Cómo hacer pan con tomate, o cómo no hacerlo. Vídeo

Quienes hemos crecido comiendo pan con tomate no concebimos otra forma de hacer un bocadillo o unas llescas (rebanadas) de pan de payés para comer con unos embutidos, queso… que untando esta fruta considerada hortaliza, a continuación aderezando con un buen aceite de oliva virgen extra y finalmente añadiendo una pizca de sal. Esto solo ya es un manjar.

Como veis, y como la mayoría sabéis, hacer pan con tomate es muy sencillo, pero hasta no hace mucho tiempo, cuando viajabas a otra Comunidad sin costumbre de comer pan con tomate, si no te acordabas de pedirlo te daban el bocadillo con el pan ‘seco’, y si lo pedías te podías llevar varias sorpresas, un bocadillo con rodajas de tomate, pan untado con tomate triturado de bote, el bocadillo hecho y un tomate abierto por la mitad al lado… seguro que más de uno tenéis alguna anécdota al respecto.

Actualmente el pan con tomate es muy conocido a nivel nacional e internacional, pero seguimos llevándonos sorpresas, de ahí que queramos explicar cómo hacer pan con tomate y cómo no hacerlo, este segundo punto ilustrado con un vídeo que nos ha dejado ojipláticos. Hay que decir que no es español, y que también los españoles hacemos recetas de otras culturas gastronómicas en las que nos equivocamos.

En muchos buffets de desayuno, bares y restaurantes, para preparar el pan con tomate ofrecen el tomate rallado en un recipiente, a veces solo y otras veces ya aderezado con aceite de oliva y sal. Pero la forma de hacer el pan con tomate tradicional no es esta.

Para hacer pan con tomate, además de un buen pan hay que seleccionar unos buenos tomates, maduros y con sabor, a menudo se eligen los denominados ‘tomates de colgar’ (tomàquet de penjar), son dulzones, con buen sabor y pulpa muy jugosa, ideales para impregnar bien el pan con todas sus cualidades.

El pan puede ser tostado o no, dependiendo de si serán rebanadas o bocadillo, y del gusto del consumidor. El procedimiento y orden de los ingredientes es muy sencillo: se prepara el pan, los tomates limpios se cortan por la mitad y se frotan sobre el pan para que su pulpa quede en éste formando una fina película con su aroma, sabor y jugosidad. A continuación se adereza con un hilo de aceite de oliva virgen extra, tan generoso como a cada cual guste, y para finalizar se añade una pizca de sal. La cantidad también depende del gusto del comensal y de los ingredientes que lo vayan a acompañar.

Ya veis que es muy sencillo, hacer pan con tomate es frotar el tomate en el pan y condimentar con aceite de oliva virgen extra y sal. Luego hay algunas variantes, como untar las rebanadas con tomate por los dos lados, frotar ajo antes que el tomate… pero no es lo clásico. Ahora vamos a por el vídeo que muestra cómo no hacer pan con tomate.

No es que no se pueda comer el pan con tomate tal y como lo elaboran en el vídeo, igual que cuando aderezas una ensalada poniendo la sal antes que el aceite, pero no es la forma correcta de hacerlo. En primer lugar, el ajo no forma parte del ‘pa amb tomàquet’, el aceite no se extiende con una brocha, y menos antes de haber frotado el pan con el tomate. Se dice que empezó a untarse el pan con el tomate para ablandar el pan duro, pues el aceite en este caso ya lo ha ablandado antes, y lo que consigue también es que cueste más untar la pulpa del tomate. El terminar con la sal es correcto.

Foto | Joselu Blanco