A primeros de diciembre el Gobierno de la India anunciaba que estaba estudiando establecer un impuesto del 40% en los refrescos azucarados, un asesor económico de ese Gobierno consideraba que era necesario imponer esta tasa en todos aquellos artículos que son incensarios, como los coches, el tabaco, los artículos de lujo o los refrescos y bebidas azucaradas. Resulta curioso que se aplique en este tipo de bebidas, sobre todo sabiendo que su consumo en ese país es uno de los más bajos del mundo. Por otro lado, no se dice nada de la bollería industrial o de otros alimentos con alto contenido en azúcar.
Parece ser que actualmente existe un complejo sistema de impuestos específicos cuyos valores varían dependiendo del Estado, recordemos que la India es una federación dividida en 29 Estados. El Gobierno quiere unificar los impuestos para favorecer las transacciones económicas en todos estos Estados, se trata de una reforma que requiere una enmienda constitucional que debe ser aprobada en el Parlamento del país. En la actualidad se tributa por los refrescos y la mayoría de bienes y servicios un 12’5%, la propuesta es pasar el año que viene a una tributación unificada del 18%, salvo en determinados productos y artículos como los que hemos comentado.
Evidentemente la mayoría de los fabricantes de refrescos y bebidas azucaradas han puesto el grito en el cielo, argumentando que ya que ese país es uno de los que menos refrescos consumen en el mundo, no tiene sentido aplicar un gravamen del 40%, algo que afectaría seriamente a sus negocios. Las Asociación de fabricantes y distribuidores de bebidas considera que sus productos no pueden equipararse e introducirse en la misma categoría que productos como el tabaco, comentan que proporcionan energía e hidratan a los habitantes de este país tan caluroso y húmedo, son productos higiénicos y se comercializan a precios asequibles, algo difícil de creer teniendo en cuenta que el salario mínimo en ese país es de 45’53 dólares mensuales (algo más de 41 euros) y que una Coca Cola tiene un coste de unos 0’33 euros, hay que trabajar media jornada para poder comprar un refresco.
La propuesta fue bien recibida por quienes defienden la salud pública, considerando importante el paso de equiparar los refrescos al tabaco, ya que se ha demostrado que el abuso de la ingesta de azúcar trae consecuencias negativas para la salud. A esto hay que añadir que quieren que el Gobierno regule la comercialización y promoción de los refrescos y bebidas azucaradas dirigida a la infancia. Cada vez son más los países que quieren aplicar impuestos a los refrescos, considerando que son una parte responsable de la denominada epidemia del siglo XXI. Reino Unido, Australia y Filipinas debaten actualmente la posibilidad de introducir un impuesto, aunque no supera el 20%.
Pues bien, hoy podemos saber que Coca Cola anuncia que considera cerrar algunas embotelladoras en la India si el Gobierno sigue adelante con las recomendaciones que ha realizado el asesor y aplica el mencionado Impuesto de Bienes y Servicios, ya que provocaría una fuerte caída en el consumo y por tanto debería reestructurar su capacidad de fabricación. Quizá ante esta amenaza el Gobierno se lo piense, ya que actualmente Coca Cola cuenta con 57 fábricas y plantas embotelladoras en el país que proporciona empleo directo e indirecto a unas 200.000 personas, también habría que sumar otras empresas que harían lo propio.
Coca Cola explica que la India es uno de los mercados de crecimiento estratégico, por ello ha realizado inversiones considerables en el país y planeaba realizar otras mayores, a pesar de que como ya hemos indicado, actualmente la India es uno de los países donde menos refrescos se consumen, pero hay que decir que es el tercer país del mundo en lo que se refiere a tasa de obesidad, por tanto, no se entiende que no se hable de otros productos que contribuyen a la obesidad, como por ejemplo la bollería industrial. Con el impuesto mencionado, el mercado de crecimiento estratégico de Coca Cola se disipa, además, según comenta la empresa de refrescos, tendría un efecto dominó en todo el sector de las bebidas, afectando a mayoristas, minoristas, distribuidores, transportistas, agricultores, productores de materias primas, etc.
Según leemos aquí, sorprendentemente PepsiCo se ha posicionado a favor del impuesto unificado y manifiesta que tiene confianza en el Gobierno del país para que tenga una visión equilibrada a la hora de imponer un gravamen en la industria de las bebidas. Parece que la rivalidad de PepsiCo con Coca Cola es la razón de que esta compañía haya adoptado una visión más pragmática. En definitiva, veremos si se aplica un impuesto del 40% en los refrescos azucarados en la India, de hacerlo, se convertiría en el país del mundo que más gravaría los refrescos y bebidas azucaradas.
Por cierto, merece la pena recordar que en los países en vías de desarrollo, la presencia de bebidas y alimentos con azúcares añadidos está creciendo por la falta de regulación, carencia de campañas informativas que adviertan a los consumidores sobre las consecuencias para la salud, etc., de todo ello hablábamos aquí.
Foto | ztij0