La propuesta culinaria que os traemos hoy es para disfrutar de nuevo de un salmorejo con distintos matices de sabor por la incorporación de fruta, en esta ocasión es una fruta tropical que casi se ha convertido en una habitual en la cesta de la compra de la mayoría de españoles, es dulce, muy jugosa y rica, así que esperamos que os animéis a preparar nuestro plato, el Salmorejo de mango con gambas confitadas.
Ya sabéis que os recomendamos preparar el salmorejo con tiempo para que repose en el frigorífico, de este modo se servirá bien fresco y además con los sabores amalgamados y potenciados. Este salmorejo de mango admite distintas guarniciones, pero la propuesta de hoy es de unas gambas confitadas con aceite de albahaca, el resultado es una delicia, así que tomad nota de la elaboración paso a paso.
Ingredientes (4 comensales)
- 700 gramos de tomates
- 300 gramos de mango (sin hueso)
- 1 diente de ajo
- 200 gramos de pan candeal
- 10 gramos de sal
- 60-80 gramos de aceite de oliva virgen extra.
Para las gambas confitadas con albahaca
- 12 gambones frescos
- c/n de aceite de albahaca
- sal Maldon.
Elaboración
Lava bien los tomates para hacer el salmorejo, si no utilizas un robot de cocina potente deberás pelarlos para que no se encuentre su piel. Pela el mango y trocéalo, ponlo con los tomates en el vaso de la batidora. Añade el diente de ajo previamente pelado y si lo deseas, retira el germen del interior.
Trocea el pan candeal (también puedes utilizar otro tipo de pan del día anterior), incorpóralo a la preparación anterior y añade la sal. Finalmente añade el aceite de oliva virgen extra, puedes añadir todo a la vez o primero la mitad, triturar y después ir añadiendo a hilo el resto de aceite para emulsionar el salmorejo.
Una vez hecha esta sopa fría, pásala a un recipiente adecuado, con tapa, y deja reposar en el frigorífico para servirla bien fresca. Y prepara las gambas, que se podrán servir en el salmorejo recién hechas (templadas) o también frías.
Pon el aceite en un cazo a calentar hasta alcanzar unos 65º C, incorpora las gambas peladas y si lo deseas, una guindilla, confita durante cinco minutos o hasta que las gambas estén a tu gusto. Si las gambas no quedan totalmente sumergidas en el aceite, báñalas ayudándote con una cuchara mientras se van confitando.
Emplatado
Sirve el salmorejo de mango en copas, cuencos o platos hondos, y reparte en el centro de cada uno las gambas, así como unos daditos de mango que habrás reservado. También puedes decorar con unas hojas de albahaca fresca o terminar con un hilo de aceite de albahaca y la sal Maldon sobre las gambas. ¡Buen provecho!