Llega el mes de septiembre, lo que para muchas personas significa el fin de las vacaciones, y vuelve a hablarse del síndrome postvacacional. No es una enfermedad (o así no ha sido reconocida hasta el momento), aunque muchas personas pueden padecer alteraciones físicas y psíquicas cuando deben retomar la rutina, volver al trabajo. ¡Afortunados!, dirán la mayoría de personas que no pueden hacer lo mismo, maldita situación laboral en nuestro país…
Síndrome, estrés o depresión postvacacional son algunos de los nombres con los que se conoce el malestar que padecen algunas personas cuando terminan las vacaciones, y como comentábamos, suelen definirse alteraciones físicas como el cansancio, la fatiga, la somnolencia, el dolor de cabeza, los dolores musculares… y alteraciones psíquicas como la tristeza, la apatía, la irritabilidad o el nerviosismo.
Aunque apenas hay estudios sobre este síndrome, algunas encuestas y valoraciones médicas han concluido que hay distintos grados de padecimiento de esta depresión postvacacional que generalmente afecta a menores de 45 años, y que suele desaparecer en unas dos semanas, digamos que es el tiempo necesario para que el cuerpo se habitúe a los nuevos horarios. En caso contrario, es necesario acudir al médico, pues quizá había algún problema o patología anterior y se debe tratar con el especialista.
Como no podía ser de otra forma, hay recomendaciones para apaciguar los síntomas y están relacionados con la alimentación, sobre ello hablábamos en el post El síndrome postvacacional puede mejorar con la dieta. Se trata de incorporar alimentos que contienen triptófano, un aminoácido esencial que propicia la liberación de serotonina y favorece el bienestar general. Se considera un antidepresivo natural, además reduce el insomnio, la ansiedad y el estrés.
Os recomendamos retomar la lectura del post Alimentos para superar el síndrome postvacacional, donde hablábamos de este problema, de cómo afrontarlo y de los alimentos que contienen triptófano, además de otros cambios de hábitos que pueden propiciar el bienestar. Hay quien recomienda recordar los buenos momentos de las vacaciones para afrontar la vuelta al trabajo con ilusión, pero no creemos que esto sirva para todos. Lo que sí puede resultar positivo es organizar los fines de semana siguientes al regreso de las vacaciones con actividades de ocio, teniendo así un aliciente para afrontar el día a día.
Uno de los principales problemas de la sociedad actual es la falta de conciliación familiar y laboral, falta tiempo para estar con la familia, con los amigos y disfrutar de momentos de ocio, en general, los horarios de trabajo impiden socializar y tener tiempo para dedicar a nuestras aficiones, practicar deporte, etc. Todo lo que queremos hacer se debe concentrar en las vacaciones, o disfrutarlo en pequeñas dosis los fines de semana.
Todos los profesionales recomiendan prepararse unos días antes de volver al trabajo, es decir, retomar los horarios de comidas, de sueño y de todo lo que sea posible, para que llegado el día de ir a trabajar, apenas se note. No somos niños (la mayoría de padres tenemos claro que este es un proceso necesario antes de la vuelta al cole), pero nuestro funcionamiento es igual aunque sea más maduro, ahora bien, cada persona tiene una respuesta diferente ante las situaciones de cambio de los hábitos, la actitud de cada uno para afrontarlos puede determinar el estado físico, psíquico y emocional.
Si seguimos valorando lo que la alimentación puede hacer por nosotros, por nuestra salud física y emocional, y sumamos el querer disfrutar más de nuestras aficiones, os recomendamos repasar las Recetas para afrontar el síndrome postvacacional. Ah, ¿que cocinar no os parece una afición?, quizá juntos podamos hacer que esto cambie.
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