Ya ha entrado en vigor la normativa que prohíbe las aceiteras rellenables en la hostelería y la restauración, el sector ha apurado hasta el último momento para realizar el cambio, pero algunos establecimientos parece que han decidido saltarse la normativa mediante el uso de condimentos como ajos, guindillas, hierbas aromáticas, etc., de este modo la reglamentación no se infringe, ya que no se podría hablar de aceite de oliva virgen extra, sino de un preparado o un aderezo, algo que por supuesto no es del agrado de los fabricantes.
La Organización Empresarial Infaoliva (Federación Española de Industrias Fabricantes de Aceite de Oliva) ha comunicado que va a vigilar que la normativa se cumpla y además, va a denunciar a quienes quieren evitar la ley utilizando el aceite como un preparado o aderezo. Desde esta organización se sigue asegurando que la nueva normativa no va a suponer un coste excesivo para la hostelería y se logrará mejorar significativamente la imagen del aceite de oliva, el servicio que se brinda al consumidor y la imagen de los establecimientos. Curiosamente, antes de aplicarse la norma, los fabricantes declaraban que no supondría un incremento en el coste, ahora dicen que se incrementa el precio pero que el coste del uso de las aceiteras irrellenables es asumible. Algunos establecimientos denuncian lo contrario, el incremento de precio es significativo y en algunos casos se duplica, es de suponer que el coste se trasladará a los comensales.
Infaoliva asegura que algunos estudios determinan que el aceite que se utilice en una tostada supondrá la subida de sólo dos céntimos de euro, habría que ver cuánto aceite se suele poner en una tostada, si es una cantidad normal de aceite, esta subida es elevada. Para que parezca que es un incremento poco significativo se habla de una tostada y dos céntimos, pero lo correcto habría sido determinar cuánto es el montante total de la subida. Infaoliva cita como ejemplo un desayuno ofrecido a 60 personas, se ofrecieron tres tostadas a cada comensal y sólo se consumió un litro y medio de aceite de oliva, lo que supone un incremento de menos de 3 euros, por lo que no es un coste inasumible.
Sobre el coste asumible o inasumible deberían hablar los hosteleros y no la organización, hay que sumar todo el aceite que se puede consumir en un año y después determinar el importe extra a pagar, según algunos hosteleros, puede suponer entre 300 y 400 euros por año dependiendo del establecimiento, el formato utilizado y la afluencia de comensales. Ahora será el momento de los productores de aceite y/o de envases para este alimento, los ofrezcan formatos a precios reducidos podrán hacerse con más mercado, ¿no creéis?
Como decíamos, Infaoliva va a controlar que se cumpla la normativa, para el Estado y las Comunidades Autónomas es una buena noticia ya que no deberá destinar más recursos a supervisar que el sector de la hostelería y la restauración cumpla con la legislación. Esta organización denunciará los aderezos y condimentos con aceite de oliva, no quieren que se salte la ley con estas prácticas, declara que si el coste fuera elevado entenderían que se recurriera a esta práctica, pero dado que es un «coste asumible» no van a aceptar que se lleven a cabo este tipo de actuaciones. Plantean que hay varios formatos disponibles de aceiteras irrellenables, monodosis, de 250cc, 500cc y de 1 litro, todas ellas certificarán el origen del aceite y dependiendo del formato se podrán reducir costes.
Para la hostelería y la restauración, lo que argumenta el sector del aceite de oliva no es correcto, va a suponer mayor coste forzosamente y dependiendo del formato será mayor o menor el incremento. La FEHR (Federación Española de Hostelería) explica que los establecimientos van a cumplir la ley pero tendrán libertad para elegir, podrán decantarse por ofrecer aliños, salsas o aderezos, es decir, aceite de oliva con ajos, guindillas, hierbas, etc.
La normativa se aplica exclusivamente al aceite de oliva en sus diferentes calidades, pero no afecta a otros aceites como el de semillas, maíz o girasol, en este sentido hay que decir que los comensales preferirán un aceite de oliva de calidad para aliñar la ensalada que no otros aceites. En todo caso y según leemos en Agroinformacion, la FEHR deja claro que tienen derecho a elegir qué ofrecer a sus clientes y aconseja que los restauradores y hosteleros que no se corten a la hora de hacerlo. El aceite de oliva puede ser combinado con otros ingredientes y los restauradores son libres de hacerlo, lo único que solicita la FEHR es que se identifique bien el producto final para que los consumidores sepan qué es lo que van a consumir, considera que no es una picaresca para saltarse la normativa de las aceiteras irrellenables y eludir el sobrecoste.
Posiblemente se terminen solicitando los cambios oportunos en la reglamentación sobre la mezcla de aceite con otros ingredientes, el sector del aceite está decidido a obligar al uso de aceiteras irrellenables, otra cosa es que lo consiga.
2 comentarios
Soy muy pesado, pero insisto. Alguien se va a forrar o se está forrando. Que vigilen el aceite de las cocinas es más del 95% del consumo, no las aceiteras que dicen que son irrellenables, todas son rellenables excepto los briks que hay que romper o preparados unitarios, que en muchos casos sobra aceite ¡Qué pena tener que tirarlo!. Pero el beneficio ha quedado. El ejemplo de siempre ¿La leche es de vaca sin aguar? ¿La ración de ibérico de bellota lo es de verdad? ¿ El bacalao skrei es auténtico?. ¿Y por qué tiene que ser AOVE? Hay mucha gente que le parece fuerte y no le gusta. Insisto, si un establecimiento engaña pues se nota, se le dice o no se vuelve. Si cuando pides un entrecote de buey te lo ponen de otra carne y no te enteras, pues qué más da si te vas satisfecho. Pero si lo notas, lo rechazas o no vuelves.
Pues no se sacan las aceiteras a disposición de los comensales y se aliña todo en cocina. Se tienen un par de aceiteras irrellenables por si algún cliente lo pide y se le pone en factura previo aviso.