Acabamos de conocer un informe titulado ‘Feeding Ourselves Thirsty’, en el que se concluye que la industria alimentaria no está preparada para la escasez de agua a nivel mundial, en este estudio también proporcionan una clasificación de las mejores y peores empresas en relación a la gestión del agua en todas las etapas de la cadena de producción de alimentos. El informe ha sido realizado por Ceres, una organización sin ánimo de lucro que trabaja por la sostenibilidad, poniéndose en contacto con empresas, inversores, grupos ambientalistas, etc., para intentar adoptar prácticas empresariales sostenibles, así como soluciones que permitan la construcción de una economía mundial saludable.
En el documento, Ceres ha clasificado a las 37 principales compañías alimentarias en relación a la gestión del agua. Para elaborar este informe se han utilizado estudios y otros informes de responsabilidad social corporativa donde se trata la gestión del agua en todas las etapas del proceso de fabricación de alimentos. En la tabla que podréis ver a continuación se muestra que casi un tercio de estas grandes compañías han obtenido una puntuación menor de 50 sobre 100, lo que muestra que poco están trabajando para mejorar la gestión de un recurso tan preciado, a pesar de que se sabe que el cambio climático va a provocar graves problemas de suministro de agua.
Parece ser que las compañías alimentarias más pequeñas son las que más medidas toman en relación a los riesgos y la gestión del agua en todas sus operaciones, pero en general, la mayoría tienen un largo camino por recorrer hasta lograr una mejora en la gestión de riesgos a través de los cambios que se necesitan realizar. En la tabla podemos ver cuatro apartados, productos de agricultura, bebidas, carne y alimentos envasados, estos son algunos de los principales sectores que más agua necesitan.
Encabezan la clasificación de mejor gestión del agua Bunge Limited, una de las empresas agroalimentarias estadounidenses más importantes del mundo, The Coca-Cola Company, corporación multinacional dedicada a la elaboración de bebidas, Smithfield Foods (SFD), empresa más importante del mundo en la producción y procesamiento de la carne de cerdo, y Unilever, empresa multinacional que posee más de 400 marcas presentes en todo el mundo. Las diferencias entre el primer lugar y el último de cada apartado son notables, aunque la más destacada corresponde a la de los alimentos envasados, Unilever obtiene una puntuación de 70 sobre 100 sobre la gestión del agua, y Pinnacle Foods, compañía estadounidense especializada en los alimentos congelados, sólo 1 punto sobre 100.
Un detalle que merece destacar en relación a Unilever y Nestlé, además de ocupar los primeros puestos en el informe sobre la gestión del agua realizado por Ceres, también ocupan los primeros puestos en el informe elaborado por Oxfam y titulado Detrás de las Marcas. En este informe se analiza el modo en el que las empresas alimentarias hacen negocio con sus productos, valorando cuestiones como la transparencia a nivel corporativo, el papel que desempeñan los trabajadores agrícolas en la cadena de suministros, las cuestiones medioambientales como la reducción de la emisión de gases contaminantes, el papel de la mujer trabajadora, cómo ayudan estas compañías a adaptarse a los agricultores al cambio climático, etc. Oxfam destacaba que Unilever y Nestlé están realizando grandes esfuerzos por mejorar la sostenibilidad, aunque todavía queda mucho por hacer.
La gestión del agua es un tema que debe ser especialmente considerado por las empresas agroalimentarias, de hecho, a consecuencia de las sequías, empresas como Cargill, dedicada a la compra, venta, procesado y distribución de diferentes mercancías agrícolas, el cultivo y la venta de pienso para el ganado, etc., sufrió una caída del 12% de los beneficios. Los autores del informe explican que muchas empresas hablan de la gestión más eficiente del agua, presentan planes y proyectos, pero en la mayoría de los casos es simple palabrería y no se traduce en acciones reales y efectivas que permitan una mejor gestión de los recursos hídricos.
Los problemas relacionados con el agua se enmarcan como tema prioritario en muchas de las empresas que Ceres ha evaluado (60%), sin embargo, han recibido menos de 35 puntos en este informe que clasifica las mejores y peores empresas en relación a la gestión del agua. Si no se empiezan a hacer efectivos los cambios que se proponen en los planes de trabajo presentados, en los próximos años y debido a los problemas con el agua, el precio de los alimentos se podría incrementar de forma significativa provocando graves problemas en la economía mundial.
Los autores del informe realizan cinco recomendaciones a fin de poder alcanzar la sostenibilidad en relación al agua: Incrementar la vigilancia y la comprensión de los riesgos materiales del agua, realizar análisis más profundos y completos para mejorar la gestión, realizar una gestión de riesgos sobre las cuencas hidrográficas, abordar el impacto en las cadenas de suministro agrícola, y mejorar la comunicación informando a los inversores sobre los riesgos, presentando estrategias y proyectos que hagan frente a dichos riesgos, etc.
El informe de Ceres destaca que las empresas que ocupan los primeros puestos en la tabla establecen plazos y metas para alcanzar la sostenibilidad, la cantidad de agua que debe ser reciclada y reutilizada, el número de insumos agrícolas que se deben obtener de manera sostenible, proporcionar informes sobre los avances que realizan, etc. En el planeta el 2’5% del agua es dulce, pero una buena parte está contaminada y además en muchas partes del mundo su calidad se está deteriorando, a esto hay que sumar los efectos del cambio climático, todo un conjunto que debe obligar a mejorar de forma significativa la gestión del agua en todos los niveles, empresas, Gobiernos, consumidores, etc.
Os recomendamos acceder a este extenso y completo informe de Ceres (Pdf) para conocer con más detalle cómo el sector alimentario lleva a cabo la gestión a nivel mundial de los riesgos asociados al agua.
Foto 1 | Ciat
1 comentarios
El problema es político. Haya el agua que haya quieren privatizarlo. ¿Que hay poca? Pues se sube el precio. Si sube el agua sube el precio de los alimentos. Será una escalada. La privatización del agua es lo peor que nos puede ocurrir a todos. Y como ciudadanos solo podemos hacer una cosa, que es echar a la calle a todo el que prentenda quedarse con este recurso.
Y luego no digais que no os habían avisado.