Como ya hemos comentado en otras ocasiones, se consideran frutas y verduras imperfectas a aquellas que no cumplen con los estándares de mercado habituales en cuanto a color, forma, tamaño u otras ‘imperfecciones’, que en su momento se consideró que no se podían comercializar en establecimientos de alimentación porque los clientes no las querían por estética, no porque no estuvieran buenas. Esta es una de las razones por las que han ido apareciendo iniciativas como la startup Imperfect, que tiene el propósito de comercializar este tipo de productos, cuyo aspecto no resta calidad ni sabor, a un precio más económico.
Hablando de estos alimentos, los supermercados españoles deberían comercializar frutas y verduras imperfectas siguiendo el ejemplo de cadenas de supermercados e hipermercados de otros países como los del Reino Unido. Un ejemplo es Asda, la segunda cadena de hipermercados más importante del país, que ha puesto a la venta en sus centros la caja de verduras imperfectas por 3’50 libras (unos 4’5 euros), lo que supone un ahorro del 30% con respecto a las verduras estándar que se exponen en los lineales.
En esta caja se pueden encontrar pimientos, patatas, pepinos, nabos, puerros, coles, zanahorias o cebollas, productos que han sido seleccionados por los agricultores por ser “deformes”, o mejor dicho, porque no cumplen con los estándares de mercado, manchas en la piel, tamaños variables, formas no habituales, etc. Según explican los responsables de la iniciativa, una patata o una zanahoria con una forma extraña es más complicada de pelar y de lavar, incluso es posible que algún cliente no pueda utilizar la totalidad de productos de la caja por sus particulares formas. Explican que aunque las verduras se presentan limpias, el descuento que se aplica es precisamente para compensar un poco esa posible situación de dificultad para pelar y de pequeños desperdicio.
En realidad esta explicación es algo absurda, el descuento se realiza porque es la forma de lograr que este tipo de alimentos se comercialicen y no acaben como alimento para el ganado o como desperdicio, en todo caso es una magnífica iniciativa que debería ser secundada en todos los países comunitarios (algunos ya han empezado, como es el caso de Francia).
Asda introdujo las frutas y verduras imperfectas en sus establecimientos en enero del año 2015 como respuesta al movimiento liderado por el chef Jamie Oliver y el agricultor Jimmy Doherty con el objetivo de reducir el desperdicio alimentario, pero hay que decir que anteriormente, concretamente en el año 2012, ya llevó a cabo una acción similar debido a que la cosecha de ese año fue dañada por la cantidad de tormentas severas que durante unos meses se cebó con los cultivos. Como excepción se llevó a cabo una flexibilización de las normas y estándares alimentarios por parte de los minoristas.
Con esta acción se logra que los agricultores, minoristas y consumidores aprovechen los alimentos reduciendo el impacto ambiental y económico de los residuos alimentarios. Por otro lado se libera un poco a los supermercados de ser responsables de la estandarización que provoca irremediablemente el desperdicio alimentario. Aunque esta iniciativa es interesante, merece la pena recordar que los consumidores del Reino Unido son los que más alimentos tiran a la basura de toda la UE, un estudio concluyó que en los hogares del Reino Unido se desperdician unos seis millones de toneladas de verduras, frutas y cereales que en su mayoría se podrían aprovechar, si esto ocurre con los alimentos que son estandarizados, ¿los consumidores recibirán bien esta nueva propuesta?
Asda no ha sido la única cadena en llevar a cabo este tipo de iniciativas, la cadena de supermercados Morrison comercializó el pasado mes de diciembre patatas y zanahorias que no cumplían los estándares de mercado, y comunicó que había logrado comercializar un gran volumen de estos alimentos. Sin embargo, en una iniciativa anterior similar en la que se ofrecían calabacines imperfectos, los resultados se calificaron como patéticos, lo que muestra que dependiendo del tipo de producto, los consumidores podrían o no aceptar esa imperfección.
A esta iniciativa de suavizar los estándares de calidad se han sumado otras cadenas como Tesco y Sainsbury, han puesto a la venta frutas y verduras imperfectas a un precio más económico con el propósito de animar a los consumidores a que los compren y comprueben que la apariencia no está reñida con el sabor o con el aporte nutricional. Según leemos aquí, la cadena Asda ha trabajado duro en toda su cadena de suministro para poder reducir el desperdicio alimentario, bien a través de la relajación de los estándares de calidad para las frutas y verduras que comercializa en sus establecimientos, o mediante el uso de esos alimentos no estandarizados en la elaboración de platos preparados.
La nueva caja de verduras imperfectas empezará a comercializarse en breve en todos los establecimientos de la cadena en el Reino Unido, es de esperar que los consumidores estén concienciados y adquieran estos productos, es un buen modo de reducir el desperdicio alimentario y mejorar la economía en general. Como decíamos al principio, sería interesante que las cadenas de supermercados de nuestro país, empezaran a comercializar también este tipo de productos, la reducción del desperdicio alimentario sería significativa.
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