Un informe del Parlamento Europeo, y concretamente de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, nos da a conocer los 10 alimentos con mayor riesgo de fraude en Europa. Son alimentos que se pueden mezclar fácilmente con otros productos difíciles de detectar, como por ejemplo la adición de productos inorgánicos en alimentos orgánicos. Hay que decir que la lista de alimentos señalados, tiene un mayor riesgo de fraude a consecuencia de varios factores, la crisis económica, la falta de armonización europea, la falta de cooperación en las investigaciones transfronterizas con Europol (Oficina Europea de Policía), las bajas sanciones económicas de los fraudes y las diferencias existentes de estas sanciones dependiendo del país.
Bien, antes de continuar vamos a señalar los alimentos con mayor riesgo de fraude en la Unión Europea, según el informe del Parlamento Europeo son los siguientes: aceite de oliva, pescado, alimentos ecológicos, leche, grano, miel y jarabe de arce, café y té, especias, vino y jugos de frutas. Como curiosidad, cabe destacar que a pesar de que la carne ha protagonizado uno de los últimos grandes escándalos alimentarios (recordemos el caso de la carne de caballo), no aparece en esta lista. Según el informe, el riesgo de fraude alimentario es mayor cuanto mayores son los posibles beneficios que pueda generar.
Se recomiendan algunos cambios y actuaciones, incrementar las sanciones impuestas a los defraudadores al doble de lo que actualmente se solicita por un determinado fraude, retirar del mercado a aquellas empresas alimentarias que han sido reincidentes, llevar a cabo programas de lucha contra el fraude, obligación jurídica por parte de los operadores de las empresas alimentarias para que informen a las autoridades en el caso de que detecten un comportamiento fraudulento, ya que con ello, se podrían destapar casos de fraude hasta el momento ocultos, y limitar los posibles riesgos para la salud de los consumidores.
En este informe se ofrecen algunas propuestas resolutivas a raíz de los fraudes y escándalos alimentarios que se han vivido en los últimos años en Europa, se solicita que se defina mejor lo que constituye un fraude alimentario, una definición clara y armonizada es básica como base para actuar de forma eficaz a nivel nacional y comunitario. Se debe mejorar el papel de la FVO (Oficina Alimentaria y Veterinaria) a la hora de detectar casos de fraudes alimentarios y dotarla de mejores recursos, como sabemos, la FVO es responsable de garantizar que la legislación comunitaria en materia de seguridad alimentaria, salud, sanidad y bienestar animal, se aplique correctamente.
En el caso de Europol se solicitan los cambios oportunos que favorezcan y faciliten la cooperación de los estados miembros a la hora de realizar investigaciones transfronterizas. Se solicita que los controles oficiales que se realizan a nivel nacional tengan como objetivo la lucha contra el fraude alimentario, así mismo, cuando se delegan responsabilidades en organismos de control privados, las autoridades competentes deben examinarlos y certificarlos, se invita a realizar un mayor esfuerzo a la hora de controlar el etiquetado y la trazabilidad de los alimentos. Podéis leer el informe al completo a través de este enlace.
Volviendo a la lista de alimentos con mayor riesgo de fraude en Europa, como podemos comprobar, el aceite de oliva encabeza el ranking de los fraudes, al respecto os recomendamos retomar la lectura de El fraude Made in Italy de los alimentos y Fraude en el aceite de oliva virgen extra de España, aunque se pueden citar muchos más casos de fraudes que giran en torno al mundo del aceite.
En segundo lugar encontramos el pescado, etiquetar un pescado de bajo valor comercial con el nombre de otro pescado más valorado comercialmente, es algo que se ha repetido en varias ocasiones, con la merluza, con el bacalao, etc. Sobre los alimentos ecológicos, éstos son productos susceptibles de fraude dado que se comercializan a un precio mayor que los alimentos tradicionales o de producción industrial, en este apartado también se han detectado numerosos fraudes especialmente en las transacciones entre países.
La verdad es que la lista de fraudes alimentarios es muy extensa, de ahí la preocupación y el interés por endurecer las medidas y las sanciones, se podría decir que se está solicitando un modelo similar al francés con el caso del fraude de la carne de caballo, recordemos que se presentó un proyecto de ley que multiplicaba por 10 las sanciones por este tipo de delitos.
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Foto | Smabs Sputzer