Algunos fabricantes de bebidas han asegurado que la cafeína que contienen las bebidas que elaboran tiene la finalidad de proporcionar sabor al producto, pero una investigación desarrollada por expertos de la Universidad Deakin (Australia), asegura que en realidad la cafeína de los refrescos aumenta el consumo de las bebidas, es decir, tiene un poder adictivo. A la vista de los resultados, piden a las autoridades competentes que pongan en marcha una regulación más estricta sobre la adición de cafeína a las bebidas.
Para llegar a esta conclusión los expertos llevaron a cabo una serie de pruebas con un grupo de 99 personas con edades comprendidas entre los 18 y 30 años, el objetivo era medir la influencia que tenía la cafeína en el consumo de bebidas gaseosas azucaradas. Se formaron dos grupos de personas seleccionadas al azar, un primer grupo consumiría una bebida de limón que contenía cafeína, y un segundo grupo que tomaría la misma bebida pero sin la adición de la cafeína.
El propósito del estudio no fue revelado a los participantes para que no se sintieran influenciados, se les explicó que la finalidad era testar el sabor de la bebida. La investigación duró un mes, durante ese tiempo los participantes podrían beber tanto producto como quisieran. La cantidad consumida por cada persona fue registrada día a día. También se evaluó el disfrute de la bebida al principio y al final de la investigación.
Los resultados obtenidos muestran que el grupo que tomó la limonada con cafeína bebieron una media de 419 ml diarios, lo que equivale a 785 kilojulios. En cambio, en el grupo que estuvo tomando la limonada sin cafeína los datos obtenidos fueron menores, el consumo medio se cifró en 273 ml diarios que equivalen a 512 kilojulios. A la vista de estos resultados, se considera que claramente la cafeína introducida en los refrescos como aditivo, provoca un aumento del consumo de la bebida y por tanto se aporta mayor cantidad de kilocalorías al organismo.
Dada la prevalencia de la obesidad y la búsqueda de estrategias para reducir el consumo de refrescos azucarados, los expertos consideran que es necesario regular el uso de la cafeína como aditivo de un modo más estricto, ya que influye de forma directa en la cantidad de bebida que se consume. Claro, que el estudio necesitaba otra línea de investigación para saber si las afirmaciones de la industria de las bebidas eran correctas, ¿realmente la cafeína tiene un efecto potenciador de sabor en las bebidas? Los resultados muestran que los catadores no encontraron diferencias entre los refrescos que contenían cafeína y los que no la contenían.
Con los resultados obtenidos los investigadores cuestionan las afirmaciones de algunas empresas del sector de los refrescos azucarados, consideran que no tiene sentido la adición de cafeína si no existen variaciones en el sabor final, por lo que se podría deducir que la finalidad de la cafeína es crear adicción y provocar el aumento del consumo de bebidas. Los participantes del estudio no pudieron discernir entre la limonada que contenía cafeína y la que no la contenía, dado que el sabor final era el mismo. Hay que decir que los expertos utilizaron la misma cantidad de cafeína en la limonada, que la que utiliza habitualmente la industria de los refrescos en las bebidas de cola que comercializan.
Por supuesto, la industria ha respondido a las conclusiones obtenidas por el estudio, aseguran que es equivocada la idea de que regulando la cantidad de cafeína que contienen las bebidas se puede contribuir a reducir la obesidad, mantienen que este ingrediente tiene como finalidad potenciar el sabor, aunque según los resultados obtenidos, lo que se muestra es que incrementa el nivel de adicción a la bebida.
Han puesto en tela de juicio los procedimientos del estudio apuntando que no se analizó si se produjeron cambios en la masa corporal de los participantes, además la muestra de sujetos participantes es muy pequeña. También destacan que desde hace años se lleva a cabo una política de reducción de la cantidad de azúcar que contienen los refrescos y actualmente cada vez hay más consumidores que se decantan por los refrescos sin azúcar que igualmente contienen cafeína.
Esto quizá obliga a los investigadores a llevar a cabo nuevos estudios con una mayor muestra de participantes y midiendo las variaciones de la masa corporal si se toma un refresco con o sin cafeína. Las respuestas de la industria son poco convincentes, nos remitimos al factor sabor, si no se ha podido constatar diferencia, ¿por qué añadir cafeína?, para los investigadores la respuesta es evidente, la cafeína aumenta el consumo de refrescos, seguramente no tardarán en poner en marcha nuevos estudios sobre el tema.
De la citada investigación que aparece en la revista de la Universidad Deakin, podéis conocer todos los detalles a través de este artículo publicado en la revista científica British Journal of Nutrition.
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