Parece que las reglas no se aplican a todo el mundo por igual, existe un claro favoritismo por los alimentos que se importan de terceros países, a pesar de que sabemos que provocan más alertas alimentarias. De hecho, no es la primera vez que decimos que parece que la UE represente los intereses de estos países en todos los sentidos, reducción de los aranceles, permisividad sobre el contenido en pesticidas, antibióticos u otras sustancias que no pueden utilizar los agricultores europeos, e incluso se proporcionan fondos y ayudas para que estos países puedan producir diferentes tipos de cultivos, garantizando que podrán ser exportados a la Unión Europea.
Por estos motivos no nos sorprende saber que la Comisión Europea ha autorizado importar cítricos con pesticidas peligrosos. Estos países utilizan en los cítricos una sustancia denominada acetato de guazatina (triacetato de iminoctadina), un fungicida que actúa en la fruta para prevenir diversas podredumbres de almacén y que en la Unión Europea está prohibido por considerarse peligroso, es un producto cancerígeno, puede afectar al aparato reproductor y al sistema endocrino. Evidentemente es un tema que se debe denunciar y así lo ha hecho la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA). Se exige una rectificación por parte de la Comisión Europea, ya que se trata de una forma de competencia desleal, pero sobre todo lo que se está despreciando es la salud de los consumidores europeos.
No se puede permitir que se importen a la UE alimentos tratados con productos fitosanitarios peligrosos, en esos terceros países la legislación no es tan estricta como en la UE y se utilizan productos y procedimientos no aceptados en los países comunitarios. Pero esto no debe importarle a la Comisión Europea, ya que a pesar de conocer que se utiliza un pesticida peligroso se da vía libre a las naranjas para que accedan al mercado comunitario. Según la normativa, el máximo legal de residuos contenidos en los alimentos no debía sobrepasar los 0,05 miligramos por kilo, al ser una cantidad indetectable se decretó la prohibición de la sustancia. Sin embargo, Sudáfrica pidió el año pasado una prorroga a la UE para que aceptase un límite máximo de residuos del pesticida de 5 miligramos por kilo, el Reino Unido lo consideró aceptable y traslado el tema a la EFSA para que emitiera el correspondiente informe.
La EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) ofreció el correspondiente informe en el mes de agosto desaconsejando que se permitiera el uso de la mencionada sustancia, ya que la información científica de la que disponía apuntaba que se trata de una sustancia altamente peligrosa y no se debían establecer máximos límites permitidos en cítricos de Sudáfrica o de cualquier otro país que exportara cítricos a la Unión Europea. A la CE no le importa la salud de los consumidores y no respeta las reglas que aplica en la Unión Europea, como ha ocurrido en otras ocasiones y con otros productos, parece que es más importante el tema económico, no importando saltarse a la torera la legislación. Ahora recordamos unas palabras pronunciadas en el año 2010 por Marianne Fischer, Comisaria Europea de Agricultura, con motivo del acuerdo de la importación de tomate marroquí a la UE.
Ante la queja de los agricultores comunitarios la comisaria contestaba que los tiempos del proteccionismo pertenecían al pasado de los productores europeos. Recordemos que el proteccionismo en la política económica es una forma de proteger los alimentos que produce un país imponiendo limitaciones en la entrada de productos similares procedentes de otros países, y para ello se imponen aranceles e impuestos a la importación, a fin de que los productos resulten tan caros que no merezca la pena importarlos. La política comunitaria no protege a los agricultores de los países comunitarios y además acepta un cambio de normas para los alimentos de terceros países, podría dar la impresión de que su cometido es acabar con el tejido agroindustrial europeo.
Ya que para la CE los tiempos del proteccionismo han pasado a la historia, y dado que estos cítricos de terceros países que se importan alegremente a Europa se han tratado con pesticidas peligrosos, los consumidores tenemos una mano en la sartén, basta con no comprar ningún cítrico que no sea comunitario para obligar a que esos terceros países se ajusten a la normativa comunitaria en favor de la salud del consumidor. Cuando su producto no sea adquirido por los consumidores, seguro que ante las pérdidas económicas la CE reaccionará.
Como dice la organización AVA-ASAJA, es un escándalo mayúsculo y sin precedentes, prevalecen los intereses comerciales de una forma descarada, y se obvia a la EFSA y la seguridad de los consumidores. Dado que España es un gran productor de cítricos que cumple escrupulosamente las normas comunitarias, el Gobierno de nuestro país debería implicarse más y obligar a que la Comisión Europea prohíba el uso de sustancias peligrosas como el acetato de guazatina a aquellos países que quieran relaciones comerciales con la Unión Europea.
Lo dicho, nosotros somos proteccionistas y procuramos siempre comprar producto español en favor del tejido agroindustrial de nuestro país. El hecho de que se envíen cítricos a España que pueden resultar peligrosos, debería ser motivo más que suficiente para vetarlos y no adquirirlos aunque los ofrezcan a muy buen precio. Podéis conocer todos los detalles de la noticia a través de este artículo publicado en AVA-ASAJA.
Foto | maesejose