Además de utilizar la salsa samjang para hacer los cogollos con lomo y cebolla caramelizada que os hemos comentado, hemos hecho uso de esta pasta para hacer un sabroso guiso a fuego lento, es el Ossobuco de ternera a la cazuela con samjang que podéis ver en la foto que ilustra estas líneas.
Es una receta muy fácil de hacer, no es rápida porque esta pieza de carne necesita una cocción prolongada a baja temperatura, pero es un tiempo en el que se pueden hacer muchas otras cosas. El Ossobuco de ternera a la cazuela con esta salsa resulta muy sabroso, como comentábamos, el jang tiene un sabor muy particular que tiene que gustar, si lo conocéis y utilizáis a menudo en vuestros platos, este guiso de ternera con samjang os encantará.
Ingredientes (4 comensales)
- 4 rodajas de ossobuco de ternera
- 2 chalotas
- 300 gramos de setas shiitake
- 1 y ½ c/s de salsa samjang
- 180-200 gramos de agua
- 1 manojo de cilantro
- 1 cebolla morada
- c/n de aceite de sésamo
- c/n de aceite de oliva virgen extra
- c/n de sal.
Elaboración
Limpia y seca bien las piezas de ossobuco, realízale un par de cortes en la fina piel que rodea la carne para que no se encoja al cocinarse y resérvalas. Pela las chalotas y córtalas por la mitad longitudinalmente. Limpia las setas shiitake, corta la base del pie y si son medianas, déjalas enteras para cocinarlas.
Pon una cazuela amplia a calentar con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Sala la carne por los dos lados, y cuando la cazuela esté caliente, incorpora las rodajas de ossobuco y dóralas por las dos caras a fuego fuerte.
Cuando se hayan dorado, baja el fuego y añade las chalotas y las setas shiitake, cocina a fuego medio-bajo unos minutos para que las chalotas y las setas se doren ligeramente.
Mezcla la pasta samjang con el agua y viértela en la cazuela, sube el fuego para que rompa a hervir y después baja al mínimo, cocina con la cazuela tapada, pero sin encajar, al menos durante 45-60 minutos, hasta que la carne esté tierna.
No debe quedarse seco, ve controlando que el agua dura toda la cocción, pero sin destapar muy a menudo para que no pierda calor. Al final de la cocción debe quedar un poquito de jugo para salsear. En principio no hace falta añadir más sal, pues la salsa tiene mucho sabor.
Pela la cebolla y pícala muy fina, separa las hojas de las ramitas de cilantro y mezcla ambos ingredientes.
Emplatado
Sirve el ossobuco en el plato acompañado de las setas shiitake y la salsa que haya quedado en la cazuela. Coloca encima de cada pieza de ossobuco un poco de cilantro y cebolla y adereza con un hilo de aceite de sésamo. Sirve enseguida y ¡buen provecho!