Uno de los frutos secos más consumidos son las almendras, además de las distintas variedades, como la largueta o la marcona, que son las más apreciadas y populares, en sus diferentes formatos, entera, picada, laminada, molida… Nosotros las utilizamos todas, y ya os hemos facilitado recetarios con algunas de ellas, como la almendra picada o granillo. Hoy vamos a dedicar el recopilatorio dominical a doce recetas con almendra laminada.
Aunque su uso es muy habitual en pastelería y repostería, vais a ver la cantidad de salidas que la almendra laminada tiene en platos salados, desde ensaladas a sopas, también van muy bien con los pescados y con las verduras. Al tostarlas ofrecen una textura delicadamente crujiente y ese sabor tan agradable.
Ya sabéis que los frutos secos pelados no deben dejarse mucho tiempo para evitar que se pongan rancios, menos aún cuando están troceados o picados, pierden con más rapidez sus cualidades organolépticas. Así que si tenéis almendras laminadas y no sabéis en qué recetas las podéis utilizar, aquí tenéis varias recetas con almendras que os van a gustar.
Ensalada de lechuga iceberg con mango y almendras: Una sencilla y refrescante ensalada con una lechuga que principalmente se aprecia por su textura crujiente, por eso elaboramos un sabroso aderezo para que resulte también una ensalada sabrosa.
Espárragos blancos con almendras, botarga y flor de romero: Una estupenda forma de disfrutar de los espárragos blancos frescos es haciéndolos a la parrilla y condimentarlos con un buen aceite de oliva virgen extra, botarga en polvo y un toque floral de romero.
Sopa de cebolla, rape y almendras: Esta sopa de cebolla y pescado es un entrante rico y nutritivo, además gustará mucho incluso a quienes no son muy amigos de las tradicionales sopas de cebolla o pescado. Las almendras tostadas aportan un toque crujiente y un sabor exquisito.
Tosta de espárragos, cecina y salsa de cacahuete: Para un aperitivo o una cena informal, estas tostadas de pan de chapata se cubre con salsa de cacahuete, cecina y espárragos, para terminar unas almendras laminadas que se pueden tostar o no, en cualquier caso aportan un toque especial.
Emperador con almendras y sal de cítricos: Esta receta también se puede hacer con otros pescados, merluza, bonito, lenguado, rape… es muy fácil y resulta deliciosa.
Cuscús dulce con almendra y coco: El cuscús también puede ser la base de un buen postre, como este cuscús cocido con leche de almendra y acompañado con almendras tostadas, canela y coco fresco.
Bizcocho de anís y almendra: Un sencillo bizcocho casero con su toque de anís, y la almendra tostada y crujiente que tan buen juego hace con la esponjosidad del bizcocho.
Flognarde de melocotón baja en calorías: El florgnarde es una tarta del estilo del clafoutis, una elaboración repostera muy fácil de hacer y que además puede resultar ligera y nutritiva. De nuevo la almendra rompe la cremosidad de la tarta y la fruta horneada.
Tarta de queso y manzana: Imagina la clásica tarta de queso, cremosa, con tropezones de manzana frescos y crujientes, y una cobertura con otra textura crujiente de almendra y azúcar.
Chouquettes: Se elaboran con pasta choux, son como pequeños profiteroles o lionesas que se pueden servir sin rellenar, simplemente coronando con unas almendras laminadas y azúcar.
Tarta de manzana y toffee al whisky: Sorprende con la clásica tarta de manzana y hojaldre endulzándola con un toffee al whisky y almendras tostadas.
Brioche relleno de fresones: A menudo se rellenan dulces de panadería y pastelería con mermeladas de frutas, ¿por qué no hacerlo con la fruta natural? Con estos brioches rellenos de fresas o fresones podéis empezar.