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) denunciaba que Turquía había activado en tan sólo siete meses más de 100 alertas alimentarias que fueron publicadas en el RASFF (Red de Alerta Europea). Una de las principales razones para la activación de estas alertas era el abuso de productos fitosanitarios, frutas y verduras de ese país integraban unos niveles de pesticidas que superaban en más de 100 veces los niveles permitidos por la Unión Europea.
Hoy podemos saber que la Unión Europea considera que los limones de Turquía son un alimento de riesgo y por ello ha aprobado que las importaciones europeas de limones turcos se sometan a más controles para detectar la presencia de pesticidas y otros productos fitosanitarios prohibidos o regulados por la UE. Esta decisión ha tardado bastante en llegar, por otro lado, no sólo los limones deberían ser sometidos a más controles, también otros alimentos que proceden de ese país y que han provocado en muchas ocasiones que se activen las alertas alimentarias. Se puede citar como ejemplo los pimientos verdes, el año pasado se contabilizó un nivel de hasta 131 veces más de insecticidas y acaricidas del permitido por la Unión Europea.
Si damos un vistazo a la página del RASFF podemos ver que en lo que va de año se han creado ya varias alertas relacionadas con alimentos importados de Turquía. En los Países Bajos y en Bélgica se creó una alerta sobre los pomelos turcos por su elevado contenido en el fungicida imazalil, en Italia se creó una alerta por los higos secos por estar infestados de insectos, en Bulgaria se creó una alerta por los pimientos dulces por su alto contenido en insecticida lambdacialotrina.
En Alemania se creó una alerta por un elevado contenido en sulfitos en los albaricoques secos, en España se detectó un alto contenido en aflatoxinas en las avellanas tostadas. En las últimas dos semanas se han creado 13 alertas, si se sigue este ritmo, se puede batir un récord en el número de alertas creadas en la Red de Alerta Europea. Este volumen de alertas debería obligar a la UE a ser más meticulosa no sólo con los limones, sino con cualquier alimento que se importe de Turquía.
Volviendo al tema de los limones turcos, los países miembros de la CE han aprobado de forma unánime incluir este alimento en el anexo 1 del Reglamento (CE) nº 669/2009, en él se establece un listado de alimentos y piensos de origen no animal, que deben ser objeto de un control oficial más exhaustivo al entrar en terreno comunitario. Este anexo se revisa cada tres meses y para incluir los alimentos de riesgo se tienen en cuenta las notificaciones del RASFF, los informes de la Oficina Alimentaria y Veterinaria de la CE, los resultados de los programas de vigilancia nacionales, etc.
Los limones de Turquía se consideran un producto de riesgo y por ello serán sometidos a diferentes controles con el objetivo de determinar que cumplen con la reglamentación comunitaria en lo que se refiere a pesticidas y otros elementos. Al parecer, esta medida se ha tomado a partir de los 10 lotes detectados el año pasado que contenían residuos de bifenilo, un producto que previene el crecimiento de moho y hongos, y se utiliza como conservante en los cítricos durante su transporte. En estas partidas se detectó un contenido de 8,56 mg/kg, un contenido que supera con creces lo indicado en la normativa de la UE, que fija el máximo permitido de esta sustancia en 0,01 mg/kg.
Las continuas alertas que han provocado las importaciones de alimentos turcos en Europa ponen en evidencia que el sistema oficial de Turquía para el control sobre la comercialización y uso de productos fitosanitarios es totalmente deficiente. Utiliza muchos productos fitosanitarios que están estrictamente regulados o que están prohibidos en Europa, lo que obliga a que se lleve a cabo un exhaustivo control en las aduanas de los países miembros. Mientras Turquía no resuelva estos problemas, las cadenas de distribución deberían considerar los problemas que encierran algunos alimentos procedentes de dicho país con respecto al cumplimiento de los estándares de seguridad alimentaria.
Podéis conocer más detalles de la noticia a través de la página oficial de la Comisión Europea.
Foto | Dwayne Madden