En estos días tan fríos del invierno, necesitamos empezar la comida con un plato caliente, resulta muy agradable un plato de cuchara, sabroso y reconfortante, y hoy os hacemos una propuesta, esta Sopa de trigo tierno, pollo, setas y trufa negra. Es una verdadera delicia, pero tened en cuenta un detalle, si no tenéis trufa negra fresca no busquéis el ‘sucedáneo’ en el supermercado, es preferible que la hagáis sin trufa, la sopa estará deliciosa igualmente, pero sin este matiz.
Esta receta es ideal para hacer cualquier día de la semana porque se tarda muy poco en hacer, el trigo tierno se hace con una breve cocción, y partimos de un caldo ya elaborado, en este caso de pollo. Si hacéis caldo casero para esta Sopa de pollo, setas y trufa, vais a tener que hacer el doble, porque todos querrán repetir. Se puede añadir un poco más de pollo si se desea que sea un plato único. En vuestras manos queda.
Ingredientes
- 2 chalotas
- 300 gramos de setas (puede utilizar setas variadas, champiñones, portobello, setas de cardo, boletus...)
- 120 gramos de trigo tierno
- 2 c/c de tomillo
- 1/2 c/c de cinco pimientas recién molidas
- una pizca de nuez moscada
- 1 litro de caldo de pollo
- 1 c/s de salsa inglesa
- c/n de sal
- aceite de oliva virgen extra
- 1 pechuga de pollo
- 30 gramos aprox. de queso parmesano
- trufa negra fresca (opcional).
Elaboración
Pela las chalotas y pícalas bien finas. Limpia las setas y si son grandes, trocéalas. Pon una olla a calentar con un poco de aceite de oliva virgen extra y rehoga las chalotas a fuego medio, cuando estén tiernas y empiecen a dorarse, incorpora las setas, dales un par de vueltas y añade el trigo tierno, aunque expulsen agua, así la absorberá el trigo.
Añade el tomillo, la pimienta y la nuez moscada, dale un par de vueltas para que las especias tomen temperatura y perfumen el cereal, a continuación añade el caldo, la salsa inglesa y la sal. Lleva a ebullición a fuego fuerte, y después baja el fuego, deja cocer unos 10-15 minutos, según indique el paquete o hasta que el trigo esté tierno.
Mientras tanto, en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra, haz la pechuga de pollo cortada en tiras anchas o ya cortada en daditos, como la incorporarás a la sopa. Salpimenta al gusto y dora bien el exterior, que quede ligeramente crujiente.
Corta el queso parmesano y la trufa negra en lascas.
Emplatado
Sirve la sopa de trigo tierno y reparte el pollo, a continuación reparte el queso parmesano que se fundirá con el calor, y finalmente la trufa negra, también el calor favorecerá que exprese su aroma y su sabor. ¡Buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria
1 comentarios
Hum, qué pinta!!!
Quería preguntaros… Al igual que se añaden huesos o gallina para dar sustancia y sabor a los caldos, hoy se me ha ocurrido, después de hacer a la plancha unos chuletones, que ese juguito que soltaban bien podría servir para dar sabor al caldo de cocer, por ejemplo, unas judías verdes y servir así de base para una sopa (con algo más, claro). Mi duda es: si añadiera esos juguitos de la carne (que serán restos de aceite y grasilla del chuletón básicamente), ¿además de sabor le añadiría calorías innecesarias? ¿le estoy añadiendo más grasa que sabor? Yo supongo que las costillas o gallina o hueso añaden grasa a los caldos, pero no sé en qué proporción y si es comparable con los restos del líquido que permanece en la sartén (que no es por freir los filetones, sino por hacerlos a la plancha).
Mil gracias.