Recientemente conocíamos un poco más un utensilio básico que consideramos que está poco valorado, el grappin o tenedor de cocina. Es un utensilio de cocina que todos tenemos, aunque no siempre utilizamos tanto como su funcionalidad nos permitiría. Forma parte de un juego de varios utensilios que son indispensables en la cocina, hoy hablamos de otro de ellos que seguramente es más utilizado, es el louche o cucharón.
Es indispensable tanto para cocinar como para servir, por eso es fácil que en muchas cocinas haya más de un cucharón, reservando uno para su uso en el servicio en la mesa y otro para el uso en cocina, además, pudiendo ser de distinto tamaño y en consecuencia, distinta capacidad.
Sobre los posibles usos del louche o cucharón, además de que los conocéis por vuestra práctica en cocina, os hablamos sobre ello y algunas características en el post Qué es un pochon, puesto que se trata del mismo utensilio de cocina, un cucharón o cuchara de olla con mango largo que se utiliza para rociar con jugo o salsa un manjar que se está cociendo, o para retirar líquido.
El cucharón además es el utensilio necesario para servir sopas, caldos, cremas e incluso ponches (bebida). En el mismo post también os mostramos otro tipo de pochon, que también se conoce como cazo de servir, precisamente es uno de los louches o cucharones que se utilizan en la cocina, y sobre todo en cocinas profesionales.
Cucharón, louche, pochon, cacillo, cazo de servir… es posible que podáis ampliar la lista de nombres que recibe este utensilio de cocina al que debemos agradecer mucho su funcionalidad. Volvemos a recordar el libro La importancia del tenedor y algunas reflexiones de la autora sobre cómo el desarrollo de utensilios de cocina son una pieza fundamental sobre lo que comemos y cómo lo comemos.